El período entre 1975 y 1982 en Costa Rica es muy interesante desde el punto de vista económico: el país pasó por dos "choques" externos, uno positivo y luego uno negativo, casi en sucesión. Lamentablemente, la respuesta del gobierno fue en gran medida tardía y contraproducente.
El "choque" positivo fue el fuerte incremento de los precios del café, que entre 1975 prácticamente se cuadruplicaron. La libra de café paso de 49 centavos de dólar a cerca de 2 dólares en este período. Este aumento fue producto en parte de la mayor inflación en EEUU, que aumentaba el precio en dólares. Pero tenía un componente real significativo, por lo cual esto significó que el país, manteniendo su producción, podía aumentar significativamente su entrada de divisas. De hecho, el valor exportado se duplicó en este período.
El choque negativo fue el incremetno del precio del petróleo en 1979, y el aumento de la tasa de interés internacional LIBOR, que representa el piso del costo de financiarse conrecursos externos. El precio del petróleo pasó de $14 el barril en 1978 a $38 en 1980, y la tasa LIBOR a 6 meses, de 9% en 1978 a 17% en 1981. Esto se debió a los intentos de la Reserva Federal de los EEUU de bajar la inflación en dicho país, lo que significó una recesión doble en 1980 y 1982.
Ahora, lo que debe hacer un gobierno sensato es actua como lo hace una familia: es muy distinto si el jefe de hogar recibe un aumento de sueldo a que reciba una bonificación por una sola vez. En el primer caso, si el incremento es visto como permanente, el consumo del hogar podría incrementarse en forma permanente. Pero si es el segundo, lo más cauto es ahorrar la mayor parte de esta bonificación, no cambiar radicalmetne los patrones de consumo.
De la misma forma, el "boom del café" era a todas vistas un suceso esporádico, como una bonificación que duraba un poco tiempo, por circunstancias extraordinarias. No se podía esperar que eso continuara indefinidamente. Y de hecho pasó así: luego de alcanzar su máximo en 1977, los precios empezaron a bajar, aunque aún eran realtivametne altos.
El problema fue que el gobierno de Oduber, y luego el de Carazo, actuó como si este incremento en los precios del café fuera permanente, y se dedicó a gastar más con la esperanza que el mayor gasto se podría saldar con precios de exportación altos.
El resultado fue que la Deuda Externa del país prácticamente se duplicó, de $1600 millones a fines de1978 (48% del PIB) a $3200 millones en 1981 (123% del PIB). El principal deudor era el Sector público, que en 1978 era responsable por 58% de la deuda y en 1981 lo era del 75%.
Con este incremento de la Deuda, el país se volvió vulnerable a cualquier cambio súbito de las condiciones externas favorables que venía disfrutando hasta 1978. Y desafortunadamene, el panorama se volvió negativo a partir de 1979.
Para mantener esta idea de prosperidad, el gobierno continuó pidiendo prestado en el exterior, pero esto se hacía con condiciones cada vez más costosas, y además, con precios de exportaciones menos favorables. Los nuevos préstamos se pedían casi para pagar la deuda que venía venciéndose. Es como si una familia empezara a usar una tarjeta de crédito para pagar otra tarjeta de crédito.
En 1978, por cada dolar de exportaciones, 10 centavos iban al pago de intereses sobre la deuda. Para 1981, se necesitaban 27 centavos por cada dólar exportado para pagar los intereses. Ahora, esto no parecem ucho, pero ha yque entender que las exportaciones se utilizaban no sólo para pagar deuda: debían financiar importaciones. Además, los acreedores externos exigían dólares, no colones.
La crisis estalló en 1981 porque ese año, el total de pago de intereses que debía hacer el país por sus deudas era de $326 millones, pero a fines del año anterior (1980) sólamente habían $150 millones en divisas en las bóvedas del Banco Central. Eso significaba que el gobierno debía conseguir al menos $180 millones en nuevos créditos para pagar la deuda, o enfrentar una morosidad de pagos. Pero a esas alturas, las condiciones de crédito externo se habían tornado tan desfavorables, que era imposible acceder a nuevos créditos sin pagar sumas exhorbitatnes en intereses.
Al ver esto, Carazo simplemetne debió decalrar una moratoria de pagos, y sazonarlo con loas a la soberanía y la defensa del país. Pero eso es como decir que no voy a pagar la cuota de la hipoteca y salir diciendo que lo hago por principios. Bueno, uno firmó un contrato con el banco, tal como el gobierno lo hizo con los bancos. Y sin duda, parte de la culpa va a ellos también, por ofrecer créditos de manera tan irresponsable. pero en el fondo, nadie le puso una pistola en la cabeza al país para obligarlo a pedir prestado en tal escala.
Desde que dejó el gobierno, Carazo se dedicó a tratar de re-escribir la historia, poniéndose él como la víctima. Sin duda le tocó lidiar con una coyuntura difícil, y si hubiera actuado correctamente, los costos políticos habrían sido enormes para él y sus seguidores. Pero no veo cómo habría sido diferente: después de todo, el PLN gobernó 8 años seguidos luego dd que dejara el poder, y en los inidcadores de popularidad, siempre estuvo en el sótano.
Sólo con el paso del tiempo, a la lejanía de los hechos, y por la amnesia, o falta de curiosidad intelectual, es que ha surgido esa visión más "benigna" del ex-presidente. Por supuesto, es además producto de esa curiosa idea de creer que los Presidentes son casi omnipotentes, y pueden controlar los suceso casi a su antojo. Pero, a la luz del os hechos, no hay duda que hay mucho que criticar y lamentar del manejo económico que hizo el ex-presidente: tanto que habló de soberanía, y sus actos hicieron que nos convirtiéramos en dependientes de la ayuda externa de los EEUU para salir de la crisis.