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Wilas

Curiosidades del cerebro

kokoro20

ANÓNIMO
El cerebro, a pesar de ser el que se encarga de producir la sensación de dolor, no es capaz él mismo de sentir dolor. Se puede cortar un cerebro vivo sin que su propietario se dé cuenta (no sólo porque pierde facultades, sino porque simplemente no lo percibe).
Los dolores de cabeza provienen de los vasos capilares, músculos y nervios que lo rodean, no del cerebro mismo.

Un cerebro humano es casi un 80 % agua, es decir, comparativamente contiene más líquido incluso que la sangre. De hecho, su contextura es muy similar a la gelatina.
Por ser tan blando, y por ser el centro de comando de todo el organismo, el cerebro es el órgano mejor protegido, encerrado en un escudo que llamamos cráneo. Pero esa misma protección puede ir en su contra: en casos de impacto, el cerebro se bambolea y como está constreñido en el espacio del interior del cráneo, rebota contra.

Aunque representa apenas un 2 % del peso total del cuerpo humano, nuestro cerebro consume el 25 % del oxígeno utilizado por el mismo. En comparación, el corazón requiere únicamente el 7 % del oxígeno vital.


Aún así, resulta ser una “máquina” sumamente eficiente, pues se calcula que en un día promedio, el cerebro consume el equivalente energético a dos bananos, nada más. Y con ello le basta para mantener al cuerpo funcionando, interpretar los estímulos que le son enviados por los sentidos, sostener el equilibrio, sentir emociones, y hasta crear sinfonías.

Los neandertales tenían un cerebro más grande que el nuestro. Igualmente, los orientales (japoneses y coreanos en especial) tienen en promedio un cerebro más grande que el de las demás etnias. Las mujeres tienen en promedio un cerebro un poco más pequeño que los varones pero es también más denso en compensación. Pigmeos, gente pequeña y gente muy alta o voluminosa tienen todos ellos cerebros de tamaño similar al promedio.
Una de cada cuatro personas estornuda si le da una luz fuerte en la frente. Esto se debe a un pequeño defecto en las conexiones nerviosas de la zona, que se confunden al ser afectadas por un incremento súbito en la luminosidad, emitiendo una señal que el cerebro interpreta como si fuera igual a la que produce una irritación en las fosas nasales.
 
Excelente.

Excelentes datos que en verdad causan asombro.
como por ejemplo eso del consumo de oxígeno del cerebro o lo del dolor.

Gracias.
 
Una de cada cuatro personas estornuda si le da una luz fuerte en la frente. Esto se debe a un pequeño defecto en las conexiones nerviosas de la zona, que se confunden al ser afectadas por un incremento súbito en la luminosidad, emitiendo una señal que el cerebro interpreta como si fuera igual a la que produce una irritación en las fosas nasales.

Ahora se porque me pasa.

Buen post.
 
Salvo en el caso de personas demasiado sensibles, es imposible que uno se “haga cosquillas” a sí mismo. Es decir, se puede hacer el mismo movimiento que haría otra persona en zonas sensibles donde ella o él puede provocarnos la risa al hacernos cosquillas, pero en el caso de la misma persona, no se reirá.

Ello se debe a que el cerebro es capaz de predecir la sensación de la cosquilla y neutralizarla cuando se lo hace uno mismo. Es por eso, también, que solemos dejar de sentir cosquillas si tomamos la mano del “cosquilleador” y la empezamos a dirijir.

Hasta los 2 años, los niños son capaces de diferenciar todos los sonidos de cualquier idioma. Luego de eso el cerebro empieza a concentrarse en los que escucha a menudo, y por eso termina, con la edad, por no poder diferenciar sonidos que no sean los del idioma materno, a menos que haga el ingente esfuerzo de estudiar.
Si usted tiene un dominio relativamente funcional de otro idioma (por ejemplo, si usted tiene un nivel de Inglés básico) es posible que le sea más fácil llegar a dominar un idioma adicional si toma un curso donde el “idioma base” sea su segunda lengua, y no la lengua materna. Incluso tiene buenas posibilidades de que llegue a incrementar su habilidad con ese segundo idioma.

