Se accidentó Tere!!!

La historia de Ana y Daniel Parra le está dando la vuelta al mundo, luego de que se diera a conocer que además de hermanos, son novios y esperan un hijo.


Esta relación rompe todos los esquemas y deja a muchos con la boca abierta. Ana fue abandonada por su padre cuando era tan solo una bebé. Muchos años después, se enteró que él había tenido un hijo, fruto de otra relación.


Por razones del destino, Ana y Daniel se contactaron a través de Facebook y se convirtieron en buenos amigos, incluso se fueron a vivir juntos, para conocerse mejor y compartir más. Pero… después de unos meses, el amor había crecido, pero no precisamente el amor de hermanos.


“Una noche, salimos de fiesta y la besé en medio de la discoteca. Ana se quedó en shock, pero confesamos nuestros sentimientos y decidimos tirar para delante”, dijo Daniel en una entrevista a Univisión.


Enamorados, decidieron mantener su relación y olvidarse de lo correcto y del pecado durante dos años, no les importaba nada más.


De acuerdo con el diario El Mundo, hace un año, decidieron gritarle al mundo que se amaban a través de un programa de televisión en su país España y ahora se dio a conocer que esperan su primer hijo.


“Cuando lo soltamos en el programa nuestro padre nos dijo que algo se olía. Mi madre no se lo tomó muy bien al principio, pero ahora está encantada porque va a ser abuela”, reconoció la joven.


Ella tiene 28 años y su hermano/novio 25. Viven en un apartamento en Barcelona, España y además de sangre, apellido y casa, comparten también la ilusión de convertirse en padres en diciembre próximo, según el diario El País.


Desde 1978, el incesto no es delito en ese país, pero está prohibido el matrimonio entre parientes directos, así que su sueño de convertirse en esposos por ahora no se puede hacer realidad.


Otra dificultad que enfrentan es el apellido del bebé, pues para efectos de registro, Daniel será el tío del pequeño, no el padre.


“Está previsto en el Código Civil que cuando los padres son consanguíneos, sólo se puede inscribir a la madre y no al padre, salvo que haya autorización judicial con intervención del fiscal. El padre tiene que alegar que es en beneficio del menor. No creo que un juez deje al crío en una situación anómala”, explicó Luis Zarraluqui, presidente de honor de la Asociación Española de Abogados de Familia.

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Don Pestillo dijo:

Eso es lo que pasa cuando un país se vuelve liberal... las aberraciones se vuelven normales y se llama "Pensar como primer mundo" o "Ser país desarrollado"


Si permiten algo tan antinatural como hombres o mujeres casarse entre sí, entonces con qué cara van a decirle no a eso.

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