El airecito navideño siempre trae a los fantasmas de las navidades pasadas a.k.a los ex... Veridíco. Comprobado por la NASA, es un fenómeno inevitable... y si bien a veces es frustrante, también se le puede sacar el jugo y para eso les voy a contar los acontecimientos de mi diciembre del año pasado.
No voy a hacer hipócrita, estos fríos despiertan una cierta de necesidad de una cobijita con patas... Pero al mismo tiempo en estas épocas mi lado familiar se intensifica, vuelvo a mi pueblo y me dedico a pensar en las visitas, en los regalitos y todas esas cosas así que dejo el lado hormonal en segundo plano. Lo que pasa es que a veces subo una que otra fotillo medio mal intencionada.... Claro, con clase; es decir sin revelar de más. Pidiéndola pero de manera subliminal jaja.
El caso es que un poco antes de la víspera de navidad publiqué una fotillo coquetona, en cuestión de un par de horas se manifestó el innombrable. Generalmente mis andanzas y mis noviazgos terminan bien, con una buena comunicación, es decir no somos mejores amigos, pero tampoco existe la amenaza de echarse ácido en la cara si nos vemos en la calle. En fin, con este mae me pasó que cortamos contacto y yo tenía una pizca de rencor porque me pareció que la forma en la que actúo no fue la de un caballero y bueno, normal, me molesté.
Bueno para no dar más rodeos, me llega un mensaje por el bendito snapchat, donde había publicado la foto. "Usted con el tiempo se pone más bonita, siempre me gustó como se le ven ese tipo de blusas" . El mensaje me revolvió un toque el estómago, pero el que se enoja pierden dicen, y quedar como la loca malhumorada no es mi estilo así que le contesté "Hey, pura vida. Tiempo sin saber de usted, espero que le esté yendo muy bien" (¡MENTIRA! esperaba que estuviera comiendo mierda, es más, que estuviera jalando mierda con pajilla, mierda intravenosa, mierda hasta en polvo) No hubo respuesta, hasta la madrugada... "¿Está donde sus papás?Veámonos" Leí el mensaje como a la 1:30 de la mañana en medio de mi maratón de sense8. Otra vez me hirvió la sangre... ¿Este idiota quién se cree? Me le voy a cagar en la madre ya mismo.... Pero mientras se me bajaba el colerón empecé a recordar la dinámica que había. Este mae nunca fue mi novio, era un ... fuckbuddy de fines de semana, ninguno de los dos quería nada serio... Escogíamos un lugar para vernos, e íbamos a lo que íbamos. Teníamos demasiada química, algunas veces se nos pasaban 5 horas en el asunto y parecían minutos.
Así que ese recuerdo combinado con el frío, y yo en ese cuadro, en la madrugada, con los ojos rojos, en medias viendo una serie me generó una pequeña epifanía, una idea repentina : "Yo podría estar cogiendo en este momento" y así con eso en mente, se me bajó la chicha. Es decir, ya sabía como cogía, no tenía que pasar por la etapa de conocer al muchacho y todo ese ritual que a la larga no es tan provechoso. Con el podía coger rico e ir a la segura... ¿Entonces por qué no?
Igual obvio no se la iba a poner tan fácil, si fue él que se puso en varas primero ahora iba a ser yo. Le escribí "¿Vernos? ¿Para qué?" . La pregunta era maliciosa, el tipo este, después de haberme dicho que no quería nada serio tuvo la falta de delicadeza de decirme que ya no ibamos a vernos más, que estaba muy ocupado con el brete (¿Quién está tan ocupado como para no poder coger sin compromisos?) Bueno la cuestión es que una semana después tenía la foto de perfil de fb dándose un beso con una muchacha.
Y no es el hecho de que haya encontrado a alguien lo que me molesta, sino la falta de sinceridad.
En fin para no cansarlos con el cuento y no aburrirlos con los detalles humanos de la historia. El fulano me dijo que quería conversar conmigo, que podíamos ir por un café y pornernos al día, ver qué pasa. Yo como ya tenía fijo mi objetivo, le hice un cuento de que estaba muy ocupada y tenía muchos compromisos, pero que talvez podía verlo el domingo... Al propio dije domingo, los domingos son los día de mejenga de él, sabía que se iba a poner en varas, me dijo "El domingo está complicado" ... "Bueno, ni modo. En algún otro momento quizás" le dije. Al día siguiente desperté y tenía otra respuesta: Veamonos el domingo.
