Buenas amigos del foro!
Un placer saludarles, y presentarles uno de mis primeros posts. Resulta que soy estudiante de ingeniería civil y decidí hacer mi práctica profesional en una institución del estado (que siempre me ha gustado). Todo pura vida, trabajando y estudiando (p y p), termino mi práctica y resulta que entablé una amistad con uno de los altos mandos de la institución. Es un tipo alto, cuerpo de gimnasio, pinta de peón de construcción (pero mucho más arreglado eso sí), con voz de caballero respetable. En los quehaceres de la oficina y las tantas conversaciones me doy cuenta que es bueno para tomarse las “agüitas de tamarindo”. Un fin de semana antes de irme se me ocurrió la idea de llamarlo para irnos por unas queridas cervezas (que tanto alegran el corazón) y pensando que en una buena mesa de tragos se consiguen los buenos trabajos. La vara es que me dice: “…sí claro mae de fijo jalamos, lléguese a mi apartamento…”, y yo como ok, está bien. Llego al apartamento, ya me estaba esperando afuera, lo saludo todo bien y entro un toque al lugar (tenía pinta de así como de chill out, apenas para llevar unas wiwis y pasarla de lo mejor). Luego salimos, nos montamos en su poderoso y muy costoso 4x4 y empezamos a hablar de negocios de camino. Llegamos al lugar y pedimos las frías, y seguimos hablando, cada 5 minutos me tocaba el muslo como para llamar mi atención, a lo cual me incomoda. En el bar habían como 4 gatos si acaso (eso de que uno dice: “…por qué no aparecen unas wilitas…?”). Luego de ahí salgo mareado como con 2 cervezas (yo casi no tomo) y hacemos la parada en otro punto de “emborrachamiento”; con buena vista e igual con poca gente. Seguimos tomando, las cervezas las pedía el mae, no yo. Entre trago y trago hablábamos de todo, como siempre hasta el tema de las novias sobresale (uno con tragos es más sincero y buena gente que de costumbre). Todo invitado. Eran como la 1 y 30 a.m. y nos “juimos” otra vez para el apartamento, cierra y empezamos a hablar, ya yo andaba medio furris por la cerveceada. Se acuesta luego en la cama y me dice: “… venga siéntese aquí”, ya eso no me estaba gustando, me siento en la pura esquina (eso sí), y empezamos hablar de sexo, de meterla y todos los temas relacionados habidos y por haber. Las indirectas de un gay son directas (no saben disimular), de un pronto a otro veo que se empieza a tocar a tocar y a tocar el bendito maletín, le digo ya vengo, voy al baño (esas putas ganas de miar por tanta tomazón), ya cuando regreso está a calzoncillo pelao, de los legítimos Olimpo, con la guaba torcida de medio lado y mojada en la punta seguro de la templazón que se tenía. Yo al ver esa desastrosa e incómoda escena pensé: “… ay señor ya esto se complicó”, pero no dije nada y empecé a ver de qué forma me iba de ese lugar, en eso de manera milagrosa se va la luz, prendo el foco del cel, y cuando vi ya se había sacado la manguera, era toda morena jajaj, con una mirada que asustaba hasta Osama Bin Laden (que en paz descanse). Ahí ya dije: “… ah no la vara aquí es jalando”, ya cuando voy llegando al portón sale el mae hasta con “tú” y calzoncillo y comienza a tocarme, más vale que no había nadie a esa hora. En eso le digo: mae yo no soy gay, ya me voy. Discutimos como media hora, porque no quería que me fuera a esas horas sólo. Pero yo aún así de buena gente que soy le acepté quedarme, con la condición de que no pasara nada. Dicho y hecho. El mae durmió lejos de mi, pero yo no pude dormir nada protegiéndome con una mano adelante y otra atrás (por aquello). Hablamos un rato más y me contó toda la gente y altos mandos del gobierno que patean con la izquierda. En el primer rayo de sol, me fui con una libertad increíble y con la frente en alto, dando gracias a Dios por no ser gay…
Todo pasó por pensar que como este señor es un alto jerarca yo pudiera conseguir un buen trabajo, recordando nuestra ley de la “argolla”. Qué le pasa a esta sociedad?? Por qué hay tanto playo? Para todo hay gustos. No cambio a la mujer por nada del mundo, su sabor, su pelo, su sonrisa, mmm, etc etc. Y tras de todo eso, que a estas alturas de la vida sea virgen todavía. :|:|:|:|:|:|:|:|
Me da una pena con PUPYS que lea esto, quien veo que aquí es el gran experto en esos temas…
Cuenten sus experiencias que hayan sido placenteras, y si les ha pasado situaciones tan estrepitosas como la mía.
