Tema publicado en Femenino, pero aplica para ambos géneros.
Jacqueline Lee soportaba las infidelidades de Mr. President siempre y cuando este guardara silencio al respecto, pero consideró que una infidelidad con un ícono pop era muy riesgoso. La unión entre Castor y Jean Paul pudo con exigencias rutinarias al principio; incluso podía admitir breves distanciamientos, pero nunca largos viajes en solitario. Girando, por ejemplo, fue capaz de perdonar senos como pasas de higo, alientos insecticidas y cutis de papel de lija, mas no pudo perdonarles –bajo ningún pretexto– que no pudieran volar. Eva le soportó al Führer que este la llevara siempre al mismo aburrido restaurante italiano, hacerla vivir bajo estrictas reglas que incluían no silbar, y, desde luego, ser el responsable de millones de muertes; eso sí, todo indica que no pudo soportarle a Geli Raudal. Diego pudo aguantarle a Mara su amor por otras “mujeres”, como Sonja, pero nunca su amor por otros hombres.
Su servidor es un hombre sencillo, y bien recuerdo haber dicho que no le arrugo la cara a nada ni a nadie, pero hay unas cuantas cosas que acaban con mi tolerancia o mis ganas de seguir en pareja. Las siguientes son las más destacadas:
.Que no le guste dar sexo oral: que no importe tamaño, color ni forma... a la boca.
.Que llore por todo: ¿quién en este mundo puede resistir a los malditos llorones?
.Que haga burlas sobre la mancha en mi cuello: nadie le hace bullying a Chinaski y se queda a compartir su colchón, o su tiempo.
.Que no confíe en mí: si necesitan hacer de detective privado –o contratar uno–, se pueden ir al diablo.
.Que no le guste beber licor: lo que sea pero que chupe *no relacionado con punto 1*.
.Que me hable del jodido Jesús: puede orar e ir a misa si desea, pero no Jesús para mí.
.Que tenga baja autoestima: si no se acepta, no puedo aceptarla yo.
Después de eso, creo que me agarro con lo que sea.
Jacqueline Lee soportaba las infidelidades de Mr. President siempre y cuando este guardara silencio al respecto, pero consideró que una infidelidad con un ícono pop era muy riesgoso. La unión entre Castor y Jean Paul pudo con exigencias rutinarias al principio; incluso podía admitir breves distanciamientos, pero nunca largos viajes en solitario. Girando, por ejemplo, fue capaz de perdonar senos como pasas de higo, alientos insecticidas y cutis de papel de lija, mas no pudo perdonarles –bajo ningún pretexto– que no pudieran volar. Eva le soportó al Führer que este la llevara siempre al mismo aburrido restaurante italiano, hacerla vivir bajo estrictas reglas que incluían no silbar, y, desde luego, ser el responsable de millones de muertes; eso sí, todo indica que no pudo soportarle a Geli Raudal. Diego pudo aguantarle a Mara su amor por otras “mujeres”, como Sonja, pero nunca su amor por otros hombres.
Su servidor es un hombre sencillo, y bien recuerdo haber dicho que no le arrugo la cara a nada ni a nadie, pero hay unas cuantas cosas que acaban con mi tolerancia o mis ganas de seguir en pareja. Las siguientes son las más destacadas:
.Que no le guste dar sexo oral: que no importe tamaño, color ni forma... a la boca.
.Que llore por todo: ¿quién en este mundo puede resistir a los malditos llorones?
.Que haga burlas sobre la mancha en mi cuello: nadie le hace bullying a Chinaski y se queda a compartir su colchón, o su tiempo.
.Que no confíe en mí: si necesitan hacer de detective privado –o contratar uno–, se pueden ir al diablo.
.Que no le guste beber licor: lo que sea pero que chupe *no relacionado con punto 1*.
.Que me hable del jodido Jesús: puede orar e ir a misa si desea, pero no Jesús para mí.
.Que tenga baja autoestima: si no se acepta, no puedo aceptarla yo.
Después de eso, creo que me agarro con lo que sea.