Se acerca un joven al confesionario:
"Padre, acúsome de que me la sobo mucho".
Entonces, se escucha una voz que le dice:
"Pues por mí te la puedes arrancar cabrón; yo soy el carpintero de la iglesia y ando barnizando esta madre".
ja ja ja hasta se me salieron las lagrimas de la risa ,pobre hijueputa