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Wilas

Para Reflexionar.....

Mis rodillas no se mueven. Mis piernas están adormecidas y no quieren caminar. Es curioso, son solo diez metros hasta aquel salón, donde me esperan unos padres ansiosos y desesperados, y todo mi cuerpo se resiste a avanzar.

Hace solo dos minutos, salí de la sala de reanimación de la Unidad de Trauma del Hospital Nacional de Niños en donde yacen dos seres humanos maravillosos: un niño y una niña. Juntos, no suman ni once años de vida. Ambos fueron impactados por un carro en el vehículo en el que viajaban para la escuela.

La explosión de fuerza que se produjo, atrapó sus cuerpecitos entre el caos de latas. Sus cabecitas quedaron mezcladas entre el metal retorcido. Sus manitas, chocaron contra el filo del vidrio cortante.

Sus espaldas pegaron contra el duro y negro asfalto. Ambos están muertos.

Miro a mis compañeros de equipo y en sus ojos se refleja el dolor por la pérdida de quienes, apenas hace media hora, eran unos pequeños desconocidos. Sus miradas reflejan la frustración de quien pierde una batalla. Están con el alma cansada porque nadie nunca es el mismo luego de ver morir a un niño, y menos a dos.

Ahora, como grupo, tenemos otra responsabilidad igual o más dura que batallar de cara contra la muerte. Es la responsabilidad de estar frente a un par de padres quienes, con la mayor angustia, nos esperan para saber cómo están sus pequeños.

La puerta se abre y en forma inmediata dos pares de ojos enrojecidos se conectan con los míos y naufragan en la mirada de quienes me acompañan. Una sonrisa hecha mueca desaparece rápidamente en sus caras como queriendo engañar al cuerpo diciéndole que las cosas van a estar bien. Se toman las manos. No podrían estar más cerca. Con manos temblorosas, se limpian las lágrimas. Sus manos están blancas como toda la piel de sus cuerpos. A pesar de que tenemos solo treinta segundos en esa habitación, es fácil ver el temblor en sus labios al hablar y sus rodillas inquietas. Son un par de padres aterrorizados.

Finalmente, cuando lo que debe suceder no se puede contener, cuando tengo la responsabilidad de hablar y de aplastar la esperanza de vida, mi voz al igual que mis piernas, flaquea. ¿Cómo hacer esto?

¿Cómo decirle a un par de jóvenes que sus hijos están muertos? ¿Cómo explicarles que hoy, al regresar y abrir la puerta de la casa, no se encontrarán con aquellas voces llamando a papá?

Cuando, por fin, la voz se suelta y pronuncia el discurso tan temido, este hombre y esta mujer abren sus bocas tratando de aspirar el alma de sus hijos. Un viento frío, helado, se pega en sus gargantas y no los deja respirar. En aquella habitación de hospital, todo empieza a moverse en cámara lenta. Nos miran tratando de encontrar una cara que les diga que lo que acaban de oír fue una broma macabra.

Buscan una cara que les diga lo contrario, que les devuelva la vida a sus hijos y a ellos'.

Es al final de esta conversación cuando nos golpea otra realidad: el conductor que los colisionó está detenido, pero aún no sabe que sucedió. Venía de una fiesta y está tan borracho, tan inconsciente, tan feliz' Resulta que conducir después de tomar licor era su conducta habitual. Nos enteramos de que ya lo habían detenido, pero –qué casualidad– dicen que no era reincidente.

Permisividad criminal.

Resulta que, ahora, quien les explica a estos papás que sus hijos deberán ir a una morgue en lugar de terminar su viaje y llegar a la escuela, sabe que esto pasa porque el Estado costarricense es permisivo y que quien debería estar detenido por usar un arma en la vía pública bajo los efectos del alcohol, está en la calle por el “pobrecito”'

Reto a quienes, por salvar unos cuantos votos, permitieron que siguiera la fiesta de miles de personas que todos los días toman licor antes de llegar a sus casas y conducen hasta matar.

Pero también reto a cada uno de los ciudadanos que favorecen esas conductas diciendo “'. ¿cómo?

Ahora, no se puede tomar ni un traguito”, “'diay, entonces no se puede ni ir a una graduación”, “' ¡Qué vida! Ya no podemos ir a una fiesta”' como si todo lo que se celebrara en las fiestas fuese el guaro. Los reto por haber permitido que esto sucediera.

Reto a cada ciudadano por no haber hecho más, ni ellos ni nosotros, ni ellos ni yo. Nuestra función en la sociedad no se limita a dejar solos a los que gobiernan. No tuvimos el valor, la fuerza y la entereza para tener un estado de cero tolerancia a la conducción bajo los efectos del alcohol. Los ciudadanos no tuvimos el nivel de organización y valor que tuvo Candice Lightner en 1980, quien, después de enfrentar la muerte de su hija de 13 años por un conductor borracho, fundó en los Estados Unidos MADD, que son las siglas en inglés de una organización cuya traducción en español es “Madres Contra Conductores Borrachos” (www.madd.org).

