Interesante artículo salido el día de hoy en La Nación sobre la vida de Ariel Rodríguez en Tailandia. El jugador comenta que aunque al principio le costó acostumbrarse, una vez establecido se ha dado cuenta que el país que lo ha acogido tiene muchos beneficios y cosas positivas que lo han hecho ponerse a pensar en quedarse en ese país. Entre otras cosas comenta que los precios son más bajos y que no existe el nivel de delincuencia que se ve en Costa Rica.
Y ojo, estamos hablando de Tailandia!!! Un país que ni siquiera se considera desarrollado. Esto confirma lo que dije anteriormente, el que no sale de Costa Rica cae en un conformismo enfermizo donde con el engaño del "País más feliz del mundo" o de que "al menos no estamos tan mal como Venezuela o Guatemala" cree que se vive muy bien, sin darse cuenta de todas las cosas que se necesitan mejorar. Hay que salir del cafetal.
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Ariel Rodríguez se enamora de Tailandia y le gustaría retirarse allí
Ariel Rodríguez llegó hace año y medio a Tailandia, su conocimiento del país que sería su nueva casa no era amplio y muchas dudas rondaban en su cabeza. Pasar mes y medio encerrado en un hotel no ayudó a que se enamorara de Bangkok, pero con el pasar de los días la historia dio un giro rotundo y el romance floreció.
Ariel no solo tiene un amorío con las redes en el destino asiático (acumula 24 anotaciones en 37 partidos desde que llegó al Bangkok Glass), sino que fue conquistado por la cultura, la comida, la seguridad y el costo de la vida, al punto que a sus 27 años aseguró que a futuro le gustaría retirarse allí.
"Vivo muy bien y estoy muy contento. Estoy en un apartamento en una ciudad muy grande, hay de todo y puedo encontrar lo que necesito. Aquí son muy profesionales y por esto uno solo debe preocuparse por jugar fútbol. Algunas veces la gente piensa que aquí se come perro o gato y nada que ver. Aquí hacen una de las comidas más ricas a nivel mundial y aunque es picante, uno se acostumbra", puntualizó.
Eso sí, las cualidades de este lugar, no fueron lo único que sedujo al atacante, sino que el estar viviendo cada experiencia con su esposa y sus dos hijas potenciaron ese sentir.
"Los tailandeses trabajan siempre y aunque pueden tener casas humildes, de hambre nadie se va a morir porque hasta los adultos mayores tienen su trabajo. Uno ve estas cosas, se acostumbra y por eso estoy muy feliz. Si sale una mejor oportunidad para crecer, muy bien, pero si no, me gustaría terminar acá , aunque es difícil porque hay mucha presión de los dueños y se puede tener contrato hasta 2050, que si no se cumple le rescinden", manifestó.
El delantero, quien renovó hasta 2019, reveló que ya habla un poco de tailandés, aunque sus hijas son las que realmente dominan el idioma, ya que asisten a una escuela internacional, en la que también les dan lecciones de la lengua asiática.
Además, recalcó que se siente muy seguro y uno de los aspectos que más disfruta son los precios tan bajos de todo.
"Vivo en el puro centro y como hay mucho tráfico hasta las 11 p. m., prefiero caminar o agarro unos carritos que se llaman tuk-tuk y no me ha pasado nada. Incluso, he dejado mi celular tirado en un centro comercial y al regresar está en el mismo lugar. Además, todo es muy barato, si salgo a comer con mi esposa comida local, pagamos ¢2.000 por los dos y si vamos a un restaurante internacional gastamos ¢10.000. Incluso, lleno el tanque del carro con ¢13.000", indicó.
Ariel dice dominar las peripecias de conducir en una ciudad caótica. No obstante, también se ha sorprendido por algunas diferencias culturales, principalmente con el budismo.
"Me llama la atención la religión y me pasó un chasco, porque una vez fui al culto con el club y uno se debe sentar con los pies hacia atrás, no ponerlos de frente a donde está el monje, pero yo estaba sentado como en una playa, entonces me dijeron que era falta de respeto", narró.
El centrodelantero dice estar muy motivado porque también pudo llevar a sus papás a Tailandia. Incluso, les dedicó su último gol el fin de semana.
"Cuando vinieron mis papás me sorprendió que iba pasando por el parque nacional Catai y salieron dos elefantes de la nada a la carretera, les tomé un foto, pero mejor me fui porque se podía venir. Fue impresionante verlos en su hábitat natural y dicen que dan suerte", dijo.
Defiende la liga. Ariel Rodríguez contradice a quienes piensan que Tailandia es una liga mediocre o creen que juegan en potreros. Por el contrario, el delantero afirma que su club cuenta con instalaciones de lujo, con dos centros de entrenamientos, hotel y las máximas comodidades.
Ariel señala que solo se enfoca en jugar y así justifica ser el delantero tico que milita en el exterior con mejor promedio de gol entre el 2016 y 2017, con un 0,65. El ariete supera a John Jairo Ruiz (0,36), Mayron George (0,23), José Ortiz (0,28), Joel Campbell (0,14), David Ramírez (0,18), Johan Venegas (0,09) y Marco Ureña (0,08). Ariel ahora solo espera volver a la Sele.
"El equipo es impresionante. Respeto mucho lo que hay en el país, pero ningún club en Costa Rica tiene lo del Bangkok Glass. Las instalaciones son muy buenas, además, para las recuperaciones cuentan con todo y lo viví con la lesión de mi nariz, porque me operaron al día siguiente del problema que tuve y fue en uno de los mejores hospitales de acá. Quiero hacer las cosas bien en Tailandia, poner en alto a Costa Rica y dejar huella. Vienen cosas importantes y obviamente sueño y anhelo con estar en la Selección", recalcó.
Ariel Rodríguez llegó hace año y medio a Tailandia, su conocimiento del país que sería su nueva casa no era amplio y muchas dudas rondaban en su cabeza. Pasar mes y medio "encerrado" en un hotel no ayudó a que se enamorara de Bangkok, pero con el pasar de los días la historia dio un giro rotundo y el romance floreció.