No como estamos, sí con una reforma.
Así como está de mal nuestra educación (¡y eso que es de las mejores de América, bueh, que vergüenza! ) los exámenes deben seguir aplicándose. Eso sí, mientras tanto que el sistema educativo costarricense está tan mal, obviamente el bendito examen está mal, requete mal. Seamos sinceros: la prueba de Bachillerato es una estupidez. Se supone que si un niño pasa 11 años o más en una institución educativa es porque llegado el momento está listo para la universidad o para insertarse en el mercado, no necesita otro examen más, cuando se supone que fue evaluado trimestre a trimestre, por una década. Es algo ilógico, contraproducente.
Pero bueno, es una de las muchas falencias del sistema educativo de la Nación. La educación está mal, y como tal el Bachillerato no puede ser eliminado, porque empeoraría todo.
Pero, muy por el contrario, si la educación de este país estuviera bien no habría necesidad de hacer Bachillerato. La supresión de la prueba vendría de la mano con una reforma gigante del sistema educativo (algo de lo que podemos aspirar a un largo plazo), con una depuración de la educación, de tal manera que sea lógico y seguro que cuando alguien llegó a 5 o 6 del colegio está listo, y no necesita más para ir a la universidad. Así funciona en Finlandia, donde ostentan el mejor sistema educativo del orbe. Así tendría que hacerse aquí; eliminar un sin fin de materias muy técnicas e inútiles, agregar asignaturas verdaderamente prácticas y necesarias, que cada niño y adolescente estudie según sus habilidades y no bajo un sistema estandarizado y defectuoso, como el actual.
Pero bueno, mientras siga la cosa así, no estoy de acuerdo con la supresión de la prueba. Si hubiera una mejora, ahí sí. Porque el Bachillerato es una estupidez, diría que es el símbolo de la ineficiencia del MEP, la piedra que permite que la educación en Costa Rica no colapse en su ineptitud.
Así como está de mal nuestra educación (¡y eso que es de las mejores de América, bueh, que vergüenza! ) los exámenes deben seguir aplicándose. Eso sí, mientras tanto que el sistema educativo costarricense está tan mal, obviamente el bendito examen está mal, requete mal. Seamos sinceros: la prueba de Bachillerato es una estupidez. Se supone que si un niño pasa 11 años o más en una institución educativa es porque llegado el momento está listo para la universidad o para insertarse en el mercado, no necesita otro examen más, cuando se supone que fue evaluado trimestre a trimestre, por una década. Es algo ilógico, contraproducente.
Pero bueno, es una de las muchas falencias del sistema educativo de la Nación. La educación está mal, y como tal el Bachillerato no puede ser eliminado, porque empeoraría todo.
Pero, muy por el contrario, si la educación de este país estuviera bien no habría necesidad de hacer Bachillerato. La supresión de la prueba vendría de la mano con una reforma gigante del sistema educativo (algo de lo que podemos aspirar a un largo plazo), con una depuración de la educación, de tal manera que sea lógico y seguro que cuando alguien llegó a 5 o 6 del colegio está listo, y no necesita más para ir a la universidad. Así funciona en Finlandia, donde ostentan el mejor sistema educativo del orbe. Así tendría que hacerse aquí; eliminar un sin fin de materias muy técnicas e inútiles, agregar asignaturas verdaderamente prácticas y necesarias, que cada niño y adolescente estudie según sus habilidades y no bajo un sistema estandarizado y defectuoso, como el actual.
Pero bueno, mientras siga la cosa así, no estoy de acuerdo con la supresión de la prueba. Si hubiera una mejora, ahí sí. Porque el Bachillerato es una estupidez, diría que es el símbolo de la ineficiencia del MEP, la piedra que permite que la educación en Costa Rica no colapse en su ineptitud.