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Wilas

Vamos a Chatespamear!!

Aqui estoy de nuevo contando las historias jamas contadas, se preguntaran ustedes queridos lectores el por que de la ausencia de este dracon decrepito sumido en la mas oscuras realidaes del planeta de los dracones llamado draconlandia, pues aqui va mi historia
 
DIA 1: SON LAS 5:30 AM desperte un poco aturdido, la noche no fue la mejor, un leve vagabundo ausente ya turbaba mi mente despues de la noticia impactante que recivi.
una llamada el dia de ayer a las 9 pm dejaron al descubierto mis peores sospechas, me llegaron cual un diciembre sin ese ser querido en noche buena, quede impactado pero consiente a que la noticia cambiaria mi vision de la vida, una noticia que a cualquiera eriza, que es cuando recives precisamente este tipo de noticias te sientes sumergido en un mundo inexistente un mundo falso un mundo que no creias capaz de existir, voy sumergido en un abismo de soledad pues asi por el momento es mejor.........continuara
 
en vista de que a mi criterio realizar el relato de esta historia es un poco absurdo y a su vez corto decidi realizar el relato por capitulos los cuales ire pósteando dia a dia :)
 
Hacía tiempo que mi madre se sentía fatal. Para poner fin a la angustia que le daban quienes la rodeaban y se preocupaban, mis hermanos sobre todo, y mi padre, acabó yendo al médico al que solía ir, al que iba mi familia desde la mañana de los tiempos. A esas alturas debía de ser un hombre muy mayor, porque no recuerdo que nunca no fuéramos a él y tampoco recuerdo que fuera nunca joven. Incluso yo iba a él, aunque vivía a decenas de kilómetros de distancia. Tras una breve revisión, el viejo médico de familia la derivó enseguida al hospital para un examen más detenido. Cuando hubo pasado por varias pruebas, tal vez dolorosas, en habitaciones pintadas de blanco o pintadas de verde claro, verde manzana, en el hospital , le dijeron que se fuera a casa a esperar los quince días que tardarían en estar listos los resultados. Cuando por fin llegaron, se vio que tenía cáncer en el estómago. Su primera reacción fue la siguiente: 'Durante años y años me he pasado las noches en vela, sobre todo cuando los niños eran pequeños, por el pánico a morirme de un cáncer de pulmón, y ahora resulta que me da cáncer de estómago. ¡Cuánto tiempo perdido!'. Así era mi madre. Y era fumadora, como lo he sido yo durante toda mi vida adulta. Conozco bien ese estado nocturno, ese estar rígido bajo el edredón con los ojos secos y escocidos, mirando fijamente la oscuridad y sintiendo que la vida sabe literalmente a ceniza en la boca, aunque es probable que yo me haya preocupado más por mi propia vida que por el hecho de que mis hijas se fueran a quedar sin padre. Durante un rato mi madre se limitó a quedarse sentada a la mesa de la cocina con el sobre en la mano, mirando por la ventana el mismo césped, la misma cerca blanca de madera, los mismos tendederos para la ropa y las mismas casas pintadas exactamente igual de grises que llevaba mirando durante tantos años, y pensó lo que llevaba pensando casi el mismo número de años: que en realidad aquello no le gustaba nada. No le gustaban todas aquellas piedras grises que había en este país, no le gustaban las montañas. No es que viera las montañas, pero sabía que estaban ahí afuera, por todas partes, y que absolutamente todos los días dejaban su impronta en las personas . Se levantó, salió a la entrada e hizo una llamada telefónica, colgó tras una breve conversación y volvió a la cocina para sentarse otra vez a la mesa a esperar a mi padre. Mi padre era pensionista y hacía años que lo era, la que trabajaba era ella, catorce años más joven que él, aunque ese día lo tenía libre. O más bien, se lo había tomado libre. Mi padre estaba mucho fuera, siempre tenía alguna cosa que hacer, recados que mi madre rara vez acababa de entender en qué consistían y que nunca había visto que tuvieran ningún resultado, pero hacía mucho tiempo que se habían acallado los conflictos que había habido entre ellos; ahora mantenían el alto el fuego. Mientras él no intentara controlar su vida, ella lo dejaba en paz con la suya. Incluso había empezado a defenderlo y a protegerlo. Si yo soltaba alguna opinión crítica, poniéndome de su parte en un intento mal entendido de apoyar la causa de la mujer, me decía que no me metiera donde no me llamaban. 'Qué fácil te resulta ser crítico', me decía, 'a ti te lo han dado todo hecho. Renacuajo'. Como si mi vida fuera sobre ruedas. Avanzaba a toda velocidad hacia un divorcio. Era el primero y creía que mi vida se iba a romper en pedazos. Había días en que no conseguía ir de la cocina al baño sin tenerme que poner de rodillas, como mínimo una vez, hasta reunir las fuerzas como para seguir adelante. Cuando mi padre por fin regresó a casa de aquel de sus proyectos que le parecían mas importantes, mi madre seguía en la mesa de la cocina. Ahora con un cigarro en la boca, un derby probablemente, o quizá un delta; quienes tenían miedo al cáncer de pulmón acababan saboreando mucho mentol. Mi padre estaba en la puerta, llevaba en la mano una vieja bolsa de deporte, no muy distinta a la que usaba yo en séptimo del colegio, todo el mundo usaba esas bolsas en aquella época, y quién sabe si no sería justamente la misma. En tal caso, la bolsa tendría más de veinticinco años en aquel momento.
 
#1 en FACTURA ELECTRÓNICA
Chatspamear me suena a ir molestando gente x el chat, y eso no es lo q estamos haciendo...
 
este tema vive...

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