Un ciudadano armado es un cuidadano respetado por los delincuentes.
El delincuente no le teme a la cárcel, le teme a la muerte.
Según algunos estudios, los pandilleros habituales estudian antes a la víctima para determinar si tiene armas, para ver si sus vidas peligran.
Se afirma en la doctrina, que el sustento de la legítima defensa "no puede ser otro que el derecho del ciudadano a ejercer la coerción directa cuando el estado no puede proporcionarla en el caso concreto con parecida eficacia". (Derecho Penal, Parte General, Eugenio Raúl Zaffaroni, Ediar, 2000, página 583)
Un ciudadano es más susceptible de ser respetado en tanto que temido si sus derechos de ciudadanía están bien respaldados por un arma.
Los violentos asaltos a viviendas con sus ocupantes dentro y los asaltos callejeros, conmocionan a la opinión pública y además no han hecho más que evidenciar una vez más que el Estado no puede proteger al 100% de los ciudadanos en el 100% del tiempo.
No es posible tener un policía en cada casa, ni detrás de cada persona amenazada, ni guardando cada negocio. El Estado, en el ejercicio del monopolio de la fuerza como presunta salvaguarda de los derechos de los ciudadanos, fracasa en gran medida, aunque en los noticiarios salgan negándolo.
Una de las recomendaciones que hace la policía para "digerir" un asalto es: "no se resista, cumpla rápidamente con las instrucciones de los asaltantes y déles lo que piden antes de que se pongan nerviosos".
Esa recomendación no puede ser aceptable, pues parte de la táctica del asaltante consiste en usar la violencia sin preguntarse o averiguar si la víctima piensa cooperar o no con ellos.
Lo que está haciendo la Policía con este tipo de recomendaciones es poniéndole claro a los ciudadanos no sólo que estamos solos ante el peligro, sino que por nuestro bien es mejor colaborar, para evitar males mayores. (Para ellos es muy cómodo, sólo llegan a marcar la silueta de la víctima sobre el piso)
¿Y qué garantías pueden darnos después de que, una vez asaltados y si salimos con vida, podamos recuperar nuestros bienes o podamos recuperar nuestro anterior estado psicológico? Esto sin tratar el tema de las lesiones que seguramente se habrán sufrido en el ataque antes de dejarle muy claro a los maleantes que por recomendación de la Policía nos vamos a dejar asaltar y que pueden llevarse lo que quieran!
¿Ofrece acaso la Policía algún tipo de compensación por su más que demostrada incapacidad para evitar que seamos víctimas de un atraco?
¿Acaso tenemos la opción de no pagar con nuestros impuestos los salarios de la policía que aparte de ineficientes tienen la tranquilidad de recomendarnos que no opongamos resistencia»?
Y como si eso fuera poco - y como ustedes bien lo saben - la legislación tampoco brinda facilidades para que los ciudadanos puedan defenderse de forma eficaz cuando le falla la "Fuerza Pública".
En algunas legislaciones se estipula que "la razón de defensa de personas o bienes, por sí sola, no justifica la concesión de la licencia, cuya expedición tendrá carácter restrictivo, limitándose a supuestos de existencia de riesgo especial y de necesidad". Increíble !!!!
En Costa Rica quieren legislar en ese sentido, sólo si se está ante un peligro se puede obtener permiso de portación de armas.....Bastará con llevar cualquier edición de La Extra como prueba para demostrar que todos vivimos a diario ante un peligro inminente.
La seguridad de todos nosotros es una necesidad básica por lo que las autoridades deben brindarla de la mejor forma posible.
Es un gran error de muchos creer que si alguien tiene armas, cierta afición por las mismas o que también entrena y practica, se trata de un loco o que ha visto muchas películas de Rambo....pero esa opinión la cambian el día en que los atacan en sus propias casas o les asaltan con medios violentos sin haber tenido la posibilidad de defenderse....a no ser que crean fielmente en que lo mejor es dejarse, dada la recomendación de la Policía....para "evitar males mayores". (Gracias Policía por ese consejo !!!!!!)
Nadie puede imponer que todo el mundo vaya armado si así no lo quiere o le dan miedo las armas, pero nadie tampoco debería prohibírselo a quien opte por esa vía.
Así como sucede con la alimentación, la vivienda, la salud y otros valores fundamentales para la vida, el derecho a defenderla de agresiones ilegítimas también es un derecho fundamental.
Ninguna autoridad, ni nadie, debería prohibir que nos hagamos de los medios adecuados para hacernos respetar por aquellos que con el mayor desprecio hacia la humanidad amenazan nuestra vida, nuestra libertad y nuestros bienes.