Por ejemplo, si usted quiere estudiar japonés, y tiene un cierto dominio del inglés (digamos un nivel intermedio bajo), es ,si le es posible debería intentar estudiar un curso de inglés-japonés, y no de español-japonés posible que mientras empieza a adquirir dominio en el japonés (y con toda probabilidad más rápido que si se basara en el español), su fluidez con el inglés se incremente paralelamente.

Esto se da porque al tener que procurar entender las instrucciones y explicaciones del curso en inglés (que, dado que deben corresponderse con el nivel de principiante del japonés) su cerebro instintivamente procurará saltarse el paso previo de “pre-traducir” al español lo que está escuchando, y entonces se ejercitará en la comprensión automática del inglés. Dicho de otro modo, empezará usted a traducir al inglés lo que aprende del japonés, mientras en cierto modo su vocabulario en español estará “desconectado”.

Y como de lo que se trata es de que usted comprenda sin traducir, se encontrará con que empieza a comprender no sólo el japonés, sino el inglés, y podrá incluso empezar a hablar ambos idiomas nuevos con una fluidez que antes no tenía. Otro detalle que bien saben los que dominan varios idiomas: cada nuevo idioma va resultando más fácil de llegar a dominar.
 
#1 en FACTURA ELECTRÓNICA
Salvo en el caso de personas demasiado sensibles, es imposible que uno se “haga cosquillas” a sí mismo. Es decir, se puede hacer el mismo movimiento que haría otra persona en zonas sensibles donde ella o él puede provocarnos la risa al hacernos cosquillas, pero en el caso de la misma persona, no se reirá.

Ello se debe a que el cerebro es capaz de predecir la sensación de la cosquilla y neutralizarla cuando se lo hace uno mismo. Es por eso, también, que solemos dejar de sentir cosquillas si tomamos la mano del “cosquilleador” y la empezamos a dirijir.
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Todo es muy interesante, que curioso lo de las cosquillas :D
 
Voy con otro poco mas... Enjoy !!!


Beber no destruye neuronas. Beber en exceso durante muchos años da lugar a que se reduzca el tamaño del cerebro pero, por lo general, se trata de un fenómeno reversible. El vino tinto puede incluso proteger el cerebro, al reducir el riesgo de derrames cerebrales, siempre y cuando la dosis oscile entre dos vasos a la semana y hasta tres vasos al día como máximo.

Un golpe fuerte en la cabeza no cura la amnesia. Por mucho que el cine se haya empeñado en convencernos de lo contrario. Tampoco se consigue con hipnosis ni con la visión de un objeto muy apreciado; en cuanto a la neurocirugía, es más probable que, en lugar de remediar la pérdida de memoria, la cause.

La mitad izquierda no es “racional”. Esa región de la corteza cerebral es la que produce el lenguaje y resuelve los problemas, pero ello no quiere decir que sea la “mitad racional”. La parte izquierda del cerebro necesita lógica y orden, hasta el punto de que, si algo no tiene sentido, lo habitual es que el cerebro invente una explicación verosímil.

El estado de ánimo de ellas no es más variable que el de ellos. Lo que ocurre es que tanto unos como otras tienden a recordar mejor los cambios del estado de ánimo de las mujeres, por lo que las personas a las que se les pide que recuerden el grado de variabilidad de su estado de ánimo o del de su pareja mencionan más cambios de humor en ellas.

Los ciegos no oyen mejor. No gozan de unas condiciones mejores que las personas videntes para identificar los sonidos, aunque sí es cierto que tienen una mejor memoria, especialmente para el lenguaje. También son más diestros en la localización de sonidos débiles. Ambas habilidades pueden ayudarles a reconocer mejor todo aquello que les rodea.