Tenemos que asumir como costarricenses que nuestras almas también estarán manchadas por la sangre de cada niño, de cada niña y de cada persona que muera o sufra lesiones por una conducta asociada a la conducción y al alcohol, conductas que pudieron ser frenadas con una ley realmente fuerte que permitiera a los fiscales y jueces tener armas de peso para trabajar. No leyes de juguete, con portillos para evadir la responsabilidad y, peor aún, evadir la moralidad que, como seres humanos, debemos tener: esa humanidad y moralidad que, después de defender o de liberar a un conductor borracho, nos permita vernos ante un espejo y no sentir verguenza y asco de nuestros actos y de nosotros mismos.

Después de casi diez años de ser el cirujano responsable de la Unidad de Trauma del Hospital Nacional de Niños y de haber dado esta noticia unas doscientas cincuenta veces a unas doscientas cincuenta familias, les puedo decir que una parte de nosotros se queda ahí, y que es peor cuando en la intimidad de nuestro ser sabemos que aquello no debió suceder. Reto a todos los responsables de estas muertes para que vengan a hablar con estos padres.

Conductores borrachos y leyes de juguete - Opinión - nacion.com




:( :( :(
 
Ayer lo lei y de verdad me parecio desgarrador, juro que lloré....es increible que no se contemple las tragedias q se pueden provocar al manejar con licor...igualmente la inutilidad de los diputados en sostener las penas y multas q se habian estipulado originalmente para frenar esto.
Muy fácil hacerse de la vista gorda cuando no es TU HIJO el que esta en esa cama fría de hospital....
 
si es tienes razón, es una desgracia, que nuestros diputadillos, de la asamblea legislativa no piensen mejor las cosas, a este nido de ratas, borrachos, corruptos, aprovechados, buenos para nada, dejaron ir una de las mejores formas que tenia el país para parar a los ya mencionados, pero claro como ellos se pueden pagar una multa de 300 mil y sobornar por ser de alto cargo hacen esto, como ya se ha dicho ellos están solo por ellos.
 
Dejando de lado la ineptitud de muchas personas que se encuentran en el gobierno, afrontemos la realidad, estas cosas no solo ocurren por que no exista una ley que castigue como debe de ser al que conduce borracho; esas injusticias ocurren por que las personas son irresponsables, yo misma me acuso de irresponsable, no porque haya conducido en estado de ebriedad, pero si por haberme montado con personas que han bebido más de la cuenta una noche de fiesta, ahí esta el momento de hacer la diferencia.

Para salir, celebrar o divertirse no necesitamos tomar, y menos si se sabe de antemano que se va a conducir, mejor pagar un taxi o ponerse de acuerdo con los amigos y que una persona sea chofer designado. Es muy fácil echarle siempre la culpa a otros, lo difícil es luchar por un cambio
 
#1 en FACTURA ELECTRÓNICA
Esto es una ridiculez como es posible que una persona que no lleve el cinturon pague mas que un conductor borracho , me parece un chiste y una burla para los costarricenses , Dios no quiera que pierdan un hijo y se sientan impotentes de saber que no pueden hacer nada para castigar a la persona que les destrozo la vida.
 
De verdad que es triste, ver como todos los dias alguien pierde la vida porque a algún irresponsable se le ocurrió que podía manejar "medio picado" (sobretodo). Ahora, lo que no entiendo es el porque de dar una oportunidad??? Acaso ya no se las estan dando?, Acaso una ley que diga que NO se puede manejar bajo los efectos del licor no es una oportunidad???, Hasta cuando vamos a seguir pagando el alto precio de la sangre de la gente que amamos para defender al "pobrecito" que no le importa nada ni nadie, que no piensa que lo estan esperando en la casa, que no piensa en que hay gente que anda por la calle, llevando una vida normal y que son esperados tambien en sus casas.... recordemos que todos somos el/la hij@ de alguien, los padres de alguien, los hermanos de alguien , que cada perdida, aunque para muchos sea anónima, conlleva un inmenso dolor para una familia a quien le arrebataron un ser amado. De verdad que deberiamos ser mas concientes, no tiene nada de malo "echarse" unos tragos, mientras no se maneje.... una multa no es suficiente, como lo dijo uno de los testigos del atropello de un ciclista, no se si fue ayer u hoy "Un borracho con un carro, es como un asesino armado" que palabras mas sabias.....
 
Lo peor de todo es que los malnacidos que andan borrachos y matan una persona son los que terminan vivos!
 
Última edición por un moderador:
Lo peor de todo es que los malnacidos que andan borrachos y matan una persona son los que terminan vivos!

Es cierto, la vida es tan rara... muere gente que no tiene la culpa y queda vivo el malnacido irresponsable... :oops::|
 
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