Una de las que me paso...
No se guarde las historias, comparta algunas en el tema. Se las cogio ya en el banco o tambien cuando eran alumnas? y como eran las insinuaciones o mas o menos el contexto de como las llevo a la cama (o escritorio de trabajo)?
Hola a todos,
En la agencia bancaria en la que trabaja eramos 10 empleados: 6 mujeres oficinistas, la señora de la limpieza, 2 guardas (ya señores de 50 o mas) y yo (el Gerente de la oficina). Para ese entonces también era profesor en una universidad privada, y generalmente escogía las mejores estudiantes y les ofrecía trabajo, si tenia alguna plaza disponible. Por mera ¨coincidencia¨ casi siempre eran bonitas y solteras. Usted sabe que cuando se trabaja en servicios financieros, la atención al cliente debe ser refinada, y si es una muchacha bonita la que lo hace, es un plus para todos - cliente, banco, funcionaria (o) (s).
En una ocasión, tenia una plaza disponible y conocía a una muchacha J bastante bonita y prácticamente nota 100 en los cursos que le había impartido, y para que no piensen mal, era un profesor bastante estricto e imparcial (al Cesar lo que es del Cesar). La contacte y le ofrecí el puesto, me dijo que lo pensaría pues tenia varios años de laborar en una firma de consultorias y que me avisaría pronto. A los días me contacto y me dijo que estaba interesada, pero necesitaba conocer con detalle que tipo de labor tenia que ejecutar. La invite a almorzar con el fin de darle un update del tipo de trabajo y funciones a desempeñar, a lo que ella acepto.
El día que concertamos salir a almorzar, la fui a esperar a la oficina donde ella trabajaba, cuando salio casi se me cae la quijada. Ella es de piel blanca y pelo castaño, pero ese día se vistió con un vestido negro pegado al cuerpo, y seas tan miamor... unas piernas de infarto, cara bonita con camanances, sonrisa divina y jovial, tetas de veinte años y un culo.... de zompopa. Pude adivinar su malicia, cuando vio mi cara de degenerado y lujurioso (me imagino que así lucia). Fuimos a almorzar y le di con lujo de detalles una descripción del puesto que tenia disponible y que si ella deseaba, podía ocupar. Todo transcurrió con normalidad y profesionalismo. Luego de almorzar la lleve de vuelta a su oficina y nos despedimos cordialmente, con la promesa de tener una respuesta pronto.
A los días me la encontré en la universidad y andaba en ropa sport, y nuevamente me movió el piso... pelo suelto por los hombros, cara jovial, risueña, unas tetas, un culito, osea.... UNA RICA. Estuvimos hablando unos minutos y retomamos el asunto de la oferta laboral, y me dijo que tenia que dar un mes de preaviso y que si yo podía esperar ese tiempo, ella tomaba el empleo, a lo cual accedí. En ese periodo, me la encontré unas tres o cuatro veces mas en la universidad y ahí hablábamos de los planes futuros y las expectativas que tenia en ella. Por fin llego el día de ingreso, y al hacer las presentación al resto de compañeros, pude adivinar cierto grado de recelo por parte algunas de mis colaboradoras (con algunas de ellas yo había tenido romances).
Desde el primer día, J demostró que conocía el entorno financiero y comenzó a aportar conocimiento, jovialidad y alegría en la oficina. Incluso, la tensión inicial desapareció y todo era buen ambiente entre las muchachas.
Pero, como decía mi padre... todo palo tiene su comba. El hecho de tener solo mujeres en una oficina puede ser el paraíso o bien el infierno, depende de la relación interpersonal que haya entre ellas. Porque para todos es sabido, que un grupo de mujeres es mas morboso que uno de hombres, y supongo que alguna de ellas hizo algún comentario de mi persona - no como Jefe, sino como hombre -, y empezó la cosa a complicarse. Empece a sentir que J trataba de acaparar mas mi atención y tiempo, y por ser la mas nueva de la tropa era justificable.
En nuestra oficina, las muchachas habían implementado la costumbre de celebrar los cumpleaños y algunas fechas especiales. Asimismo, cuando J paso el periodo de prueba, organizaron un convivió para celebrar el acontecimiento. Al pasar a formar parte del personal permanente se acostumbra ir a las oficinas centrales del banco y hacer una presentación formal del nuevo (a) empleado (a) a algunos de los mandos medios y altos, un estilo bienvenida.
El día que me toco llevar a J a las oficinas centrales, nos agarro un aguacero de madre a mitad de camino y se armo la clásica presa provocada por la inundación. Cuando íbamos llegando a Jardines del Recuerdo ya eran casi las 5 de la tarde y las oficinas centrales en San Jose cerraban a esa hora. Entonces le dije a J que mejor dobláramos para Heredia, que es el lugar donde vivíamos y mejor fuéramos otro día a hacer la presentación. Ella estuvo de acuerdo y entonces comencé a ver si me podía colar en el carril izquierdo que permite doblar en Jardines del Recuerdo hacia la Valencia, el transito parecía un parqueo, lo cual permitió divisar con bastante antelación el rotulo del antiguo Motel Las Arcadas (hoy La Valencia). Ella maliciosamente me pregunto que si yo lo conocía, lo cual por supuesto negué; pero si le aclare que siempre había una primera vez para todo. Ella se hecho una risa sarcástica y me dijo lo mismo. Inmediatamente le dije que podíamos tener esa primera vez juntos, a lo que se encogió de hombros.... y de una vez pongo la señal y me clavo de una.
Lo que paso en la habitación fue algo que nunca voy a olvidar, y que aun hoy varios años después, le recuerdo. Aunque ya no tenemos nada de nada. Antes de tener relaciones acostumbro tomar una ducha y exijo lo mismo. Cuando la vi sin ropa se me paro el aliento.... y por supuesto la pinga. Tomamos el baño juntos, nos enjabonamos, restregamos, besamos y al final nos secamos y nos fuimos para la cama y comenzó la acción. Un rico 69 fue el preámbulo, luego una mamada extendida y comenzó la parte coital. Es increíble las vibras y energía que una guilita de 20 años, rica, linda de cara , con un olor de frescura casi infantil, puede trasmitir.
Estuvimos dándole por un buen rato hasta que sentí las clásicas contracciones vaginales, la tensión en los músculos y el gemido de delirio al llegar al orgasmo de J. La deje que soltara la crema y entonces le dije que era mi turno y le solté toda la leche. Lo mejor es que ella se volvió a regar en ese lapso. Seguimos abrazados sin que yo se la sacara y fuimos bajando la intensidad del movimiento suavemente y nos agarramos a besos de todo tipo, y se me volvió a parar y comenzó la parte buena.... ella volvió a soltar la crema una vez mas y repetimos el ejercicio otra vez.
Para no cansarlos, solo les digo que le pude echar tres polvazos sin sacársela y ella, fácilmente me pudo duplicar. Si paramos a acción es porque me dijo que la estaba chimando. Por supuesto que accedí caballerosamente, pero sacando pecho porque sentí que había sacado la faena y había quedado como los grandes.
Cuando salimos del motel ya el aguacero había pasado y la presa de carros también. Por supuesto que la presa nuestra también había quedado atrás, en el cuarto #16.
Después de ahí tuvimos varias salidas furtivas, pero sin contar con tanto tiempo libre para poder repetir esa memorable primera vez.
Como mencione, aunque no tengamos nada de nada hoy, cada vez que hablamos recordamos ese evento, como algo importante en nuestra relación.
Perdón J, por ser tan gráfico pero creí necesario recordar esta primera salida.
Salu2