Escuchar a Mozart no hace más listo a un bebé. Este mito surge de una investigación realizada entre estudiantes de enseñanza superior que detectó que esa actividad producía un efecto limitado, que duraba sólo media hora. Sin embargo, aprender a tocar un instrumento musical se asocia con un incremento de la capacidad para el razonamiento espacial.

Los pliegues exteriores no guardan relación con la inteligencia. Las circunvoluciones o relieves están más bien relacionadas con el tamaño del cerebro, porque gracias a esa disposición cabe más cerebro en un espacio más reducido. En los cerebros más grandes, la corteza contiene asimismo más materia blanca, las fibras de asociación que conectan regiones distantes del cerebro.

Es falso que sólo empleemos el 10%. En Estados Unidos, esta aseveración apareció por primera vez en los escritos de Dale Carneige, un autor de libros de autoayuda que no era científico. Carneige citó mal un pasaje del psicólogo William James, quien en realidad había afirmado que utilizamos apenas una fracción del potencial del cerebro.

El ejercicio físico favorece al cerebro en la vejez. Hace que el oxígeno y la glucosa sigan fluyendo cuando la persona envejece. Practicarlo de forma regular mejora el funcionamiento del cerebro en las personas mayores, que pueden sufrir problemas de planificación y de pensamiento abstracto porque la corteza frontal se reduce con la edad.

Es capaz de sintonizar sonidos. Resulta complicado utilizar el teléfono móvil en un lugar ruidoso. Taponarse el otro oído con un dedo no da resultado. En lugar de eso, tápese el micrófono del aparato para oír mejor. Este truco aprovecha la capacidad del cerebro para separar las señales que le llegan desde diferentes lugares.

Nos permite movernos por el espacio, como un navegador. Uno de los trabajos más arduos del cerebro es lo que consigue hacer sin que nos demos cuenta.

Es relativamente fácil hacer que un ordenador aplique reglas lógicas y efectúe operaciones matemáticas, pero resulta difícil que evalúe una imagen visual y se desplace con facilidad por el espacio, como hacemos los humanos automáticamente. Por ejemplo, el cerebro humano puede distinguir objetos visualmente e identificar voces en una fiesta, tareas que son todo un reto para un ordenador .

Reaccionamos antes de pensar. A menudo nos damos cuenta de nuestra respuesta a un acontecimiento sólo cuando ya hemos comenzado a reaccionar. Por ejemplo, si se pide a un grupo de personas normales que reaccionen a un estímulo visual, éstas suelen indicar haber adquirido conciencia del estímulo medio segundo después de comenzar a reaccionar. De esta manera, la conciencia actúa como una especie de intérprete que proporciona información retrospectiva sobre nuestras acciones.

Toma atajos y se equivoca. El cerebro suele buscar rápidamente una respuesta adecuada, en lugar de emplear más tiempo para dar con la respuesta perfecta. Esto significa que toma atajos y da muchas cosas por sentadas.

Los testigos presenciales no son fiables. El cerebro se desembaraza de la mayor parte de la información que le llega del exterior una vez que ha comprobado que no reviste novedad.

Por esa razón los testigos presenciales son manifiestamente de escasa fiabilidad, en parte porque todos creemos que vemos y recordamos más detalles de los que realmente podemos ver y recordar.

No siempre interpretamos los hechos con lógica. Durante la mayor parte del tiempo, el cerebro interpreta aquello que presenciamos de acuerdo con unas reglas generales que son fáciles de aplicar, pero que no siempre guardan una lógica. Requiere muchísimo esfuerzo aplicar en todo un análisis pausado y meticuloso, que es apropiado para realizar cálculos matemáticos o resolver rompecabezas.

