Que rico hacer el amor, coger duro, con el morbo y adrenalina de ser vistos o espiados.
No se si les pasará a todos, pero ir a la playa, pasarla bien, tomar el sol y estar con buena compañía hace que las hormonas tomen control (en el buen sentido).
Hace un par de años nos encontrábamos (mi esposa y yo) en un Air BnB, era como un complejo donde habien varios, bien equipados, con amacas, sillas reclinables, sillas colgantes, cada Air BnB tenia lo suyo, algunas con Jacuzzi incluido. La cuestión es que dentro de la habitación en las mesas de noche junto a la cama habían unas lámparas que precisamente al encenderse generaban que las sombras de lo que estuviera sobre la cama quedarán totalmente y claramente reflejadas en los ventanales que a decir verdad, creo que podían ser algo translúcidas, cuando noté todos esos factores inmediatamente tuve ciertas ideas sobre el uso morboso que se les podía dar.
Posterior a que preparamos la cena, tomamos algo de vino (el vino siempre ambienta bien, unas 2 o 3 copas colaboran al objetivo). Iniciamos algunos juegos, se imaginarán algunos toqueteos, besos, masajes, de todo un poco para hacer los preliminares. Mientras eso ocurría apagué la luz principal y encendí la de la mesa de noche que causaba todo el reflejo en la ventana (que por cierto podía tener 2 metros de altura por 3 de ancho, bastante grande a mi parecer, lo cual ayudaba a mi plan).
Con la luz principal apagada y únicamente la luz de la mesa encendida reflejando nuestros cuerpos en la ventana, mi esposa notó mi plan, en ese momento me preocupó que ella me hiciera abortar el plan (el cual ya sabrán eran 2 cosas, la primera era que la cortina pudiera mostrar las sombras y figuras de todo lo que ocurriría y además que si era posible, también se pudiera ver algo desde afuera de la acción que ocurriría sobre esa cama King). La cosa es que mi esposa dudó un poco al inicio de tener la luz encendida porque verdaderamente se notaban todas las figuras de nuestros cuerpos en la cortina, lo cual era evidente que desde afuera también se notaría las figuras o hasta más.
Para mitigar la situación, le dije que exploraramos las sensaciones que tendríamos de saber que podrían haber mirones desde la calle o las aceras del complejo pero que no sabrían quienes éramos, además, que sería exitante como veriamos nuestros cuerpos desnudos totalmente reflejados. Prácticamente se veía línea por línea todas nuestras siluetas, podían verse las líneas de nuestros rostros, cuello, espalda, los pechos de mi esposa se veía increíbles, los pezones totalmente parados, las nalgas bien definidas y también sabía que se podría ver todos los movimientos que haríamos (no podía esperar a ver como se vería la posición de perrito).
Mi esposa accedió a que hiciéramos lo planeado, noté que le gustó mucho la idea y estoy seguro que la imaginación la hizo mojarse un poco.
Llegó el momento de la pasión, nos besamos, nos tocamos mutuamente, cuando introduje mis dedos, su vagina estaba totalmente húmeda, aproveché y me comí todos sus labios vaginales así como su clitoris (eso la vuelve loca), podía escuchar sus gemidos fuertes mientras la chupaba toda, le mordía suavemente esa vagina toda humedecida y su cuerpo se estremecía de una manera increíble. Hicimos el 69, me chupó el pene como una desquiciada, estaba incontrolable, mientras todo esto ocurría, veíamos nuestros cuerpos reflejados en las cortinas y creo que eso intensificaba mucho las sensaciones y el morbo, todo iba genial.
Ella me pidió con desespero que la penetrara a lo que accedí y la penetré con toda la fuerza, a ella le gusta sentirla hasta el fondo y le fascina que le de duro en la posición del misionero, ella me prensaba con sus piernas y me pedía que no bajara el ritmo. En cada movimiento de penetración sentía como sus fluidos mojaban ambos cuerpos, pasaba mi mano por su vagina, me humedecía mis dedos y los pasaba por su ano, ella me imploró que introdujera mi dedo humedecido en su culo, lo cual ya venia preparando y por supuesto, humedecí bastante mi dedo con sus fluidos que brotaban entre mi pene y sus labios, y le introduje mi dedo en su culo sabrosamente, así pasamos buen rato, entre gemidos, humedad, penetraciones, de todo. Hasta que llegó el momento de la posición de perrito. La tomé, la puse de espalda, le pedí que parara el culo todo lo que pudiera, mientras eso ocurría, veía como su silueta perfecta se reflejaba en las cortinas, era sobrosisimo ver sus pechos y pezones reflejados perfectamente. Me exité aún más y sentía que estaba pronto a explotar por lo que la tomé de la cintura y la penetré con todo (si alguien estaba afuera o iba pasando, podía ver toda la acción en vivo mediante los reflejos, podrían ver como el reflejo de mi pene se introducía en la vagina de mi esposa y las siluetas totalmente de ambos). Estábamos a punto de reventar, era demasiado exitante vernos reflejados, saber que existía la posibilidad de que nos observaran, ese morbo, esa adrenalina iban a hacer que estallara, sentía como mi esposa había tenido múltiples orgasmos, cuando la escuché decir -dame toda tu leche, la quiero toda dentro- por lo que por supuesto dejé salir todo ese semen acumulado durante horas. Finalizamos la faena, sudados, húmedos y con un placer inimaginable.
Estoy seguro que si alguien observó el espectáculo, pudo haber disfrutado de las escenas más eróticas que se podrían ver en la vida real y si eso sucedió espero lo hayan disfrutado tal como nosotros lo hicimos.
