Qué mi amado gordito tenía razón...como siempre la tuvo...el orgullo no siempre es un defecto, a veces el orgullo y la dignidad, son lo que nos sostienen, nos levantan y nos hacen seguir adelante, y la fe, la fe es creer en Dios dándonos la mano, abrazándonos, y dándonos confianza.