El futuro nunca se ve de modo realista. Cuando pensamos en cómo será nuestra situación en el futuro, nuestros cerebros se imaginan detalles poco realistas y dejan fuera otros que pueden ser importantes. En consecuencia, nos inclinamos por igual a pasar por alto tanto dificultades como oportunidades cuando planificamos nuestras vidas.
Dispone de una especie de reloj. Cuando realizamos vuelos de larga distancia hacia el este o el oeste, este reloj tarda algún tiempo en ponerse en hora.

Permanecer despierto no pone en hora el reloj, pero la luz sí cambia su hora. La luz fija el reloj interno según la hora que el cerebro calcula. Por lo general, cuando es por la tarde en el lugar del destino de un viaje , la luz pone en hora el reloj cerebral de forma correcta, independientemente de que se haya viajado al este o al oeste. No obstante, no es bueno viajar demasiado.

Atravesar muchas zonas horarias más de dos veces al mes es peligroso para la salud, pues puede ocasionar daño cerebral y problemas de memoria, probablemente debido a las hormonas del estrés.

Cada vez que recordamos algo, borramos y rescribimos el recuerdo. Ello que permite que, al final, recordemos cosas que en realidad no han ocurrido jamás. Eso explica por qué es frecuente que diferentes personas recuerden los mismos hechos de manera diferente.
La tensión crónica hace perder la memoria. Una excitación emocional incrementa la acumulación de detalles importantes en la memoria de largo plazo.

La tensión nerviosa activa la secreción de unas hormonas que actúan sobre el hipocampo y la amígdala para reforzar la memoria. La tensión crónica, por el contrario, puede dañar el hipocampo y dar lugar a pérdidas permanentes de memoria.

No distingue el sabor del azúcar. A los ratones de laboratorio la Coca Cola Light no les sabe dulce. El ingrediente que la endulza (el aspartamo) actúa al reaccionar con las papilas gustativas de la lengua sensibles al dulzor, mensaje que recibe el cerebro. Pero las papilas de los ratones reaccionan sólo al azúcar y a la sacarina, pero no al aspartamo.

El picante no da calor aunque haga sudar. El receptor gustativo que identifica la capsicina, el compuesto químico que hace que la comida sepa picante, detecta también las temperaturas elevadas. Ésta es la razón por la que los alimentos fuertemente especiados hacen sudar. Las terminaciones nerviosas sensibles a la capsicina están repartidas por todo el cuerpo, como cualquiera puede comprobar simplemente tocándose los ojos con los dedos después de haber picado unos chiles.

Estornudar tras un orgasmo es un “fallo” cerebral. A muchos hombres les sucede de forma frecuente. La razón es que las ramificaciones cerebrales son una maraña intrincadísima que puede llevar a que extraños cruces de cables produzcan movimientos reflejos diferentes. Otro efecto producido por lo mismo: una de cada cuatro personas estornuda cuando mira una luz resplandeciente como, por ejemplo, el Sol.

Los bebés desconectan las conexiones neuronales que no utilizan. En general, desechan las que no se usan lo suficiente durante los dos primeros años de vida. Si el cerebro fuera un rosal, las experiencias de mundo exterior serían la técnica que se utilizaría para podar, no el fertilizante.

Quien sufre abusos durante la infancia es más vulnerable al estrés. Se ha descubierto en experimentos con ratas (lo que podría trasladarse a los humanos) que una buena crianza las hace de adultas menos vulnerables al estrés al reducirse la intensidad de las respuestas de su sistema de hormonas del estrés. Una mala crianza aumenta el riesgo de depresión, ansiedad, obesidad, diabetes, hipertensión y dolencias cardiacas.

Su envejecimiento nos hace más felices. A medida que las personas envejecen se aprecia una mejora en la superación de los pensamientos negativos y en el control de las emociones. Esto puede explicar por qué las personas mayores tienden a ser más felices que las jóvenes.

Los videojuegos mejorar el funcionamiento cerebral. Estudiantes de Enseñanza Superior que juegan regularmente a este tipo de juegos son capaces de registrar más objetos en un estímulo visual breve que los que no juegan. Además, los que juegan reelaboran la información más rápidamente, reconocen más objetos de un golpe y pueden cambiar de tarea con mayor facilidad.

