safito
VERIFICADO
Seria preocupación por amenazas de daño al Parque Nacional Marino Ballena
Alberto Cole De León
Alcalde de Osa, Puntarenas
El cantón de Osa posee zonas costeras de gran valor debido a la extraordinaria diversidad de flora y fauna, que brinda insospechadas opciones para incentivar el turismo amigable con la naturaleza.
Una de esas fortalezas la tenemos en las 110 hectáreas terrestres –y otras 5.375 hectáreas marinas– que forman el Parque Nacional Marino Ballena donde habitan especies de reptiles, como la iguana verde, y de aves, como el pelícano, el ibis blanco y las fragatas.
Es de sobra conocido que el Parque se ha convertido en los últimos años en una especie de símbolo para difundir la imagen del cantón en folletos turísticos, páginas en la Internet, publicaciones especializadas y documentales científicos.
Formado mediante la emisión de un Decreto del Poder Ejecutivo emitido el 14 de diciembre de 1989, el Parque se ubica en el distrito de Bahía Ballena, entre las zonas de Punta Uvita y Punta Piñuela.
Ambiente y turismo. En tiempos recientes, he notado cómo algunas amenazas podrían dañar este tesoro verde de valor incalculable para el desarrollo de la educación ambiental, como sitio para el trabajo de campo de estudios científicos e imán para la llegada de visitantes nacionales y extranjeros.
Por ese motivo, debemos redoblar esfuerzos para ejercer un control estricto sobre algunas actividades agrícolas –especialmente de grandes extensiones de monocultivos–, que podrían estar contaminando los ríos que desembocan en el Parque.
Es necesario desarrollar una estrategia de monitoreo constante para que se eviten este tipo de impactos negativos y, además, interponer las denuncias del caso ante las autoridades correspondientes.
Cara pasividad. No cabe en este tema quedarse de brazos cruzados, porque la pasividad en materia ambiental se paga muy cara, en vista de que en la mayor parte de las ocasiones resulta en extremo difícil reparar en un ciento por ciento el daño ocasionado.
El gobierno local de Osa posee una Comisión Ambiental que está dispuesta a escuchar las denuncias del caso, siempre y cuando se presenten las pruebas (documentales, testimoniales o fotográficas) que respalden cada queja.
Únicamente con el apoyo de ciudadanos responsables lograremos conservar el Parque libre de cualquier amenaza que ponga en peligro este bastión del turismo ecológico en la zona sur.
Alberto Cole De León
Alcalde de Osa, Puntarenas
El cantón de Osa posee zonas costeras de gran valor debido a la extraordinaria diversidad de flora y fauna, que brinda insospechadas opciones para incentivar el turismo amigable con la naturaleza.
Una de esas fortalezas la tenemos en las 110 hectáreas terrestres –y otras 5.375 hectáreas marinas– que forman el Parque Nacional Marino Ballena donde habitan especies de reptiles, como la iguana verde, y de aves, como el pelícano, el ibis blanco y las fragatas.
Es de sobra conocido que el Parque se ha convertido en los últimos años en una especie de símbolo para difundir la imagen del cantón en folletos turísticos, páginas en la Internet, publicaciones especializadas y documentales científicos.
Formado mediante la emisión de un Decreto del Poder Ejecutivo emitido el 14 de diciembre de 1989, el Parque se ubica en el distrito de Bahía Ballena, entre las zonas de Punta Uvita y Punta Piñuela.
Ambiente y turismo. En tiempos recientes, he notado cómo algunas amenazas podrían dañar este tesoro verde de valor incalculable para el desarrollo de la educación ambiental, como sitio para el trabajo de campo de estudios científicos e imán para la llegada de visitantes nacionales y extranjeros.
Por ese motivo, debemos redoblar esfuerzos para ejercer un control estricto sobre algunas actividades agrícolas –especialmente de grandes extensiones de monocultivos–, que podrían estar contaminando los ríos que desembocan en el Parque.
Es necesario desarrollar una estrategia de monitoreo constante para que se eviten este tipo de impactos negativos y, además, interponer las denuncias del caso ante las autoridades correspondientes.
Cara pasividad. No cabe en este tema quedarse de brazos cruzados, porque la pasividad en materia ambiental se paga muy cara, en vista de que en la mayor parte de las ocasiones resulta en extremo difícil reparar en un ciento por ciento el daño ocasionado.
El gobierno local de Osa posee una Comisión Ambiental que está dispuesta a escuchar las denuncias del caso, siempre y cuando se presenten las pruebas (documentales, testimoniales o fotográficas) que respalden cada queja.
Únicamente con el apoyo de ciudadanos responsables lograremos conservar el Parque libre de cualquier amenaza que ponga en peligro este bastión del turismo ecológico en la zona sur.