El domingo nos vimos en una cafetería, conversamos de como nos iba con el trabajo, con la u, cómo estaba la abuela, los papás los hermanos, el ... Luego del café, nos subimos al carro de él, ofreció ir a dejarme a mi casa, yo le iba diciendo como creía que ya la química posiblemente no estaba y que era mejor seguir cada quien en lo suyo de dientes para fuera, yo lo que quería era era coger... Era mi objetivo... cuando estábamos frente a mi casa, me dice en un tono muy solemne, sobreactuado para mi gusto "Qué bonito verla, probemos yo le aseguro que la química todavía está" Me quité el cinturón, para acercarme a él, nos besamos. Se me puso la cara hirviendo, y me recorrió un calambrito por todo el cuerpo... De ahí en adelante se puso todo en color rojo. Sus manos se fueron directo a mis nalgas y mis piernas, con un movimiento brusco me jaló hacia él y quedé sentada en cima, con su cara en mi pecho. En medio del extasis me dio la cabeza para acordarme que estaba en frente de mi casa, un domingo que está la casa repleta y yo haciendo un show en la carro, me hice suspendida me senté de vuelta en mi lugar, me acomodé la blusa, me puse el cinturón y le dije: Vamos al spot. Se me quedó viendo y soltó una risa, encendió el carro sin protestar.
El spot es una especie de cabina, como a 15 minutos de mi casa donde íbamos casi siempre, no se llama así, pero así le decíamos.
Cuando llegamos, me acosté en la cama, viéndolo fijamente, y empecé a tocarme sobre la ropa. Cuando el quiso acompañarme en la cama le dije "Espere un momento, venir a la cama conmigo es un privilegio que se gana. Quiero verlo tocándose" Lo dudó por un momento, se quitó la camiseta y me dijo "no entiendo, yo creo que ese privilegio lo tengo más que ganado", "Haga caso y guarde silencio. Se quitó el pantalón, se quedó en boxers, y comezó a tocarse... "¿Así?" "Así va muy bien, ¿ve que bien cuando hace caso?" Yo lo veía fijo desde la cama, con las piernas abiertas y mis manos recorriéndome. Prontó perdió los boxers, tenía un pene grandecito, largo sobre todo, muy estético, delicioso. Yo batallando con las ganas de chuparlo, me di media vuelta, me puse de 4, volteé a verlo y le dije "Tiene derecho a una nalgada" y así lo hizo. Me volvi a dar vuelta, me arrodillé la cama frente a él y me quité la blusa, le agarré una de las manos y la pasé sobre mi pecho, me quité el brassier y sin darle tiempo de tocarme me volvía a acostar, el seguía tocándose frente a mí. Yo jugaba con mis pechos, los apretaba y algo que siempre le gustaba era cuando tomaba mis pechos los apretaba muy fuerte y los acercaba a mi cara y les pasaba la lengua. Lo volvía loco, así que lo hice. "Qué cruel" y yo en mi papel de villana le decía que aun no tenía hablar tampoco... Me quité el pantalón, andaba un hilo negro, los hilos son sus favoritos... se echó una risa y me dijo "Usted esto lo tenía planeado, ¿verdad?" Me puse otra vez de cuatro en la cama volteé a verlo y le dije "Talvez sí, talvez no... Nalguéeme una vez más" Esta vez se tomó el tiempo de acariciarme primero, y luego me nalgueó". Volví a posición, acostada y le hice un gesto con el dedo de que podía subir a la cama, cuando venía sobre mí lo detuve y le dije, que esperara ahora le tocaba verme a mi, así que hincado y recostado al filo de la cama me acerqué a el, abrí mis piernas y comencé a tocarme, primero encima