Saludos.
Un placer saludarles, y presentarles uno de mis primeros posts. Resulta que soy estudiante de ingeniería civil y decidí hacer mi práctica profesional en una institución del estado (que siempre me ha gustado). Todo pura vida, trabajando y estudiando (p y p), termino mi práctica y resulta que entablé una amistad con uno de los altos mandos de la institución. Es un tipo alto, cuerpo de gimnasio, pinta de peón de construcción (pero mucho más arreglado eso sí), con voz de caballero respetable. En los quehaceres de la oficina y las tantas conversaciones me doy cuenta que es bueno para tomarse las “agüitas de tamarindo”. Un fin de semana antes de irme se me ocurrió la idea de llamarlo para irnos por unas queridas cervezas (que tanto alegran el corazón) y pensando que en una buena mesa de tragos se consiguen los buenos trabajos. La vara es que me dice: “…sí claro mae de fijo jalamos, lléguese a mi apartamento…”, y yo como ok, está bien. Llego al apartamento, ya me estaba esperando afuera, lo saludo todo bien y entro un toque al lugar (tenía pinta de así como de chill out, apenas para llevar unas wiwis y pasarla de lo mejor). Luego salimos, nos montamos en su poderoso y muy costoso 4x4 y empezamos a hablar de negocios de camino. Llegamos al lugar y pedimos las frías, y seguimos hablando, cada 5 minutos me tocaba el muslo como para llamar mi atención, a lo cual me incomoda. En el bar habían como 4 gatos si acaso (eso de que uno dice: “…por qué no aparecen unas wilitas…?”). Luego de ahí salgo mareado como con 2 cervezas (yo casi no tomo) y hacemos la parada en otro punto de “emborrachamiento”; con buena vista e igual con poca gente. Seguimos tomando, las cervezas las pedía el mae, no yo. Entre trago y trago hablábamos de todo, como siempre hasta el tema de las novias sobresale (uno con tragos es más sincero y buena gente que de costumbre). Todo invitado. Eran como la 1 y 30 a.m. y nos “juimos” otra vez para el apartamento, cierra y empezamos a hablar, ya yo andaba medio furris por la cerveceada. Se acuesta luego en la cama y me dice: “… venga siéntese aquí”, ya eso no me estaba gustando, me siento en la pura esquina (eso sí), y empezamos hablar de sexo, de meterla y todos los temas relacionados habidos y por haber. Las indirectas de un gay son directas (no saben disimular), de un pronto a otro veo que se empieza a tocar a tocar y a tocar el bendito maletín, le digo ya vengo, voy al baño (esas putas ganas de miar por tanta tomazón), ya cuando regreso está a calzoncillo pelao, de los legítimos Olimpo, con la guaba torcida de medio lado y mojada en la punta seguro de la templazón que se tenía. Yo al ver esa desastrosa e incómoda escena pensé: “… ay señor ya esto se complicó”, pero no dije nada y empecé a ver de qué forma me iba de ese lugar, en eso de manera milagrosa se va la luz, prendo el foco del cel, y cuando vi ya se había sacado la manguera, era toda morena jajaj, con una mirada que asustaba hasta Osama Bin Laden (que en paz descanse). Ahí ya dije: “… ah no la vara aquí es jalando”, ya cuando voy llegando al portón sale el mae hasta con “tú” y calzoncillo y comienza a tocarme, más vale que no había nadie a esa hora. En eso le digo: mae yo no soy gay, ya me voy. Discutimos como media hora, porque no quería que me fuera a esas horas sólo. Pero yo aún así de buena gente que soy le acepté quedarme, con la condición de que no pasara nada. Dicho y hecho. El mae durmió lejos de mi, pero yo no pude dormir nada protegiéndome con una mano adelante y otra atrás (por aquello). Hablamos un rato más y me contó toda la gente y altos mandos del gobierno que patean con la izquierda. En el primer rayo de sol, me fui con una libertad increíble y con la frente en alto, dando gracias a Dios por no ser gay…
Todo pasó por pensar que como este señor es un alto jerarca yo pudiera conseguir un buen trabajo, recordando nuestra ley de la “argolla”. Qué le pasa a esta sociedad?? Por qué hay tanto playo? Para todo hay gustos. No cambio a la mujer por nada del mundo, su sabor, su pelo, su sonrisa, mmm, etc etc. Y tras de todo eso, que a estas alturas de la vida sea virgen todavía. :|:|:|:|:|:|:|:|
Me da una pena con PUPYS que lea esto, quien veo que aquí es el gran experto en esos temas…
Cuenten sus experiencias que hayan sido placenteras, y si les ha pasado situaciones tan estrepitosas como la mía.
Saludos.