En el país donde sucedió está entre los países más pobres o menos ricos de Europa, comenzó a ser un país hace pocas décadas, algunos de quienes lean esto ya habían nacido cuando este país y otros se formaron.
No tiene mar, perteneció a una gran federación, fue parte de otro país, vivió muchas guerras, tiene un idioma muy difícil, posee una fe riquísima, y una cocina increíblemente sencilla pero candorosa. Sus mujeres son sencillas y tiernas, hacen rabietas tanto como sonríen, extensamente bellas, algunas apenas morenas y con ojos verdes casi transparentes, otras con cabello azabache y piel blanca y labios rojos de cuadro de Blanca Nieves, son exóticas...tienen una apariencia especial, no puede uno ver esa belleza sin notar una etnicidad rica y diferente, como su vino que es de lo mejor.
Tuvo una economía basada en agricultura y metales, y en la construcción, es sin duda un lugar hermoso, el turismo es notablemente importante para el país, pero tiene 3 problemas que relataré más adelante.
Había llegado por el oeste de Europa, pasé unos días bebiendo cerveza en Holanda, la cerveza holandesa es una delicia, es un verdadero arte, sabe a champaña, no deja de burbujear por más que se mantenga en el vaso, es dorada champamos con un tono humo, sabe a alcohol, huele a alcohol con ambrosia.
Pero la gastronomía holandesa no me ofrecía mucho, su plato eran unas bolitas de queso asadas, el almuerzo era pan y más queso, a media tarde beben te o café con tiras de queso, algunos días desayuné una galleta grande con un café de una tienda de conveniencia en el metro, o almorcé una hamburguesa de Burger King, sí. Burger King...más que suficiente, una whopper y un café y estoy listo, tengo un páncreas activo y puedo pasar 24 horas con una sola comida sin ninguna molestia, eso si el caso lo amerita.
A los días me moví hacia el este, por tren hasta el sur de Europa, cercano a los Balcanes, es ahí donde las cosas cambian, una noche en el hostal alguien que había viajado conmigo compartiendo itinerario, me dijo que se vería con su tío (o alguien así) más hacia el suroeste, y que pensaba viajar de largo para encontrarlos, así que lo podía acompañar, pero no tenía el tiempo, estaba sobre un presupuesto de tiempo y dinero, no iba tan apretado económicamente pero definitivamente no podía tomarme esos riesgos, no podía arriesgar pasar un mal rato con gente que no conocía, ni arriesgarme a gastar días en un compromiso, quizás conociendo lugares que no me interesaban, los monumentos son lindos e importantes, pero mis atracciones son diferentes: en mente tenía Chernóbil en Prypia, Ucrania, Transilvania o Spilongo, o Craco que estaba cerca, pueblos fantasma o similares, quería conocer el castillo de Vlad...cómo no?!
Le dije que gracias pero que no quería incomodar, boca abajo abajo en mi camarote cruce mis brazos y apoyé mi cabeza pensativo en que hacer, quería intensidad...quería enamorarme, quería comer...quería ir a lugares prohibidos, cruzar los límites de alguna manera...
A la mañana siguiente mientras preparaba un té y botaba empaques de comida saludé a Mish, Mish es un australiano de 30 y tantos que vive en Atlanta Georgia, los australianos viajan mucho, su economía se los permite.
Mish trabajaba con su padre en Australia en la industria de los muebles, vendían a hoteles y oficinas, Mish viajo a USA por curiosidad y se estableció gracias a la nacionalidad de su madre, sus padres le siguieron luego, es curioso ver a un tipo tan australiano, típico descendiente inglés y la vez tan pícaro y occidentalizado, Mish bebía un té cuando me vio sentarme en el café internet, previo pago de 25 centavos de euro.
-Planeando? Pasa algo? Problemas
-No no, solo que tengo planeado moverme este fin por mi cuenta, pensaba ir a la isla pero no estoy seguro, Transilvania es una opción, pero los nativos me dijeron que...
- Que el castillo no es el verdadero y necesita un automovil...
- Si, eso exactamente…como sabe?
- Alguien lo mencionó cuando llegué...abortaron la idea
Mish se sentó a mi lado sorbiendo te, su piel quemada y área de ojos achicharrados dejaba ver que le gustaba tomar el sol...quizás demasiado...y beber...quizás demasiado...y fumarla...quizás demasiado...
- Buscas algo exóticas supongo
- Mmmm…así es...
- Y cercano...
- Mmmm…así es...
- Y con mujeres, comida y colores...
- Jajaja así es...