del hilo, unas caricias inocentes, como quien experimenta por primera vez. Me puso las manos sobre las piernas e inmediatamente le dije "No! sin tocar, aun no se lo ha ganado" Entonces como quien espera que le sirvan la cena, movió sus manos y acercó más su cara. Yo comencé a tocar un poco más, a presionar mi ropa interior contra mi vagina, para que se separaran los labios y que pudiera ver un poco más de mi humedad, luego corrí el hilo hacia un lado y le dejé ver un poco más. Con mucha delicadeza abrí mis labios para que pudiera ver mejor y con la otra mano comencé a acariciarme, con mis dedos recogía un poco de mis jugos y los traía a mi clitoris, sentía palpitaciones en toda la zona. Saber que lo tenía tan de cerca viéndome me excitaba demasiado. Comencé a meterme un dedito poco a poco hasta que entró hasta el final, entraba resbalado, sin problema. así que metí uno más, estaba tan mojada que se podía escuchar la humedad. Vi como se mordía los labios, se le notaba lo mucho que quería participar en lo que estaba haciendo, eso me dio un extra de excitación, comencé a penetrarme con los dedos más intensamente, no podía evitar estremecerme del placer, sólo se escuchaban mis gemidos, él muy atentamente seguía mis instrucciones de guardar silencio. Cuando paré de autocomplacerme saqué los deditos empapados en mis jugos y con mucha delicadeza los acerqué a su boca, pero antes de que pudiera abrir para saborealos, los traje hacia la mía y los chupé yo. Su cara de sorpresa fue bastante graciosa, me reí, y me acerqué a él, nos dimos un beso con sabor a mí.
Volvi a recostarme un poco y le dije, ahora sí, tiene permiso. Es toda suya. Así que con cara de maldad, me abrió un poco más las piernas y comenzó a darme oral. Lo idiota que puede ser ese mae lo compensa totalmente con la forma en la que da oral, comenzó besándome, con mucha paciencia, por encimita de los labios, para luego separarlos y con la punta de su lengua acariciar mi clitoris, él sabía que eso me pone a mil... luego pasando toda su lengua de arriba a abajo, luego metiendo su lengua, como si me penetrase con ella, mientras sus dedos juegan con mi clitoris, los gemidos pasaron a ser gritos, estaba empapada con mis jugos y un poco de sudor. Mis manos en su pelo, jalando un poco y él en su elemento, en lo suyo. Chupando, mordiendo, succionando, metiendo los deditos. Así pasaron unos cuantos minutos, nos movimos hacia el centro de la cama, yo aproveché para poner unas almohadas debajo de mi, yo ya estaba lista para que me penetrara como Dios manda... el, hincado tomó su pene, duro, lo acercó a mi vagina y me dio unos golpecitos, puso la cabeza en la entrada .... y sin decirme nada, me dio media vuelta, quitó las almohadas y me dijo "póngase de 4" Yo volví a mi rol de sumisa, mi favorito. No dije nada e hice caso. Me agarró las nalgas fuerte, las acarició, las besó y luego las nalgueó al mismo tiempo una, dos, tres veces. Las separó y se inclinó y comenzó a chuparme otra vez, está vez me metía los deditos y al mismo tiempo me chupaba el culito, yo no podía con tanto placer. Ya era urgente que me cogiera, pero el sabía que moría de ganas y no quería dejarme ganar. Ya era el tercer orgasmo en cuestión de si acaso una hora. Me tenía vuelta loca, era justo como lo recordaba, igual de rico, sólo que esos tonos de venganza lo hizo sentir mucho mejor.
