La cuestión es que me hice un perfil de Tinder, y juro que mis intenciones inicialmente eran ver como funcionaba la app, conocer gente con los mismos intereses, algo muy cute... "muy tranquilo"pero bueno, las cosas no siempre son como uno las planea.
Después de varios bombetas y conversaciones trilladas del clima, y demás tonterías, apareció este mae... Dígamosle Roberto. Roberto es un mae promedio, tatuajes, aparentemente tranquilo, guapo... Obvio le di hacia la derecha y bueno, hicimos match.
No sé si los relatos que normalmente comparto por acá dan la idea de que soy muy mandada, pero la verdad es que no soy así. La mayoría de veces me siento intímidada por los maes "guapos" así que concretar un encuentro con Roberto se hizo complicado (yo lo compliqué), después de mucho rodeo me dije: "Jane, salí con este fulano a ver qué, lo peor que puede pasar es que no se gusten", entonces finalmente logramos definir fecha para el encuentro.
Cuando lo vi en persona, fue instantáneo, una química inexplicable. Coqueteos iban y venían. Comenzamos la velada con unas cervecillas, yo al cabo de 3 estaba decidida, no podía volver a mi casa sin por haber hecho algo con él. Así que puse manos a la obra y saqué toda mi expertise en seducción gracias a la moderada pero necesaria ingesta de licor. P)
¿Alguna vez les pasó que le dan un beso a alguien y sienten la urgencia de quitarse la ropa?.... Bueno así fue con Roberto. Eso que se altera la respiración, se pone la piel de gallina y comienza una urgencia de tocar todo, de besar todo, de chupar todo.
Estabamos en plena cita, con las hormonas al tope y justo antes de comenzar a hacer una escena en el bar decidimos que lo mejor era salir de ahí, así que pagamos y caminamos hacia el parqueo.
Caminamos como veinte metros en la oscuridad, el detrás mío y su pene duro rozandome las nalgas. Si ya estaba como loca, eso terminó de hacerla!
Entramos al carro y salió la pregunta: "¿qué hacemos?" somos de un poco lejos, por lo que decidimos vernos en un punto medio así que no conocíamos la zona... ¡Gracias a Dios por Waze! teníamos un motel a 8 km. En el trayecto, me ganó la ansiedad, aproveché la primera luz roja del trayecto, lo vi a los ojos y le dije "¿Puedo?", se le dibujó una sonrisa en la cara y no necesité más respuesta.
Le abrí el zipper del pantalon y metì mi mano, muchachos(as) yo no puedo explicarles a este hombre, es decir, físicamente no era nada fuera de lo normal, pero por alguna razón me volvía loca, sentir ese pene duro en mi mano, saber que era un desconocido y que ìbamos de camino al motel hizo que todo se sintiera tan delicioso. Evidentemente, tuve que sacar su pene por el zipper (#VentajasDeLosBoxersNoAnatómicos) y comenzar a chuparlo, como la más quitada de la pena, empecé a saborearlo, lentamente con circulos delicados en la punta ya un poco lubricada y luego lentamente metiéndolo en mi boca. Era tanta la ansiedad que me parece haber hecho el mejor deepthroat y ademàs el más placentero. Para hacerlo más excitante, un par de carros se dieron cuenta de lo que pasaba se aseguraron de que supieramos que se habían dado cuenta, por dicha estabamos en un lugar que ninguno de los dos frecuentaba, fue una de las experiencias más excitantes. Sobra decir que si disfrutè el camino, una vez en el motel tuve El.Mejor.Sexo.De.Mi.Vida.
No tengo explicación para esto, este mae, un virtualmente desconocido conocía a la perfección donde y cómo tocarme. Pero bueno el episodio dentro del motel serà para otro relato.
Sólo quiero decirles que si no han topado con suerte en Tinder no pierdan la fé.
Besos.
Después de varios bombetas y conversaciones trilladas del clima, y demás tonterías, apareció este mae... Dígamosle Roberto. Roberto es un mae promedio, tatuajes, aparentemente tranquilo, guapo... Obvio le di hacia la derecha y bueno, hicimos match.
No sé si los relatos que normalmente comparto por acá dan la idea de que soy muy mandada, pero la verdad es que no soy así. La mayoría de veces me siento intímidada por los maes "guapos" así que concretar un encuentro con Roberto se hizo complicado (yo lo compliqué), después de mucho rodeo me dije: "Jane, salí con este fulano a ver qué, lo peor que puede pasar es que no se gusten", entonces finalmente logramos definir fecha para el encuentro.
Cuando lo vi en persona, fue instantáneo, una química inexplicable. Coqueteos iban y venían. Comenzamos la velada con unas cervecillas, yo al cabo de 3 estaba decidida, no podía volver a mi casa sin por haber hecho algo con él. Así que puse manos a la obra y saqué toda mi expertise en seducción gracias a la moderada pero necesaria ingesta de licor. P)
¿Alguna vez les pasó que le dan un beso a alguien y sienten la urgencia de quitarse la ropa?.... Bueno así fue con Roberto. Eso que se altera la respiración, se pone la piel de gallina y comienza una urgencia de tocar todo, de besar todo, de chupar todo.
Estabamos en plena cita, con las hormonas al tope y justo antes de comenzar a hacer una escena en el bar decidimos que lo mejor era salir de ahí, así que pagamos y caminamos hacia el parqueo.
Caminamos como veinte metros en la oscuridad, el detrás mío y su pene duro rozandome las nalgas. Si ya estaba como loca, eso terminó de hacerla!
Entramos al carro y salió la pregunta: "¿qué hacemos?" somos de un poco lejos, por lo que decidimos vernos en un punto medio así que no conocíamos la zona... ¡Gracias a Dios por Waze! teníamos un motel a 8 km. En el trayecto, me ganó la ansiedad, aproveché la primera luz roja del trayecto, lo vi a los ojos y le dije "¿Puedo?", se le dibujó una sonrisa en la cara y no necesité más respuesta.
Le abrí el zipper del pantalon y metì mi mano, muchachos(as) yo no puedo explicarles a este hombre, es decir, físicamente no era nada fuera de lo normal, pero por alguna razón me volvía loca, sentir ese pene duro en mi mano, saber que era un desconocido y que ìbamos de camino al motel hizo que todo se sintiera tan delicioso. Evidentemente, tuve que sacar su pene por el zipper (#VentajasDeLosBoxersNoAnatómicos) y comenzar a chuparlo, como la más quitada de la pena, empecé a saborearlo, lentamente con circulos delicados en la punta ya un poco lubricada y luego lentamente metiéndolo en mi boca. Era tanta la ansiedad que me parece haber hecho el mejor deepthroat y ademàs el más placentero. Para hacerlo más excitante, un par de carros se dieron cuenta de lo que pasaba se aseguraron de que supieramos que se habían dado cuenta, por dicha estabamos en un lugar que ninguno de los dos frecuentaba, fue una de las experiencias más excitantes. Sobra decir que si disfrutè el camino, una vez en el motel tuve El.Mejor.Sexo.De.Mi.Vida.
No tengo explicación para esto, este mae, un virtualmente desconocido conocía a la perfección donde y cómo tocarme. Pero bueno el episodio dentro del motel serà para otro relato.
Sólo quiero decirles que si no han topado con suerte en Tinder no pierdan la fé.
Besos.