No se si les pasará a todos, pero ir a la playa, pasarla bien, tomar el sol y estar con buena compañía hace que las hormonas tomen control (en el buen sentido).
Hace un par de años nos encontrábamos (mi esposa y yo) en un Air BnB, era como un complejo donde habien varios, bien equipados, con amacas, sillas reclinables, sillas colgantes, cada Air BnB tenia lo suyo, algunas con Jacuzzi incluido. La cuestión es que dentro de la habitación en las mesas de noche junto a la cama habían unas lámparas que precisamente al encenderse generaban que las sombras de lo que estuviera sobre la cama quedarán totalmente y claramente reflejadas en los ventanales que a decir verdad, creo que podían ser algo translúcidas, cuando noté todos esos factores inmediatamente tuve ciertas ideas sobre el uso morboso que se les podía dar.
Posterior a que preparamos la cena, tomamos algo de vino (el vino siempre ambienta bien, unas 2 o 3 copas colaboran al objetivo). Iniciamos algunos juegos, se imaginarán algunos toqueteos, besos, masajes, de todo un poco para hacer los preliminares. Mientras eso ocurría apagué la luz principal y encendí la de la mesa de noche que causaba todo el reflejo en la ventana (que por cierto podía tener 2 metros de altura por 3 de ancho, bastante grande a mi parecer, lo cual ayudaba a mi plan).
Con la luz principal apagada y únicamente la luz de la mesa encendida reflejando nuestros cuerpos en la ventana, mi esposa notó mi plan, en ese momento me preocupó que ella me hiciera abortar el plan (el cual ya sabrán eran 2 cosas, la primera era que la cortina pudiera mostrar las sombras y figuras de todo lo que ocurriría y además que si era posible, también se pudiera ver algo desde afuera de la acción que ocurriría sobre esa cama King). La cosa es que mi esposa dudó un poco al inicio de tener la luz encendida porque verdaderamente se notaban todas las figuras de nuestros cuerpos en la cortina, lo cual era evidente que desde afuera también se notaría las figuras o hasta más.
Para mitigar la situación, le dije que exploraramos las sensaciones que tendríamos de saber que podrían haber mirones desde la calle o las aceras del complejo pero que no sabrían quienes éramos, además, que sería exitante como veriamos nuestros cuerpos desnudos totalmente reflejados. Prácticamente se veía línea por línea todas nuestras siluetas, podían verse las líneas de nuestros rostros, cuello, espalda, los pechos de mi esposa se veía increíbles, los pezones totalmente parados, las nalgas bien definidas y también sabía que se podría ver todos los movimientos que haríamos (no podía esperar a ver como se vería la posición de perrito).
Mi esposa accedió a que hiciéramos lo planeado, noté que le gustó mucho la idea y estoy seguro que la imaginación la hizo mojarse un poco.
Llegó el momento de la pasión, nos besamos, nos tocamos mutuamente, cuando introduje mis dedos, su vagina estaba totalmente húmeda, aproveché y me comí todos sus labios vaginales así como su clitoris (eso la vuelve loca), podía escuchar sus gemidos fuertes mientras la chupaba toda, le mordía suavemente esa vagina toda humedecida y su cuerpo se estremecía de una manera increíble. Hicimos el 69, me chupó el pene como una desquiciada, estaba incontrolable, mientras todo esto ocurría, veíamos nuestros cuerpos reflejados en las cortinas y creo que eso intensificaba mucho las sensaciones y el morbo, todo iba genial.
Ella me pidió con desespero que la penetrara a lo que accedí y la penetré con toda la fuerza, a ella le gusta sentirla hasta el fondo y le fascina que le de duro en la posición del misionero, ella me prensaba con sus piernas y me pedía que no bajara el ritmo. En cada movimiento de penetración sentía como sus fluidos mojaban ambos cuerpos, pasaba mi mano por su vagina, me humedecía mis dedos y los pasaba por su ano, ella me imploró que introdujera mi dedo humedecido en su culo, lo cual ya venia preparando y por supuesto, humedecí bastante mi dedo con sus fluidos que brotaban entre mi pene y sus labios, y le introduje mi dedo en su culo sabrosamente, así pasamos buen rato, entre gemidos, humedad, penetraciones, de todo. Hasta que llegó el momento de la posición de perrito. La tomé, la puse de espalda, le pedí que parara el culo todo lo que pudiera, mientras eso ocurría, veía como su silueta perfecta se reflejaba en las cortinas, era sobrosisimo ver sus pechos y pezones reflejados perfectamente. Me exité aún más y sentía que estaba pronto a explotar por lo que la tomé de la cintura y la penetré con todo (si alguien estaba afuera o iba pasando, podía ver toda la acción en vivo mediante los reflejos, podrían ver como el reflejo de mi pene se introducía en la vagina de mi esposa y las siluetas totalmente de ambos). Estábamos a punto de reventar, era demasiado exitante vernos reflejados, saber que existía la posibilidad de que nos observaran, ese morbo, esa adrenalina iban a hacer que estallara, sentía como mi esposa había tenido múltiples orgasmos, cuando la escuché decir -dame toda tu leche, la quiero toda dentro- por lo que por supuesto dejé salir todo ese semen acumulado durante horas. Finalizamos la faena, sudados, húmedos y con un placer inimaginable.
Estoy seguro que si alguien observó el espectáculo, pudo haber disfrutado de las escenas más eróticas que se podrían ver en la vida real y si eso sucedió espero lo hayan disfrutado tal como nosotros lo hicimos.