Se acostó al lado, y sin tener que siquiera sugerirlo ya estaba yo en medio de sus piernas lista para darle el mejor oral de su vida. Puse manos a la obra, con mis dedos hacía circulitos en la cabeza de la cual salían ya gotitas espesas, esas que hacen agua la boca. Acerqué mi boca y comencé por darle besitos, por todo el pene y obvio también los huevitos, pasé mi lengua por todas partes, volví a la puntita, la escupí y comencé a masajearlo, volví a los testículos y los comencé a lamer, a poco a poco meterlos en mi boca y a succionarlos, mientras mi mano aun masajeaba su pene. Eso le encantaba, también cuando con una mano en el pene y otra levantando un poco los testiculos pasaba mi lengua por el perineo, hasta llegar al culito. Lo hacía retorcerse de placer. Después de repetir eso un par de veces comencé a succionarle el pene, como queriendo sacar la lechita de una vez y alternando con una chupada bien profunda. Algo que me gusta hacer es una vez que esta lo más adentro que se pueda, tratar de tragar, eso crea una succión adicional... (Este es un secreto ancestral que quiero compartir porque creo que todo buen oral debe tener) en fin, despuès de repetir eso un par de veces y verlo con esa cara de placer aproveché lo bañado en saliva que salía su pene para sin preguntar mucho y en un movimiento muy rápido sentarme sobre él. Montarlo, suavecito, un poquito.... Estaba muriendo de ganas por sentirlo adentro , pero luego la alerta del condón volvió... Él con una velocidad increíble se puso de pie y se colocó el profiláctico. Yo esperaba ansiosa en la cama. "Acuéstese, me dijo" me tomó de las piernas las puso bajo sus hombros y comenzó a penetrarme. Sin delicadeza, el sabe más que bien que así es como me gusta. Empezó a darme lo que le había pedido tanto duro, yo no podía contener los gritos. Continuamos en esa posición hasta que me dijo "Ahora cómo quiere" No hubo que decir nada más, Inmediatamente me puse de cuatro. Aprovechó para nalguearme e inmediatamente metermela otra vez esta vez más despacio, y mientras lo hacía tomaba mi pelo y cada vez aumentaba la fuerza con la que me penetraba y con la que me jalaba el cabello. En esa posición él se ponía mucho más dominante, por eso me gustaba tanto. Empezaba a hablarme sucio, salía el lado animal y eso me ponía como loca, con este creo que no duré mucho antes de venirme. Él ya no aguantó más. La sacó, se quitó el condón, se paró a la par de la cama, me dijo "Venga" yo muy dócil lo seguí, me arrodillé y esperé viéndolo a los ojos. No mucho después quedé bañada en una cantidad exagerada de semen. Saboreé lo que puse, me quedé ida un par de minutos, cada uno se metió a la ducha y después de eso no pasó mucho más.
Ya no podía pedir mucho de por sí, me había adelantado el regalo de navidad... Repetimos un par de veces más en los días que estuve por allá. Sobra decir que la espinita de amargura que tenía se desvaneció ... Aunque no hemos vuelto a hablar mucho desde eso esta vez las cosas quedaron bien. Crucemos los dedos porque esta navidad se repita la oportunidad.
Jaja.
No voy a hacer hipócrita, estos fríos despiertan una cierta de necesidad de una cobijita con patas... Pero al mismo tiempo en estas épocas mi lado familiar se intensifica, vuelvo a mi pueblo y me dedico a pensar en las visitas, en los regalitos y todas esas cosas así que dejo el lado hormonal en segundo plano. Lo que pasa es que a veces subo una que otra fotillo medio mal intencionada.... Claro, con clase; es decir sin revelar de más. Pidiéndola pero de manera subliminal jaja.
El caso es que un poco antes de la víspera de navidad publiqué una fotillo coquetona, en cuestión de un par de horas se manifestó el innombrable. Generalmente mis andanzas y mis noviazgos terminan bien, con una buena comunicación, es decir no somos mejores amigos, pero tampoco existe la amenaza de echarse ácido en la cara si nos vemos en la calle. En fin, con este mae me pasó que cortamos contacto y yo tenía una pizca de rencor porque me pareció que la forma en la que actúo no fue la de un caballero y bueno, normal, me molesté.
Bueno para no dar más rodeos, me llega un mensaje por el bendito snapchat, donde había publicado la foto. "Usted con el tiempo se pone más bonita, siempre me gustó como se le ven ese tipo de blusas" . El mensaje me revolvió un toque el estómago, pero el que se enoja pierden dicen, y quedar como la loca malhumorada no es mi estilo así que le contesté "Hey, pura vida. Tiempo sin saber de usted, espero que le esté yendo muy bien" (¡MENTIRA! esperaba que estuviera comiendo mierda, es más, que estuviera jalando mierda con pajilla, mierda intravenosa, mierda hasta en polvo) No hubo respuesta, hasta la madrugada... "¿Está donde sus papás?Veámonos" Leí el mensaje como a la 1:30 de la mañana en medio de mi maratón de sense8. Otra vez me hirvió la sangre... ¿Este idiota quién se cree? Me le voy a cagar en la madre ya mismo.... Pero mientras se me bajaba el colerón empecé a recordar la dinámica que había. Este mae nunca fue mi novio, era un ... fuckbuddy de fines de semana, ninguno de los dos quería nada serio... Escogíamos un lugar para vernos, e íbamos a lo que íbamos. Teníamos demasiada química, algunas veces se nos pasaban 5 horas en el asunto y parecían minutos.
