Si algún día cualquiera, camino a casa, al indicarle tu destino a un desconocido, te cuenta la historia de un tipo, que un día con una mueca parecida a una sonrisa, le contó que precisamente en ese mismo lugar había alguna vez besado a la mujer de sus sueños, espero que, como muestra de aprecio, me envíes un "hola, espero que estés bien", solo para saber que lo sabes, que siempre estas presente en mis días.