El odio no es solo contra Saprissa sino que es compartido, parece ser cosa normal en el fútbol de todo el mundo. El fanatismo no reconoce el éxito ajeno, ni siquiera cuando un club representa internacionalmente a un país. Los liguistas odian a los morados tanto como odian a los heredianos, en la medida que pudieran ser superiores deportivamente que ellos, los heredianos odian a los manudos tanto como odian a los morados, en la medida que pudieran ser superiores deportivamente que ellos, y así todos contra todos. El odio quizás más manifiesto hacia el Saprissa se debe precisamente a que se acepte o no, no existe un club costarricense que haya alcanzado deportivamente ya sea a nivel nacional como internacional lo que ha alcanzado el deportivo Saprissa entonces, al no poder refutarles eso, se dedican a basurearlos y para ello se unen todas las fanaticadas contrarias. Pero no es un tema solo de fanáticos sino también de dirigencia y desde la dirigencia manipulan a la prensa y eventualmente también de manera solapada al arbitraje. Es un ambiente mezquino y NO tiene arreglo, no lo va a tener nunca, entre más fuerte y poderoso sea un equipo, entre más copas locales alcance y mayores sean sus éxitos internacionales, mayor será el veneno, el odio y el rencor que van a generar en los fanáticos de otros equipos porque es inaceptable que el vecino logre lo que ellos no pueden alcanzar. Es así, lamentablemente, pero es así. No es un tema racional para nada es totalmente emocional y eventualmente hasta salvaje, primitivo. Vea el odio que hay entre el Barcelona y el Real Madrid y mentira que el tema sea la monarquía, pura mierda es un odio visceral propio del fanatismo, así es en Costa Rica. Decir esa estupidez de que el odio hacia el Saprissa se debe a que su fundador era un pedófilo, es desconocer el mundo interno del fútbol y la cantidad de playos, sátiros y pedófilos que hay dentro de ese deporte, independientemente de los clubes o las camisetas, eso es burdo, bajo y mezquino, como tantos otros argumentos que se utilizan para basurear y quitarle méritos a un club de fútbol. Es la parte oscura y visceral de los fanáticos. Por eso es además que cuando un equipo tiene logros, dentro o fuera del país, los fanáticos de ese club se los restriegan a los demás porque es su forma de sacarse el clavo de lo que les hicieron a ellos previamente, eso se llama sacada de clavo.