Así que ese recuerdo combinado con el frío, y yo en ese cuadro, en la madrugada, con los ojos rojos, en medias viendo una serie me generó una pequeña epifanía, una idea repentina : "Yo podría estar cogiendo en este momento" y así con eso en mente, se me bajó la chicha. Es decir, ya sabía como cogía, no tenía que pasar por la etapa de conocer al muchacho y todo ese ritual que a la larga no es tan provechoso. Con el podía coger rico e ir a la segura... ¿Entonces por qué no?
Igual obvio no se la iba a poner tan fácil, si fue él que se puso en varas primero ahora iba a ser yo. Le escribí "¿Vernos? ¿Para qué?" . La pregunta era maliciosa, el tipo este, después de haberme dicho que no quería nada serio tuvo la falta de delicadeza de decirme que ya no ibamos a vernos más, que estaba muy ocupado con el brete (¿Quién está tan ocupado como para no poder coger sin compromisos?) Bueno la cuestión es que una semana después tenía la foto de perfil de fb dándose un beso con una muchacha.
Y no es el hecho de que haya encontrado a alguien lo que me molesta, sino la falta de sinceridad.
En fin para no cansarlos con el cuento y no aburrirlos con los detalles humanos de la historia. El fulano me dijo que quería conversar conmigo, que podíamos ir por un café y pornernos al día, ver qué pasa. Yo como ya tenía fijo mi objetivo, le hice un cuento de que estaba muy ocupada y tenía muchos compromisos, pero que talvez podía verlo el domingo... Al propio dije domingo, los domingos son los día de mejenga de él, sabía que se iba a poner en varas, me dijo "El domingo está complicado" ... "Bueno, ni modo. En algún otro momento quizás" le dije. Al día siguiente desperté y tenía otra respuesta: Veamonos el domingo.
El domingo nos vimos en una cafetería, conversamos de como nos iba con el trabajo, con la u, cómo estaba la abuela, los papás los hermanos, el ... Luego del café, nos subimos al carro de él, ofreció ir a dejarme a mi casa, yo le iba diciendo como creía que ya la química posiblemente no estaba y que era mejor seguir cada quien en lo suyo de dientes para fuera, yo lo que quería era era coger... Era mi objetivo... cuando estábamos frente a mi casa, me dice en un tono muy solemne, sobreactuado para mi gusto "Qué bonito verla, probemos yo le aseguro que la química todavía está" Me quité el cinturón, para acercarme a él, nos besamos. Se me puso la cara hirviendo, y me recorrió un calambrito por todo el cuerpo... De ahí en adelante se puso todo en color rojo. Sus manos se fueron directo a mis nalgas y mis piernas, con un movimiento brusco me jaló hacia él y quedé sentada en cima, con su cara en mi pecho. En medio del extasis me dio la cabeza para acordarme que estaba en frente de mi casa, un domingo que está la casa repleta y yo haciendo un show en la carro, me hice suspendida me senté de vuelta en mi lugar, me acomodé la blusa, me puse el cinturón y le dije: Vamos al spot. Se me quedó viendo y soltó una risa, encendió el carro sin protestar.
El spot es una especie de cabina, como a 15 minutos de mi casa donde íbamos casi siempre, no se llama así, pero así le decíamos.