No memoriza el temario del examen de una sentada. El cerebro retiene información durante más tiempo si se hacen descansos entre sucesivas tandas de estudio. Dos sesiones separadas de estudio pueden facilitar que se asimile el doble de conocimientos que una única sesión de la misma duración total.

Sí se renuevan las neuronas en la edad adulta. Nacen en el bulbo olfativo, que procesa los olores, y en el hipocampo, que es importante para la memoria. El ejercicio o el aprendizaje mejoran la supervivencia de estas neuronas.

Elegir no es su fuerte. Las personas tienden a sentirse más satisfechas con las decisiones que toman cuando tienen que elegir entre pocas alternativas que cuando tienen muchas opciones. Tener que hacer muchas comparaciones puede reducir la sensación de satisfacción porque lleva a lamentar no haber elegido las alternativas que hemos despreciado.

La depresión moderada se cura sin pastillas. Al terminar el día, pueden ponerse por escrito tres cosas buenas que hayan ocurrido y una breve exposición de las circunstancias que han propiciado cada una de ellas. Este ejercicio aumenta la sensación de felicidad y aminora los síntomas de depresión moderada en un plazo de unas pocas semanas.

El amor es una droga. Las regiones del cerebro que causan las drogadicciones también reaccionan a estímulos positivos naturales como el amor. Estas regiones ayudan a los animales a establecer vínculos con sus iguales –lo que puede explicar las razones de su existencia–, a pesar de los daños colaterales que causa una adicción.

Los orgasmos nos hacen ser más confiados. La oxitocina, una hormona que se libera durante el orgasmo, hace que aumente la confianza entre las personas en las relaciones sociales. Personas a las que se les suministró oxitocina pulverizada por vía nasal presentaron dos veces más probabilidades de entregar dinero a otra persona que las que no recibieron el tratamiento, lo que da a entender que la experimentación de orgasmos puede influir en la toma de decisiones.

El cerebro de las mujeres las traiciona en matemáticas. En muchos países existe el tópico de que las chicas no son muy buenas en matemáticas. Las niñas tienen peor rendimiento en los exámenes si antes de hacerlo les piden que indiquen su género. Sin embargo, obtienen un mejor resultado si antes del examen escuchan una conferencia sobre matemáticas famosas o si les recuerdan que son buenas estudiantes.

Los hombres y las mujeres se orientan el espacio de diferente manera. Las mujeres dependen más de puntos de referencia para navegar, y muchas suelen dar indicaciones del tipo de “gira a la izquierda en la fuente y busca la casa roja”.

En cambio, los hombres identifican la dirección correcta a partir de un mapa mental del espacio: “Siga hacia el este un kilómetro y luego gire en dirección norte”. Sin embargo, las mujeres recuerdan el lugar de los objetos más fácilmente que los hombres.

Ciertos circuitos cerebrales se han especializado en la imitación. Tales circuitos pueden ser importantes para los sentimientos de identificación o empatía. Las llamadas «neuronas especulares» se activan cuando el animal realiza una acción como, por ejemplo, asir firmemente su comida, o cuando ve a otro animal realizar esa misma acción.

Ciertos daños de los derrames cerebrales pueden evitarse. Entre los síntomas de un derrame cerebral figuran la imposibilidad repentina de mover una extremidad, o de hablar, o también el entumecimiento de una parte considerable del cuerpo. El tratamiento del derrame cerebral puede evitar daños a largo plazo, pero sólo si el paciente acude a un hospital en un plazo de muy pocas horas.

Los espejismos no son una leyenda. Pueden producirse visiones como consecuencia de un trastorno en el funcionamiento del cerebro. Los montañeros informan a veces de haber visto a su lado compañeros a los que no conocen, de haber observado una luz emitida por ellos mismos o por otros o de haber sentido miedo de manera repentina, todo lo cual puede derivar de privación o insuficiencia de oxígeno en los lóbulos temporal y parietal de la corteza cerebral.

