La salida de OAS, aunque duela, está llena de verdad.
Aquí se nombran ministros por compromisos políticos, no por calidades ni conocimientos. René Castro no es la persona que debía dirigir nuestra política exterior:
Primero, cuando la Asamblea Legislativa le pregunta sobre el dragado, él asegura que nunca va a causar daño. Le creyó a Ortega, ¡insólito!, luego vienen todos estos problemas. Si él no hubiese llegado a defender lo dicho por Ortega no estaríamos en esto.
Segundo, este asunto lo manejó sin conocimiento alguno, pero lo peor es que no se asesoró. Indudablemente, una persona como Oscar Arias, con sus conexiones internacionales, era de obligada consulta y participación. Además, los anteriores cancilleres debían formar parte de un comité ad hoc de consulta. Castro no sabe de esto y debe renunciar.
Aquí se nombran ministros por compromisos políticos, no por calidades ni conocimientos. René Castro no es la persona que debía dirigir nuestra política exterior:
Primero, cuando la Asamblea Legislativa le pregunta sobre el dragado, él asegura que nunca va a causar daño. Le creyó a Ortega, ¡insólito!, luego vienen todos estos problemas. Si él no hubiese llegado a defender lo dicho por Ortega no estaríamos en esto.
Segundo, este asunto lo manejó sin conocimiento alguno, pero lo peor es que no se asesoró. Indudablemente, una persona como Oscar Arias, con sus conexiones internacionales, era de obligada consulta y participación. Además, los anteriores cancilleres debían formar parte de un comité ad hoc de consulta. Castro no sabe de esto y debe renunciar.