Cuando llegamos, me acosté en la cama, viéndolo fijamente, y empecé a tocarme sobre la ropa. Cuando el quiso acompañarme en la cama le dije "Espere un momento, venir a la cama conmigo es un privilegio que se gana. Quiero verlo tocándose" Lo dudó por un momento, se quitó la camiseta y me dijo "no entiendo, yo creo que ese privilegio lo tengo más que ganado", "Haga caso y guarde silencio. Se quitó el pantalón, se quedó en boxers, y comezó a tocarse... "¿Así?" "Así va muy bien, ¿ve que bien cuando hace caso?" Yo lo veía fijo desde la cama, con las piernas abiertas y mis manos recorriéndome. Prontó perdió los boxers, tenía un pene grandecito, largo sobre todo, muy estético, delicioso. Yo batallando con las ganas de chuparlo, me di media vuelta, me puse de 4, volteé a verlo y le dije "Tiene derecho a una nalgada" y así lo hizo. Me volvi a dar vuelta, me arrodillé la cama frente a él y me quité la blusa, le agarré una de las manos y la pasé sobre mi pecho, me quité el brassier y sin darle tiempo de tocarme me volvía a acostar, el seguía tocándose frente a mí. Yo jugaba con mis pechos, los apretaba y algo que siempre le gustaba era cuando tomaba mis pechos los apretaba muy fuerte y los acercaba a mi cara y les pasaba la lengua. Lo volvía loco, así que lo hice. "Qué cruel" y yo en mi papel de villana le decía que aun no tenía hablar tampoco... Me quité el pantalón, andaba un hilo negro, los hilos son sus favoritos... se echó una risa y me dijo "Usted esto lo tenía planeado, ¿verdad?" Me puse otra vez de cuatro en la cama volteé a verlo y le dije "Talvez sí, talvez no... Nalguéeme una vez más" Esta vez se tomó el tiempo de acariciarme primero, y luego me nalgueó". Volví a posición, acostada y le hice un gesto con el dedo de que podía subir a la cama, cuando venía sobre mí lo detuve y le dije, que esperara ahora le tocaba verme a mi, así que hincado y recostado al filo de la cama me acerqué a el, abrí mis piernas y comencé a tocarme, primero encima del hilo, unas caricias inocentes, como quien experimenta por primera vez. Me puso las manos sobre las piernas e inmediatamente le dije "No! sin tocar, aun no se lo ha ganado" Entonces como quien espera que le sirvan la cena, movió sus manos y acercó más su cara. Yo comencé a tocar un poco más, a presionar mi ropa interior contra mi vagina, para que se separaran los labios y que pudiera ver un poco más de mi humedad, luego corrí el hilo hacia un lado y le dejé ver un poco más. Con mucha delicadeza abrí mis labios para que pudiera ver mejor y con la otra mano comencé a acariciarme, con mis dedos recogía un poco de mis jugos y los traía a mi clitoris, sentía palpitaciones en toda la zona. Saber que lo tenía tan de cerca viéndome me excitaba demasiado. Comencé a meterme un dedito poco a poco hasta que entró hasta el final, entraba resbalado, sin problema. así que metí uno más, estaba tan mojada que se podía escuchar la humedad. Vi como se mordía los labios, se le notaba lo mucho que quería participar en lo que estaba haciendo, eso me dio un extra de excitación, comencé a penetrarme con los dedos más intensamente, no podía evitar estremecerme del placer, sólo se escuchaban mis gemidos, él muy atentamente seguía mis instrucciones de guardar silencio. Cuando paré de autocomplacerme saqué los deditos empapados en mis jugos y con mucha delicadeza los acerqué a su boca, pero antes de que pudiera abrir para saborealos, los traje hacia la mía y los chupé yo. Su cara de sorpresa fue bastante graciosa, me reí, y me acerqué a él, nos dimos un beso con sabor a mí.
