Esto ya lo puse en la sección de tecnología, pero acá va mejor:
Gente del foro, les escribo con el motivo de narrarle un desafortunado infortunio –válgase toda redundancia– que he venido sufriendo en las últimas semanas.
La presente es una crítica al servicio de internet de Cabletica, del cual somos consumidores gran parte de la población costarricense. Comenzaba a agonizar el mes de mayo, cuando mi conexión a internet –que ya de por sí era bastante lenta– comenzó a fallar. De vez en cuando el módem se reiniciaba sólo, y cuando me daba cuenta ya estaba sin conexión. De vez en cuando pasaba cada media hora, luego cada diez minutos, y luego tenía suerte si encontraba una pequeña gota de internet para saciar mi sed facebookera, youtubera entre otros.
Hice una llamada al servicio técnico de Cabletica –esta fue la primera de muchas– y me dijeron que todo era culpa de la rayería, que era normal en mi zona. Así que decidí dejar correr el tiempo. En junio, la conexión comenzaba poco a poco a volver a la normalidad, sin embargo de vez en cuando se volvía a ir del todo. Fue hasta el día 22 de junio –que para mi desgracia era viernes– que el internet desapareció por completo. El módem murió, aquel que Cabletica había sido tan amable de alquilarme hace ya dos años. Como era fin de semana, tuve que tragarme mi ira y esperar al lunes para hacer una nueva llamada al soporte técnico. Los llamados técnicos llegaron a mi casa el día miércoles 27 de junio, y tras hacerle unas pruebas al módem me dijeron: “Sí, el módem está dañado. Pero no se lo podemos cambiar” Por supuesto pregunté el porqué, me dijeron que en las instalaciones de Cabletica estaban con un nuevo proyecto, algo que entre tanto tecnicismo profesional –por favor dejar espacio a la ironía– no logré del todo entender. En resumen, no podían cambiarme el módem pues aunque lo hicieran, Cabletica no podría activarlo. Obviamente me consumía entre ira, pero con ira no logra nada en las pacíficas tierras costarricenses. Los muchachos técnicos se fueron no sin antes decirme que Cabletica me llamaría en no más de una semana para entregarme un nuevo módem.
El tiempo siguió corriendo, un tiempo en el que pequé de paciente, llamé al menos una vez cada dos días, sin respuesta, temí por un momento que me pusieran un famoso salacuartazo por insistencia; hasta que pasadas unas 2 semanas me contestaron. Le expliqué toda la historia anteriormente narrada al sujeto que me atendió al teléfono. Me dijo, para mi sorpresa, que no había registros de una visita de los técnicos de Cabletica a mi hogar, aquella tarde de junio debí haber soñado que venían a cambiar mi módem –de nuevo, oh ironía– Muy amablemente me dijo que una nueva visita se efectuaría en mi hogar el día 13 de julio, otra vez viernes. El técnico llegó, estuvo una media hora sentado frente a mi computadora, y luego me dijo que el módem ya había quedado conectado, pero no podía activarlo. Me dejó un código y me dijo que Cabletica me llamaría dentro de un par de horas para activar dicho código. De nuevo le dejé ir. Pasaron dos horas y no recibí llamada alguna. Decidí llamar antes de que acabara el viernes, pues no trabajan el fin de semana -¿Y quién sí? Dios guarde…–Al llamar ya sabían de mi caso, ni siquiera tuve que darles el número de contrato –bastante atentos los muchachos– Me dejaron en espera unos 15 minutos y después me dijeron que colgara para no gastar más dinero de mi teléfono –ya no me importaba mucho pues había gastado cerca de unos 4mil colones y ahora sólo deseaba llamar al 800-mecagoentodo–, y que ellos me llamarían en unos 5 o 10 minutos.
Esos minutos aún siguen pasando, jamás recibí dicha llamada. El lunes 16 llamé por la mañana, me dijeron que debía borrar los datos del historial para que mi nuevo módem funcionara, pero que no podían decirme cómo hacerlo. Hice todo lo que puede haber hecho un tipo sin experiencia en computación como yo, nada funcionó. Volví a llamar por la tarde, me dijeron que harían unas pruebas con el módem desde sus instalaciones y que me llamarían al acabar. Jamás me llamaron.
Era increíble pensar que yo tuviese que ir a un café internet a hacer mis trabajos finales de semestre, es incríble que tenga que ir a un café para escribirle esto, teniendo en casa una computadora en buen estado y un contrato aún válido por internet de Cabletica. Es indigno que haya pagado por un mes de internet que no pude utilizar, es hasta gracioso ahora que escribo al respecto. Escribí esta reseña como forma de denuncia y crítica hacia los malos servicios que se nos brindan a la sociedad costarricense, que sólo pueden pasar de malos a pésimos. Que todos los que se atrevan a leer esta marcada historia reciban como moraleja que no debemos dejarnos machacar por estas instituciones que nos brindan tan asqueroso servicio.