Muchos “poseídos” eran ,en realidad, enfermos cerebrales. En tiempos se practicaban exorcismos a personas cuyo comportamiento resultaba extraño e inexplicable. En la actualidad se sabe que muchas de esas personas habían padecido enfermedades neurológicas como, por ejemplo, epilepsia o esquizofrenia.

Después de la amputación de una extremidad, los pacientes pueden sentir la presencia de una “extremidad fantasma”. La razón es que el cerebro tiene registrado un mapa del cuerpo y tarda un tiempo en asimilar que desaparezca la representación de la extremidad perdida.

El dolor reside en el cerebro y puede controlarse. La actividad cerebral determina totalmente la sensación de dolor y su intensidad. Los científicos están intentando emplear imágenes del cerebro y técnicas de retroalimentación para enseñar a las personas a activar por su propia cuenta las zonas del cerebro que controlan el dolor.
La ciencia trabaja en conseguir que los paralíticos muevan sus extremidades.

Los investigadores están trabajando en el diseño de prótesis de brazos para ayudar a pacientes que sufren parálisis prácticamente totales. Mediante una monitorización de la actividad del cerebro, los investigadores pueden deducir cuál es el movimiento que pretenden reproducir y utilizar esa información para guiar un brazo artificial.
 
este mae kokoro si que no tiene nada mejor q hacer en la choza jajajaja es el mae de las curiosidades del foro jajaja

Nono ya al chile esta muy interesante el temilla xD
 
Por ejemplo, si usted quiere estudiar japonés, y tiene un cierto dominio del inglés (digamos un nivel intermedio bajo), es ,si le es posible debería intentar estudiar un curso de inglés-japonés, y no de español-japonés posible que mientras empieza a adquirir dominio en el japonés (y con toda probabilidad más rápido que si se basara en el español), su fluidez con el inglés se incremente paralelamente.

Esto es lo que me llamo mas la atención, mucha gente con intermedio puede ir probando esta técnica(por lo menos para experimentar).
 
La Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, tras realizar un estudio de resonancia magnética a cierto número de individuos, descubrió zonas del cerebro que se iluminan cuando las personas mienten.

Según ellos, su cerebro lo inhibe de decir la verdad y eso hace que el lóbulo frontal esté más activo, de tal forma que la persona tiene que pensar más. Además la revista “Quo” explica que mentir requiere un incremento de la actividad cerebral en las regiones involucradas en la inhibición y el control.

Además se presenta la sudoración, por que al mentir aumenta la presión arterial, la frecuencia cardiaca, respiratoria y hay cambios en la actividad eléctrica de la piel.


Los pies reflejan el estado emotivo y cognitivo de la persona. Por ejemplo, cuando una persona sincera está parada, tiene los pies bien apoyados apuntando hacia su interlocutor, pero si el peso de la persona reposa sobre un lado del pie o los talones, probablemente está siendo falsa, miente o retiene información. Los tobillos cruzados pueden significar que no quiere revelar algún dato o emoción.

Las flexiones del torso hacia adelante puede expresar interés y hacia atrás desinterés.

Una persona que no es sincera es en general menos expresiva con las manos, aquellas que enseñan palmas y extienden dedos, indican franqueza.

¿Qué hay del rostro? También se puede detectar una sonrisa mentirosa, además del hecho de rascarse la nariz ante preguntas comprometedoras, se le conoce como efecto pinocho. Los indicios vocales más comunes de engaño son las pausas demasiado largas o frecuentes y el mentiroso, ante el temor de ser descubierto, puede volver la voz más aguda.

Un Dato Curioso: Contrario a lo que se pudiera pensar, explica la revista “Quo”, las personas mienten más cuando conversan entre sí, que cuando se comunican por otro medio, ya sea correo electrónico o vía telefónica.
 

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