Les contare mi primera experiencia en una sala de masaje. La cual he titulado El sueño. Espero les agrade.
Eran las siete de la noche de un lunes y ahí me encontraba yo esperando como siempre el bus para regresar a mi apartamento. Un apartamento triste y solitario. Aunque siempre me había gustado la soledad aun extrañaba a Carol. Hacia dos meses que habíamos terminado y ella decidió partir.
Debido a mi ruptura comencé a charlar por WhatsApp y Facebook haciendo diferentes grupos con los compañeros de la escuela, colegio y universidad, sin embargo, los compañeros de la escuela solo hablaban de sus hijos y se quejaban de su vida, era deprimente oírlos. Los compañeros del colegio solamente porno enviaban al celular y los de la universidad hablaban de sus negocios y nuevos trabajos.
Esa noche, ya estando en el apartamento, me llego un mensaje del grupo de WhatsApp del cole. La verdad desde que comencé andar con Carol no había visto porno. Casi 9 años sin ver porno y me dio curiosidad ver, máxime con dos meses de no tener a mi mujer al lado.
Comencé a ver el video y era sobre una rubia haciendo un oral profundo a un negro con un pene bien grande. La chica literalmente se estaba ahogando con el pene del negro. Jamás había visto la brutalidad con la que el negro le introducía el miembro a la chica. Termine de ver el video y quede asombrado. Me acosté y encendí el televisor, pero fue inútil aún estaba con la idea del video por lo que lo volví a ver nuevamente y seguía sorprendiéndome, pero esta vez me sorprendió el final del video en donde el tipo le llenaba la boca y la cara a la rubia de semen.
Pensé que lo mejor era dormir y apagué todo. Grave error! A las tres de la madrugada me desperté bañado en sudor. Tuve una pesadilla muy extraña. Me soñé que le hacía un oral profundo a Carol, pero no reaccionaba y se asfixiaba con mi pene y fallecía.
Pase las siguientes horas asustado esperando que fueran las seis para alistarme e ir al trabajo, sin embargo, nada me distraía. Pasaron los días y seguían esas fuertes imágenes en mi cabeza. Tuve que acudir donde un psicólogo que rápidamente dio con mi problema
Juan, me dijo. Lo que te ocurre es que quieres practicar ese tipo de sexo. No es nada del otro mundo. Anda amigo, hazlo y se feliz. No mataras a nadie si le haces un oral profundo. Te recomiendo ir a este lugar, ahí encontraras chicas jóvenes y sexys.
Quede anonadado con la respuesta y ahora sufría por ansiedad. Decidí ir un sábado en la mañana al lugar que me recomendó. Los días eran lentos y calurosos. Por fin había llegado el sábado y me encontraba listo para ir a la sala de masajes recomendada.
Llegue a mi destino. Nunca antes había ido a un lugar de estos por lo que llevaba trescientos mil colones. vi una niña de unos 19 años y le dije con vos tímida, se puede? Ella asintió y me dijo son veinte mil colones la hora. Me apresure a pagarle y me llevo a un cuarto en un segundo piso.
Entramos, cerró la puerta y comenzó a desvestirse. Me noto tímido y me pregunto que me pasaba. L e conteste que quería el oral profundo que no era necesario que se quitara la ropa. Me contestó que me iba a costar quince mil más sin condón. No pude resistirme y le pagué.
Comenzó a quitarme el pantalón. Me bajo el bóxer y me mando a lavar. Volví y comenzó a chuparme mi pene. Lento y suavemente me lo chupaba. Alternando besos y pequeños mordiscos al gorro del pene. Me excitaba. Se la metía toda en su boca a ratos. Mientras ella seguía mamando le acariciaba el culito. De repente paro y con una hermosa sonrisa me dijo estoy cansada ahorita sigo papi…y pude ver esos dientes perfectos, blancos como la leche. En ese instante vino a mi mente el porque estaba ahí y como mi misión era llenarle la boca y cara con la leche acumulada de dos meses. Le pedí que se acostara boca arriba y que se acercada a un costado de la cama. Me pare detrás de la cabeza de ella al costado de la cama. Me dijo que así no le gustaba, entonces saque veinte mil más y los puse a un costado de una pequeña mesa en la que habíamos puesto nuestra ropa. Ella asintió que los veinte mil eran suficiente. la tome de los brazos y la jale un poco más afuera de la cama. Comencé a metérsela poco a poco hasta que se la tragara toda. Podía oír sonidos en su garganta como si algo se rompiera. Eso me decía que lo estaba haciendo bien. Ella intentaba zafarse, pero al tenerla sujetada de los brazos no lo lograba. Comencé a metérsela más duro y más fuerte como si estuviera metiéndosela en la panocha. Le di unos instantes para que se compusiera pues ella estaba a punto de vomitarse. Volví a metérsela y apreciaba como sus ojos se llenaban de lágrimas de dolor. Ante hermosa escena entendí que era el momento de regarme en su boca. Y así lo hice. Pero no saque mi picha de su boca. Ella inconscientemente comenzó a succionar y succionar mi pene era algo fabuloso, termino tomándose toda mi leche. Al terminar la faena le di diez mil más en agradecimiento por haber cumplido mi fantasía y me pregunto que cuando volvía.
Al salir de la sala volví a mi casa y comprobé que mi sueño era algo normal que mi cuerpo estaba pidiendo, sin embargo, desde ese día sigo yendo una vez cada dos meses a la sala a descargar toda mi leche.