Gente del foro, les escribo con el motivo de narrarle un desafortunado infortunio –válgase toda redundancia– que he venido sufriendo en las últimas semanas.
La presente es una crítica al servicio de internet de Cabletica, del cual somos consumidores gran parte de la población costarricense. Comenzaba a agonizar el mes de mayo, cuando mi conexión a internet –que ya de por sí era bastante lenta– comenzó a fallar. De vez en cuando el módem se reiniciaba sólo, y cuando me daba cuenta ya estaba sin conexión. De vez en cuando pasaba cada media hora, luego cada diez minutos, y luego tenía suerte si encontraba una pequeña gota de internet para saciar mi sed facebookera, youtubera entre otros.
Hice una llamada al servicio técnico de Cabletica –esta fue la primera de muchas– y me dijeron que todo era culpa de la rayería, que era normal en mi zona. Así que decidí dejar correr el tiempo. En junio, la conexión comenzaba poco a poco a volver a la normalidad, sin embargo de vez en cuando se volvía a ir del todo. Fue hasta el día 22 de junio –que para mi desgracia era viernes– que el internet desapareció por completo. El módem murió, aquel que Cabletica había sido tan amable de alquilarme hace ya dos años. Como era fin de semana, tuve que tragarme mi ira y esperar al lunes para hacer una nueva llamada al soporte técnico. Los llamados técnicos llegaron a mi casa el día miércoles 27 de junio, y tras hacerle unas pruebas al módem me dijeron: “Sí, el módem está dañado. Pero no se lo podemos cambiar” Por supuesto pregunté el porqué, me dijeron que en las instalaciones de Cabletica estaban con un nuevo proyecto, algo que entre tanto tecnicismo profesional –por favor dejar espacio a la ironía– no logré del todo entender. En resumen, no podían cambiarme el módem pues aunque lo hicieran, Cabletica no podría activarlo. Obviamente me consumía entre ira, pero con ira no logra nada en las pacíficas tierras costarricenses. Los muchachos técnicos se fueron no sin antes decirme que Cabletica me llamaría en no más de una semana para entregarme un nuevo módem.
El tiempo siguió corriendo, un tiempo en el que pequé de paciente, llamé al menos una vez cada dos días, sin respuesta, temí por un momento que me pusieran un famoso salacuartazo por insistencia; hasta que pasadas unas 2 semanas me contestaron. Le expliqué toda la historia anteriormente narrada al sujeto que me atendió al teléfono. Me dijo, para mi sorpresa, que no había registros de una visita de los técnicos de Cabletica a mi hogar, aquella tarde de junio debí haber soñado que venían a cambiar mi módem –de nuevo, oh ironía– Muy amablemente me dijo que una nueva visita se efectuaría en mi hogar el día 13 de julio, otra vez viernes. El técnico llegó, estuvo una media hora sentado frente a mi computadora, y luego me dijo que el módem ya había quedado conectado, pero no podía activarlo. Me dejó un código y me dijo que Cabletica me llamaría dentro de un par de horas para activar dicho código. De nuevo le dejé ir. Pasaron dos horas y no recibí llamada alguna. Decidí llamar antes de que acabara el viernes, pues no trabajan el fin de semana -¿Y quién sí? Dios guarde…–Al llamar ya sabían de mi caso, ni siquiera tuve que darles el número de contrato –bastante atentos los muchachos– Me dejaron en espera unos 15 minutos y después me dijeron que colgara para no gastar más dinero de mi teléfono –ya no me importaba mucho pues había gastado cerca de unos 4mil colones y ahora sólo deseaba llamar al 800-mecagoentodo–, y que ellos me llamarían en unos 5 o 10 minutos.
Esos minutos aún siguen pasando, jamás recibí dicha llamada. El lunes 16 llamé por la mañana, me dijeron que debía borrar los datos del historial para que mi nuevo módem funcionara, pero que no podían decirme cómo hacerlo. Hice todo lo que puede haber hecho un tipo sin experiencia en computación como yo, nada funcionó. Volví a llamar por la tarde, me dijeron que harían unas pruebas con el módem desde sus instalaciones y que me llamarían al acabar. Jamás me llamaron.
Era increíble pensar que yo tuviese que ir a un café internet a hacer mis trabajos finales de semestre, es incríble que tenga que ir a un café para escribirle esto, teniendo en casa una computadora en buen estado y un contrato aún válido por internet de Cabletica. Es indigno que haya pagado por un mes de internet que no pude utilizar, es hasta gracioso ahora que escribo al respecto. Escribí esta reseña como forma de denuncia y crítica hacia los malos servicios que se nos brindan a la sociedad costarricense, que sólo pueden pasar de malos a pésimos. Que todos los que se atrevan a leer esta marcada historia reciban como moraleja que no debemos dejarnos machacar por estas instituciones que nos brindan tan asqueroso servicio.