Ay Natalia...
A NATALIA le hago la CRUZ, esta sala mete mucha guila con servicios buenos regulares y malos, preferiria unas 6 titutales y con un precio acorde, y que incluyan trato de novia, esa mierda de dar piquitos es una estafa. A Natalia que deje de jugar de DIVA.
Sólo una vez tuve la suerte de que me atendiera Natalia en la extinta sala que había en San Francisco de Dos Ríos (una de las que fue allanada). Incluso, en esa ocasión me dio el número de teléfono que usaba para el negocio (ya no dispongo de él) porque en algún momento ofrecía sus servicios de manera independiente (no sé si aún lo hace). En esa única ocasión su trato fue muy bueno, con besos ricos incluidos. Después quise volver a contratar sus servicios y siempre buscó excusas para no hacerlo, incluso habiendo tenido citas programadas. Nunca supe las razones por las que no quiso volver a atenderme (viejo, feo, etc., sólo ella lo sabe).
La semana pasada, por cierto, solicité una cita con ella para el sábado a las 11:15 de la mañana, sólo para saber si había cambiado de opinión (como la cita se realiza por WhatsApp, ella no podía saber de quién se trataba). Yo ingresé con gorra y lentes oscuros por cuestiones de privacidad, dado que la casa se ubica en un barrio residencial. Ella ingresó unos minutos después y, desde luego, a primera vista se dio cuenta quién era su primer cliente (alguien no deseado). Cuando me indicó que subiéramos a la habitación yo iba detrás de ella apreciando sus bellas piernas (porque andaba con un vestido muy provocativo), llegué me senté en la cama y me preguntó que con cuál chica me iba a atender. Yo le dije que con ella y, con gesto despectivo, me dijo que ella no me iba a atender, que si quería con otras chicas. Le pregunté que por qué no quería atenderme y simplemente no quiso responder. A fin de cuentas, opté por retirarme sin atenderme.
No sé si juega de diva o no. Yo comprendo que aunque sean prostitutas tienen derecho a decidir a quién atienden y a quién no. Lo cierto del caso es que en estas salas, donde atienden chicas muy jóvenes y, en general, de buen ver, con excepciones, no es extraño encontrarse con muchachas cuyo único interés es ganar dinero (tanto como sea posible) que en otros empleos no obtendrían sino en mucho más tiempo. Siempre que puedan, y dependiendo del cliente, van a brindar un trato que no siempre corresponde a lo ofrecido (besos pero sin lengua y en la menor cantidad posible, trato mecánico, una hora de 50 minutos o menos, etc.).