Mish se levantó, titubeo y se fue a la recepción, bajo nuevamente las gradas a la cocineta, dejó su taza y me dijo algo que habló con la mujer de la recepción...
- Priezna...go there…go…!
Y puso su mano en mi antebrazo mientras con convicción me lo decía, este es un gesto inobjetable de que alguien está hablando en serio...
Mish se fue, yo giré la silla y busque en google el nombre del lugar....en 5 minutos absorbí tanta información que me tomaría años experimentarla toda, busqué itinerarios, números de teléfono, hoteles, rutas de tren, cultura, comida, precios y dos horas y 3 euros después estaba listo...iría a un festival medieval en la cuna del que fuera uno de los más grandes emperadores de Europa y del mundo báltico, en un país con abecedario cirílico...
Ectasia (nombre cambiado) esta medianamente cerca, es un país gótico como Bélgica, profundo como Rusia y fundido en culturas tanto que tiene influencia otomana o turca, griega, chipriota, rumana, albanesa, búlgara, musulmana y cristiana ortodoxa.
Es un gran país sin duda, está a solo 1 hora desde Italia en avión, el tiquete cuesta 60 dólares, es una buena época (Octubre) y no necesita mucha documentación, el festival de Priesa estaba en su mejor momento de otoño. Le pedí a mi amigo que guardara alguna de mi ropa consigo ya que él viajaba en automóvil, me alisté y a la mañana siguiente tome el tranvía al aeropuerto, iba ligero y esto me alegraba, en dos horas y 4 días al baño (la noche transanterior cené pasta con mucho queso y vinatto) estaba abordando, tenía pesadez y sueño por la madrugada, el estómago me dolía ligeramente por los postres y las bebidas consumidas en la isla.
A las 6:05 estaba despegando, a las 7:10 aterrizando...había bebido agua y jugo de manzana con limonada para aliviar mi cuerpo, llegué a aduanas a las 7:25, a las 7:45 estaba perdido en una plazoleta en las afueras del aeropuerto en la estación de autobuses, letras cirílicas por doquier y un trajín monumental de personas adentro, pero acá afuera era un espacio perdido bajo un hermoso cielo azul.
Saqué mi libreta y chequee la línea, A106 Zhjust, compré una tarjeta de transporte y espere en línea junto con trabajadores del aeropuerto, el bus de puerta al centro se fue tan pronto como llegó, un bip me indicó que mi pasaje fue pagado, me saqué el bulto y me coloqué en el área sin asientos, el autobús hace una ruta tipo periférica y por suerte tiene una pantalla que indica cada parada, Mklopke es el lugar de destino. No pierdo chance de mirar la gente...ellos saben que no soy de aquí: un niño de 12 con ojos azules intensos, viene de la escuela al parecer, una mamá con su niña alzada que indiferente se coloca a mi lado y luego se sienta, tiene cabello rizado, parece rusa, su buena genética le hace ver bien en sus jeans sobre usados, es más baja que yo, usa pulseras y su bebe tiene nariz perfilada y pícara, le dice algo que obviamente no entiendo, supongo que alguna instrucción cuando bajen, aquí la gente siempre anda apurada, un joven chino habla con alguien a su lado, parece haber nacido aquí quizás, y más allá una anciana callada en el asiento preferencial me recuerda a la señora de Coraje el perro cobarde.
El autobús no es nuevo, pero tampoco está maltratado, con meticuloso calculo el chofer frena en cada parada, abre y cierra la puerta con disciplina, pasamos un parque grande y una cuadra más está mi parada, leo calle Belchro en una esquina, camino media cuadra a un edificio cuadrado y viejo toco el timbre número 8 y ahí oigo a Plesbet, que con acento me dice "Pase por favor", el portón eléctrico se abre, subo unas cuantas gradas y fumando veo a un tipo joven con aspecto viejo...mediana edad, fumando, a medio rasurar y con sandalias en esa fría mañana, Plesbet es el encargado de un airbnb un poco menos convencional, está ubicado en la parte de atrás de un edificio de tiendas y oficinas, el es un ex profesor de escuela que ahora es conserje del edificio.
La gente como Plesbet que debe a diario lidiar con turistas y desconocidos se muestra tosca y ruda al primer contacto, es trabajo de uno ganarse su confianza.
- Dario?
- Da
- Ah Macedonio? O ruso?