Eran las siete de la noche de un lunes y ahí me encontraba yo esperando como siempre el bus para regresar a mi apartamento. Un apartamento triste y solitario. Aunque siempre me había gustado la soledad aun extrañaba a Carol. Hacia dos meses que habíamos terminado y ella decidió partir.
Debido a mi ruptura comencé a charlar por WhatsApp y Facebook haciendo diferentes grupos con los compañeros de la escuela, colegio y universidad, sin embargo, los compañeros de la escuela solo hablaban de sus hijos y se quejaban de su vida, era deprimente oírlos. Los compañeros del colegio solamente porno enviaban al celular y los de la universidad hablaban de sus negocios y nuevos trabajos.
Esa noche, ya estando en el apartamento, me llego un mensaje del grupo de WhatsApp del cole. La verdad desde que comencé andar con Carol no había visto porno. Casi 9 años sin ver porno y me dio curiosidad ver, máxime con dos meses de no tener a mi mujer al lado.
Comencé a ver el video y era sobre una rubia haciendo un oral profundo a un negro con un pene bien grande. La chica literalmente se estaba ahogando con el pene del negro. Jamás había visto la brutalidad con la que el negro le introducía el miembro a la chica. Termine de ver el video y quede asombrado. Me acosté y encendí el televisor, pero fue inútil aún estaba con la idea del video por lo que lo volví a ver nuevamente y seguía sorprendiéndome, pero esta vez me sorprendió el final del video en donde el tipo le llenaba la boca y la cara a la rubia de semen.
Pensé que lo mejor era dormir y apagué todo. Grave error! A las tres de la madrugada me desperté bañado en sudor. Tuve una pesadilla muy extraña. Me soñé que le hacía un oral profundo a Carol, pero no reaccionaba y se asfixiaba con mi pene y fallecía.
Pase las siguientes horas asustado esperando que fueran las seis para alistarme e ir al trabajo, sin embargo, nada me distraía. Pasaron los días y seguían esas fuertes imágenes en mi cabeza. Tuve que acudir donde un psicólogo que rápidamente dio con mi problema
Juan, me dijo. Lo que te ocurre es que quieres practicar ese tipo de sexo. No es nada del otro mundo. Anda amigo, hazlo y se feliz. No mataras a nadie si le haces un oral profundo. Te recomiendo ir a este lugar, ahí encontraras chicas jóvenes y sexys.
Quede anonadado con la respuesta y ahora sufría por ansiedad. Decidí ir un sábado en la mañana al lugar que me recomendó. Los días eran lentos y calurosos. Por fin había llegado el sábado y me encontraba listo para ir a la sala de masajes recomendada.
Llegue a mi destino. Nunca antes había ido a un lugar de estos por lo que llevaba trescientos mil colones. vi una niña de unos 19 años y le dije con vos tímida, se puede? Ella asintió y me dijo son veinte mil colones la hora. Me apresure a pagarle y me llevo a un cuarto en un segundo piso.
Entramos, cerró la puerta y comenzó a desvestirse. Me noto tímido y me pregunto que me pasaba. L e conteste que quería el oral profundo que no era necesario que se quitara la ropa. Me contestó que me iba a costar quince mil más sin condón. No pude resistirme y le pagué.
Comenzó a quitarme el pantalón. Me bajo el bóxer y me mando a lavar. Volví y comenzó a chuparme mi pene. Lento y suavemente me lo chupaba. Alternando besos y pequeños mordiscos al gorro del pene. Me excitaba. Se la metía toda en su boca a ratos. Mientras ella seguía mamando le acariciaba el culito. De repente paro y con una hermosa sonrisa me dijo estoy cansada ahorita sigo papi…y pude ver esos dientes perfectos, blancos como la leche. En ese instante vino a mi mente el porque estaba ahí y como mi misión era llenarle la boca y cara con la leche acumulada de dos meses. Le pedí que se acostara boca arriba y que se acercada a un costado de la cama. Me pare detrás de la cabeza de ella al costado de la cama. Me dijo que así no le gustaba, entonces saque veinte mil más y los puse a un costado de una pequeña mesa en la que habíamos puesto nuestra ropa. Ella asintió que los veinte mil eran suficiente. la tome de los brazos y la jale un poco más afuera de la cama. Comencé a metérsela poco a poco hasta que se la tragara toda. Podía oír sonidos en su garganta como si algo se rompiera. Eso me decía que lo estaba haciendo bien. Ella intentaba zafarse, pero al tenerla sujetada de los brazos no lo lograba. Comencé a metérsela más duro y más fuerte como si estuviera metiéndosela en la panocha. Le di unos instantes para que se compusiera pues ella estaba a punto de vomitarse. Volví a metérsela y apreciaba como sus ojos se llenaban de lágrimas de dolor. Ante hermosa escena entendí que era el momento de regarme en su boca. Y así lo hice. Pero no saque mi picha de su boca. Ella inconscientemente comenzó a succionar y succionar mi pene era algo fabuloso, termino tomándose toda mi leche. Al terminar la faena le di diez mil más en agradecimiento por haber cumplido mi fantasía y me pregunto que cuando volvía.
Al salir de la sala volví a mi casa y comprobé que mi sueño era algo normal que mi cuerpo estaba pidiendo, sin embargo, desde ese día sigo yendo una vez cada dos meses a la sala a descargar toda mi leche.