El delincuente no le teme a la cárcel, le teme a la muerte.
Según algunos estudios, los pandilleros habituales estudian antes a la víctima para determinar si tiene armas, para ver si sus vidas peligran.
Se afirma en la doctrina, que el sustento de la legítima defensa "no puede ser otro que el derecho del ciudadano a ejercer la coerción directa cuando el estado no puede proporcionarla en el caso concreto con parecida eficacia". (Derecho Penal, Parte General, Eugenio Raúl Zaffaroni, Ediar, 2000, página 583)
Un ciudadano es más susceptible de ser respetado en tanto que temido si sus derechos de ciudadanía están bien respaldados por un arma.
Los violentos asaltos a viviendas con sus ocupantes dentro y los asaltos callejeros, conmocionan a la opinión pública y además no han hecho más que evidenciar una vez más que el Estado no puede proteger al 100% de los ciudadanos en el 100% del tiempo.
No es posible tener un policía en cada casa, ni detrás de cada persona amenazada, ni guardando cada negocio. El Estado, en el ejercicio del monopolio de la fuerza como presunta salvaguarda de los derechos de los ciudadanos, fracasa en gran medida, aunque en los noticiarios salgan negándolo.
Una de las recomendaciones que hace la policía para "digerir" un asalto es: "no se resista, cumpla rápidamente con las instrucciones de los asaltantes y déles lo que piden antes de que se pongan nerviosos".
Esa recomendación no puede ser aceptable, pues parte de la táctica del asaltante consiste en usar la violencia sin preguntarse o averiguar si la víctima piensa cooperar o no con ellos.
Lo que está haciendo la Policía con este tipo de recomendaciones es poniéndole claro a los ciudadanos no sólo que estamos solos ante el peligro, sino que por nuestro bien es mejor colaborar, para evitar males mayores. (Para ellos es muy cómodo, sólo llegan a marcar la silueta de la víctima sobre el piso)
¿Y qué garantías pueden darnos después de que, una vez asaltados y si salimos con vida, podamos recuperar nuestros bienes o podamos recuperar nuestro anterior estado psicológico? Esto sin tratar el tema de las lesiones que seguramente se habrán sufrido en el ataque antes de dejarle muy claro a los maleantes que por recomendación de la Policía nos vamos a dejar asaltar y que pueden llevarse lo que quieran!
¿Ofrece acaso la Policía algún tipo de compensación por su más que demostrada incapacidad para evitar que seamos víctimas de un atraco?
¿Acaso tenemos la opción de no pagar con nuestros impuestos los salarios de la policía que aparte de ineficientes tienen la tranquilidad de recomendarnos que no opongamos resistencia»?
Y como si eso fuera poco - y como ustedes bien lo saben - la legislación tampoco brinda facilidades para que los ciudadanos puedan defenderse de forma eficaz cuando le falla la "Fuerza Pública".
En algunas legislaciones se estipula que "la razón de defensa de personas o bienes, por sí sola, no justifica la concesión de la licencia, cuya expedición tendrá carácter restrictivo, limitándose a supuestos de existencia de riesgo especial y de necesidad". Increíble !!!!
En Costa Rica quieren legislar en ese sentido, sólo si se está ante un peligro se puede obtener permiso de portación de armas.....Bastará con llevar cualquier edición de La Extra como prueba para demostrar que todos vivimos a diario ante un peligro inminente.
La seguridad de todos nosotros es una necesidad básica por lo que las autoridades deben brindarla de la mejor forma posible.
Es un gran error de muchos creer que si alguien tiene armas, cierta afición por las mismas o que también entrena y practica, se trata de un loco o que ha visto muchas películas de Rambo....pero esa opinión la cambian el día en que los atacan en sus propias casas o les asaltan con medios violentos sin haber tenido la posibilidad de defenderse....a no ser que crean fielmente en que lo mejor es dejarse, dada la recomendación de la Policía....para "evitar males mayores". (Gracias Policía por ese consejo !!!!!!)
Nadie puede imponer que todo el mundo vaya armado si así no lo quiere o le dan miedo las armas, pero nadie tampoco debería prohibírselo a quien opte por esa vía.
Así como sucede con la alimentación, la vivienda, la salud y otros valores fundamentales para la vida, el derecho a defenderla de agresiones ilegítimas también es un derecho fundamental.
Ninguna autoridad, ni nadie, debería prohibir que nos hagamos de los medios adecuados para hacernos respetar por aquellos que con el mayor desprecio hacia la humanidad amenazan nuestra vida, nuestra libertad y nuestros bienes.