- Ruso
Hablamos un poco, el habla algo de ruso por su pasado militar..., pero domina el inglés con elegancia y simpleza, aunque no con el nivel digamos de nuestro país, pero logra comunicarse. Me explica que no hay temporada baja pero si cancelaciones, y que le he dado buena espina porque descuentos no hace, subimos al segundo piso, pasamos una puerta de arco y piso empedrado que hace parecer el lugar un castillo, me da los pormenores y me entrega un código, la llave está adentro, hay una cafetera y un pichel eléctrico, un sillón y algunos libros, en los países de la antigua unión soviética como Republica Checa y este; es menester que el inodoro y la ducha están en cuartos separados, así que afortunadamente la ducha se comparte pero mi "cuarto" tiene un inodoro, todo es tan pequeño que se siente cálido, pero tiene sus inconveniencias, el sanitario es angosto, un jugador de la NBA no podría sentarse ahí, pero tiene comodidades, se puede hacer café y tiene un pequeñísimo refrigerador, a tan solo 100 metros hay una panadería...y ayúdenme a decir repostería...
Deseo ser el tipo de Jumper, para en mi trabajo en San José poder transportarme hasta esa panadería y regresar para disfrutar un café con baklavas, con kifli, con tulumbi y bombici..., ya en la isla de Murano en Italia disfrute de dulces y bocadillos que jamás imaginé disfrutar, mis preferidos en Costa Rica son las cocaditas y los suspiros de la Samuelito en el Centro Comercial del Sur. No debo permitirme estos antojitos, pero estando de viaje controlarse es tan difícil.
Apenas son las 9 y 45, necesito despertarme, me pongo una camiseta de punto blanca con cuello v y una la sudadera nada más, me aprendo de memoria el código de la puerta y el portón, cierro y bajando veo nuevamente a Plesbet, le digo que voy a la panadería, al principio no me entiende pero luego capta.
-Oh Bakery..yes yes..
-Necesita algo?
-No gracias. Cuñada mía trabaja ahí, mujer alta blanca.
-Vaya casualidad...
-No, no necesito nada...
Bajo y camino hacia la panadería la mañana es medianamente fría y ventosa, compro algunos pequeños panes rellenos de huevos preparados con embutido, agua embotellada, papel higiénico y un six pack de sodas color zumo, subo y preparo café del que traigo en mi maleta, hiervo agua para lavar los utensilios, el café empieza a chorrear, el pan huele muy bien, me estiro en el sofá, y conecto mi tablet...oh si...no detallé esto...este país es el PRIMER PAIS WIRELESS DEL MUNDO, si...así es…el primer país con full conexión inalámbrica del mundo...!!!
Y aquí es donde menciono una de las 3 cosas malas de este país, aunque esta en cierto modo es compartida por casi toda Europa, primero, los tomacorrientes son tipo F, se requiere un adaptador para cargar la laptop, o el celular o la tablet, y la red eléctrica esta sobrecargada, los apagones pueden ser comunes en tiempos de invierno por las bajas temperaturas, así que eso se puede convertir de alguna forma en un problema.
Dejo mi tablet y bebo el primer sorbo de café..., no puedo permitirme dormir tan de temprano por mas falta de sueño que sufra, me duele el estómago por los abusos, gracias a dios por la soledad...ya que me suena...
Bajo a las escaleras a terminar mi segundo café después del desayuno, Plesbet está hablando por teléfono donde lo vi por última vez, me acerco a una ventana sin vidrios con barrotes desde donde se ve un patio interno con más portones y una bodega, además de unas lavadoras y secadoras bajo un techo, Plesbet se acerca y me pregunta si busco algo, le digo que no, que solo estoy disfrutando la mañana para no estar encerrado, le comento de mi destino y me dice que es un destino poco común, que los "muchachitos" irían a otros lugares. Nota como miro a una chica delgadita que sale de la entrada posterior del edificio y bromea conmigo diciéndome que ojala no sea casada, yo solo río sin poder disimular. En Europa el mínimo detalle no pasa desapercibido cuando uno está involucrado en sociabilizar, saben que uno mira a las mujeres, saben que bebe, que fuma o que es tímido o está asustado.
Le pido un cigarrillo a Plesbet y me regala uno, no fumo pero el momento aestetico lo requería, me pregunta si soy argentino, no sabe dónde está Costa Rica, pero lo recuerda del mundial, no es muy aficionado al futbol, es algo celoso al hablar sobre su familia, está hecho a la antigua, me cuenta sobre su trabajo en la milicia que fue donde conoció a su segunda esposa con quien no tiene hijos.
Le dejo el cigarrillo a la mitad, termino mi café y regreso a lavarme los dientes, quiero caminar por ahí antes de llamar a casa, además necesito recargar mi tarjeta de tranvía y de bus, cruzo el edificio completo…no sabía de lo que me perdía…
Mañana continúo...