Profesionales sinvergüenzas y colegios profesionales permisivos
En Costa Rica se ha discutido mucho sobre la corrupción pública y los sonados casos de varios políticos.
Sin embargo la corrupción privada, no sólo de empresas, sino de individuos y profesionales liberales, ha estado ausente.
Un aspecto positivo que tuvo el Movimiento Libertario en sus inicios fue oponerse a los colegios profesionales. Estos organismos se supone que tienen como principal labor vigilar el ejercicio de la profesión y algunas tareas colaterales de formación y actualización.
En la práctica lo que hacen algunos colegios es convertirse en cómplices de profesionales sinvergüensas que se dejan cobrar precios abusivos y arbitrarios por sus servicios.
Un ejemplo.
Hace unos meses perdí una muela donde tenía un puente. Los restos de muela que quedaban eran muy pequeños como para pensar en otro puente. Así que voy donde el dentista que me había hecho ese trabajo hace unos quince años. Me sale con una hablada que me van a ofrecer lo mejor en técnicas quirúrgicas y un trabajo que puede tener una vida útil de 30 años.
Después aparece en escena la esposa del dentista, que en apariencia es su asistente informal, para darme la noticia del precio. Supuestamente me iban a cobrar 1600 dólares por todo el trabajo.
Hace unos días, debido a que había que dar supuestamente cuatro meses después de la extracción de la pieza, voy a sacar cita y pido el dato de cuanto cuesta el resto del trabajo. Resulta que ya no son 1600 dólares sino 2600. Y lo peor de todo es que ya pagué 600 dolaracos por la cirugía inicial que fue poco más que una extracción.
Me pongo a revisar tarifas en el sitio Web del Colegio de Cirujanos Dentistas y los precios no son muy diferentes de los de ese pillo. Veamos:
El citado dentista, además, no acepta pagos con tarjeta, solo efectivo o transferencias bancarias. Y no dan facturas timbradas, solo un recibo de dinero que es optativo. Suponemos que todo esto para evadir el impuesto sobre la renta.
En este momento estoy pensando donde lo denuncio. En el colegio profesional no, porque son juez y parte, cómplices de estos precios abusivos. Y en la Comisión del Consumidor pregunté por correo y todavía no me han respondido.
En Costa Rica se ha discutido mucho sobre la corrupción pública y los sonados casos de varios políticos.
Sin embargo la corrupción privada, no sólo de empresas, sino de individuos y profesionales liberales, ha estado ausente.
Un aspecto positivo que tuvo el Movimiento Libertario en sus inicios fue oponerse a los colegios profesionales. Estos organismos se supone que tienen como principal labor vigilar el ejercicio de la profesión y algunas tareas colaterales de formación y actualización.
En la práctica lo que hacen algunos colegios es convertirse en cómplices de profesionales sinvergüensas que se dejan cobrar precios abusivos y arbitrarios por sus servicios.
Un ejemplo.
Hace unos meses perdí una muela donde tenía un puente. Los restos de muela que quedaban eran muy pequeños como para pensar en otro puente. Así que voy donde el dentista que me había hecho ese trabajo hace unos quince años. Me sale con una hablada que me van a ofrecer lo mejor en técnicas quirúrgicas y un trabajo que puede tener una vida útil de 30 años.
Después aparece en escena la esposa del dentista, que en apariencia es su asistente informal, para darme la noticia del precio. Supuestamente me iban a cobrar 1600 dólares por todo el trabajo.
Hace unos días, debido a que había que dar supuestamente cuatro meses después de la extracción de la pieza, voy a sacar cita y pido el dato de cuanto cuesta el resto del trabajo. Resulta que ya no son 1600 dólares sino 2600. Y lo peor de todo es que ya pagué 600 dolaracos por la cirugía inicial que fue poco más que una extracción.
Me pongo a revisar tarifas en el sitio Web del Colegio de Cirujanos Dentistas y los precios no son muy diferentes de los de ese pillo. Veamos:
Estos son precios de primer mundo en un país con salarios de tercer mundo.
El citado dentista, además, no acepta pagos con tarjeta, solo efectivo o transferencias bancarias. Y no dan facturas timbradas, solo un recibo de dinero que es optativo. Suponemos que todo esto para evadir el impuesto sobre la renta.
En este momento estoy pensando donde lo denuncio. En el colegio profesional no, porque son juez y parte, cómplices de estos precios abusivos. Y en la Comisión del Consumidor pregunté por correo y todavía no me han respondido.