Volvi a recostarme un poco y le dije, ahora sí, tiene permiso. Es toda suya. Así que con cara de maldad, me abrió un poco más las piernas y comenzó a darme oral. Lo idiota que puede ser ese mae lo compensa totalmente con la forma en la que da oral, comenzó besándome, con mucha paciencia, por encimita de los labios, para luego separarlos y con la punta de su lengua acariciar mi clitoris, él sabía que eso me pone a mil... luego pasando toda su lengua de arriba a abajo, luego metiendo su lengua, como si me penetrase con ella, mientras sus dedos juegan con mi clitoris, los gemidos pasaron a ser gritos, estaba empapada con mis jugos y un poco de sudor. Mis manos en su pelo, jalando un poco y él en su elemento, en lo suyo. Chupando, mordiendo, succionando, metiendo los deditos. Así pasaron unos cuantos minutos, nos movimos hacia el centro de la cama, yo aproveché para poner unas almohadas debajo de mi, yo ya estaba lista para que me penetrara como Dios manda... el, hincado tomó su pene, duro, lo acercó a mi vagina y me dio unos golpecitos, puso la cabeza en la entrada .... y sin decirme nada, me dio media vuelta, quitó las almohadas y me dijo "póngase de 4" Yo volví a mi rol de sumisa, mi favorito. No dije nada e hice caso. Me agarró las nalgas fuerte, las acarició, las besó y luego las nalgueó al mismo tiempo una, dos, tres veces. Las separó y se inclinó y comenzó a chuparme otra vez, está vez me metía los deditos y al mismo tiempo me chupaba el culito, yo no podía con tanto placer. Ya era urgente que me cogiera, pero el sabía que moría de ganas y no quería dejarme ganar. Ya era el tercer orgasmo en cuestión de si acaso una hora. Me tenía vuelta loca, era justo como lo recordaba, igual de rico, sólo que esos tonos de venganza lo hizo sentir mucho mejor.
Se acostó al lado, y sin tener que siquiera sugerirlo ya estaba yo en medio de sus piernas lista para darle el mejor oral de su vida. Puse manos a la obra, con mis dedos hacía circulitos en la cabeza de la cual salían ya gotitas espesas, esas que hacen agua la boca. Acerqué mi boca y comencé por darle besitos, por todo el pene y obvio también los huevitos, pasé mi lengua por todas partes, volví a la puntita, la escupí y comencé a masajearlo, volví a los testículos y los comencé a lamer, a poco a poco meterlos en mi boca y a succionarlos, mientras mi mano aun masajeaba su pene. Eso le encantaba, también cuando con una mano en el pene y otra levantando un poco los testiculos pasaba mi lengua por el perineo, hasta llegar al culito. Lo hacía retorcerse de placer. Después de repetir eso un par de veces comencé a succionarle el pene, como queriendo sacar la lechita de una vez y alternando con una chupada bien profunda. Algo que me gusta hacer es una vez que esta lo más adentro que se pueda, tratar de tragar, eso crea una succión adicional... (Este es un secreto ancestral que quiero compartir porque creo que todo buen oral debe tener) en fin, despuès de repetir eso un par de veces y verlo con esa cara de placer aproveché lo bañado en saliva que salía su pene para sin preguntar mucho y en un movimiento muy rápido sentarme sobre él. Montarlo, suavecito, un poquito.... Estaba muriendo de ganas por sentirlo adentro , pero luego la alerta del condón volvió... Él con una velocidad increíble se puso de pie y se colocó el profiláctico. Yo esperaba ansiosa en la cama. "Acuéstese, me dijo" me tomó de las piernas las puso bajo sus hombros y comenzó a penetrarme. Sin delicadeza, el sabe más que bien que así es como me gusta. Empezó a darme lo que le había pedido tanto duro, yo no podía contener los gritos. Continuamos en esa posición hasta que me dijo "Ahora cómo quiere" No hubo que decir nada más, Inmediatamente me puse de cuatro. Aprovechó para nalguearme e inmediatamente metermela otra vez esta vez más despacio, y mientras lo hacía tomaba mi pelo y cada vez aumentaba la fuerza con la que me penetraba y con la que me jalaba el cabello. En esa posición él se ponía mucho más dominante, por eso me gustaba tanto. Empezaba a hablarme sucio, salía el lado animal y eso me ponía como loca, con este creo que no duré mucho antes de venirme. Él ya no aguantó más. La sacó, se quitó el condón, se paró a la par de la cama, me dijo "Venga" yo muy dócil lo seguí, me arrodillé y esperé viéndolo a los ojos. No mucho después quedé bañada en una cantidad exagerada de semen. Saboreé lo que puse, me quedé ida un par de minutos, cada uno se metió a la ducha y después de eso no pasó mucho más.
Ya no podía pedir mucho de por sí, me había adelantado el regalo de navidad... Repetimos un par de veces más en los días que estuve por allá. Sobra decir que la espinita de amargura que tenía se desvaneció ... Aunque no hemos vuelto a hablar mucho desde eso esta vez las cosas quedaron bien. Crucemos los dedos porque esta navidad se repita la oportunidad.
Jaja.
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