Lastima que este mae se echó a perder.
Jugó a la par del más grande!!
Jugó a la par del más grande!!
Como era de esperarse, Saprissa jugando en casa es mas fuerte y ganó...A éso me refiero con que son de mente débil, con razón la directiva los manipula tan fácil... Tan difícil es entender un comentario? Creo que debo bajar el nivel con el que les hablo aún más a ver si entienden.
Por el momento, que otras cuentas han realizado, me actualizan el dato a ver cómo va el análisis para terminar primeros
Es correcto, eso es lo bueno de tener accionistas con plata, mientras otros por ahí que "rajan" de que pueden elegir junta directiva, la están pellejeando por todo lado
El mordido que comenta jajaja..como odian al mas grandeGrande solo UNO !!
¡Somos grandes!
Blog de la comunidad
Me termine de vestir y en eso don Julio me dice – ¿para qué te vas a poner esa cochinada? – a lo que le respondí: "Don Julio usted no sabe el efecto que tiene esta camisa, la gente en la calle me va a reconocer, me voy a tomar fotos y hasta firmare autógrafos" – don Julio, con una risa sarcástica, me dice que me termine de alistar para salir.
Tomamos el bus para llegar a la estación de metro de Butanta, línea 4, y entre cambios, personas y el mapa del metro, llegamos a la estación de la Arena Corinthians.
Sí, estaba en Sao Paulo, era lunes y el mundial estaba en todo su apogeo, incluso a la sele la habían descalificado el sábado, pero bueno, estábamos felices.
Ya de camino al estadio, varios tienen la mirada en la camisa y le voy diciendo a don Julio que ahorita alguien iba a reconocerla. Luego de darle un par de vueltas a la imponente estructura, llega un chiquito de unos 10 años preguntándome si soy de Costa Rica… Ahí señores empezó lo bueno.
Le respondí al niño que sí, salió corriendo a traer a su papá y a un amiguito, con la sorpresa de que me traían dos álbumes del mundial para que se los firmara, volví a ver a don Julio y me dice – “cabrón Fallas”.
Luego de la firma y un par de fotos, seguimos caminando, pero en menos de 10 metros, me llama una señora desde un carro para preguntarme si se puede tomar una foto conmigo, a lo que le respondí que sí mientras volvía a ver a don Julio, no lo podía creer. Me tome una foto con ella y con la hija.
Caminando de nuevo al metro, mis risas y bromas hacia don Julio no paraban, él no creía que algo así podía pasar… pero hay más.
En uno de los cambios de línea, un brasileño me pregunta por la camisa y dice “si, un gran amigo es muy aficionado”. Ya don Julio no daba más, todo lo que le dije en la casa se había cumplido: fotos, autógrafos y que desconocidos la reconocieran.
Para terminar, estaba en un Centro Comercial y dentro de la tienda del Timão un peruano se acerco y me dijo – “Linda camisa, del equipo más grande de Costa Rica” a lo que respondí, “si señor, el equipo más grande de Costa Rica y CONCACAF”, con una sonrisa me responde, “es la verdad, solo ese equipo y los mexicanos se conocen en Suramérica”. En ese momento don Julio, del colerón, me dijo que iba al baño. Creo que no hubiera aguantado más bullying.
Si esto le ha pasado en algún lugar del mundo con la camisa del Saprissa, ya saben lo que se siente (es indescriptible el sentimiento), y para los que no, siempre anden esa camisa con orgullo y felicidad por TODOS lados. Personalmente ya era la quinta vez que me pasaba, México DF, Madrid, Buenos Aires, Porto Alegre y ahora Sao Paulo. ¿Qué tan probable puede ser que en ciudades donde viven millones de personas, reconozcan esa hermosa camisa? La respuesta es sencilla: MUY probable, por que el Saprissa es grande en todo el mundo.
Saludos y #QUELINDOSERMORADOPLGP.
http://89decibeles.com/blogs/Fallas86/-Somos-grandes
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Me termine de vestir y en eso don Julio me dice – ¿para qué te vas a poner esa cochinada? – a lo que le respondí: "Don Julio usted no sabe el efecto que tiene esta camisa, la gente en la calle me va a reconocer, me voy a tomar fotos y hasta firmare autógrafos" – don Julio, con una risa sarcástica, me dice que me termine de alistar para salir.
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Sí, estaba en Sao Paulo, era lunes y el mundial estaba en todo su apogeo, incluso a la sele la habían descalificado el sábado, pero bueno, estábamos felices.
Ya de camino al estadio, varios tienen la mirada en la camisa y le voy diciendo a don Julio que ahorita alguien iba a reconocerla. Luego de darle un par de vueltas a la imponente estructura, llega un chiquito de unos 10 años preguntándome si soy de Costa Rica… Ahí señores empezó lo bueno.
Le respondí al niño que sí, salió corriendo a traer a su papá y a un amiguito, con la sorpresa de que me traían dos álbumes del mundial para que se los firmara, volví a ver a don Julio y me dice – “cabrón Fallas”.
Luego de la firma y un par de fotos, seguimos caminando, pero en menos de 10 metros, me llama una señora desde un carro para preguntarme si se puede tomar una foto conmigo, a lo que le respondí que sí mientras volvía a ver a don Julio, no lo podía creer. Me tome una foto con ella y con la hija.
Caminando de nuevo al metro, mis risas y bromas hacia don Julio no paraban, él no creía que algo así podía pasar… pero hay más.
En uno de los cambios de línea, un brasileño me pregunta por la camisa y dice “si, un gran amigo es muy aficionado”. Ya don Julio no daba más, todo lo que le dije en la casa se había cumplido: fotos, autógrafos y que desconocidos la reconocieran.
Para terminar, estaba en un Centro Comercial y dentro de la tienda del Timão un peruano se acerco y me dijo – “Linda camisa, del equipo más grande de Costa Rica” a lo que respondí, “si señor, el equipo más grande de Costa Rica y CONCACAF”, con una sonrisa me responde, “es la verdad, solo ese equipo y los mexicanos se conocen en Suramérica”. En ese momento don Julio, del colerón, me dijo que iba al baño. Creo que no hubiera aguantado más bullying.
Si esto le ha pasado en algún lugar del mundo con la camisa del Saprissa, ya saben lo que se siente (es indescriptible el sentimiento), y para los que no, siempre anden esa camisa con orgullo y felicidad por TODOS lados. Personalmente ya era la quinta vez que me pasaba, México DF, Madrid, Buenos Aires, Porto Alegre y ahora Sao Paulo. ¿Qué tan probable puede ser que en ciudades donde viven millones de personas, reconozcan esa hermosa camisa? La respuesta es sencilla: MUY probable, por que el Saprissa es grande en todo el mundo.
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