Que rico mae, que morbo. Yo he tenido algunas experiencias en cafetales y una en un cañal. Pero el mejor fue con un mae que me llevo a un potrero, quesque de la familia. La vara es que nos fuimos como a las 5 de la tarde y cuando llegamos al lugar estaba ya anocheciendo y el mae saco una sabanilla y nos sentamos a ver el atardecer, claro ahí empezó lo bueno, porque empezamos a besarnos bien sadico, y empezamos a tocarnos, tratando de meter mano y tocar más. Cuando me di cuenta el mae ya se estaba desnudando y yo haciéndole segunda. El mae de una vez se agachó y se llevó mi verga a la boca y empezó a correrme el gorro para atrás con los labios y la lengua. Empezó a succionarme fuerte la cabeza de la picha mientras con las manos me agarraba las nalgas y con los dedos empezaba a buscarme el ano. Yo me separé y le agarre la cabeza para besarlo, ya para ese momento la lengua y la boca le sabían a picha. Me fui agachando sin dejar de besarlo, frotando nuestras lenguas sin parar. Ya sentado al lado de él me incline para llevarme la picha de él a la boca y con la mano le señale la mía para que también se pegara a chupar. El mae cayó sobre mi, hundiendo por completo la verga en mi boca mientras que él se metía la mía la acariciaba con su lengua. Cada vez que el mae se movía, me rebotaban los huevos contra la cara y podía sentir la punta pegar contra el fondo de mi garganta. Trate de aguantar lo más que pude, pero cuando ya sentí ahogarme, le empuje un poco la pelvis para separarme y poder respirar. Aproveche y subí con mi lengua por los huevos y le succione cada uno y seguí mi camino hasta llegar a su ano. Cuando llegue con mi lengua hundí más mi cara entre las nalgas peludas del mae, estaban sudorosas y podía sentir los vellos rosando mi cara. Con mi lengua empecé a hacer círculos y a empujar poco a poco para ir entrando cada vez más. Cada vez que inhalaba percibía ese olor embriagante a culo de macho peludo, sabroso. Él apenas sintió que empecé a comerme su culo, dejó mi picha y empezó a acomodarse para llegar a mi hueco. Cuando llegó con su lengua también empezó a darme lenguetazos con mucho entusiasmo o desesperación por abrirme el ano empujando cada vez más y más su lengua y a veces alternando con sus dedos. En varias ocasiones tuvimos que parar para acomodarnos y evitar salir rodando por el potrero inclinado. Yo sentía que la picha me iba a explotar de tanto placer y del morbo de la situación. Cuando el mae dejó de chuparme el culo y volvió a chuparme el pico, tuve que detenerlo para no acabar ahí mismo. Entonces se incorporó y me vió a los ojos y sacó su lengua para darme un beso apasionado mientras se iba acostando sobre mi. Yo mientras sentir su lengua frotarse con la mía, empecé a tocarle las nalgas y cuando con mis dedos encontré el ano, empecé a hundirselo poco a poco sin parar de besarlo. Cuando mi dedo estaba por completo adentro, él se levantó un poco, haciendo que mi dedo de saliera. Entonces me sujeto las rodillas y las empujó hacia mi pecho. Yo entre jadeos y sintiéndome caliente y sudoroso, no pude evitar pensar en que tenía que evitar que me penetrara a pelo, pero me sentía drogado con tanto placer y morbo, además de que ya sentía la punta de su picha frotando mi culo para empezar a entrar. Lo vi escupirse la mano y embarrar la picha para empezar a empujarla de una vez. Sentí mi culo arder y mucha presión para lograr meterla toda, en algún punto la verga logro abrirme y de la mitad al final entro de un solo golpe, provocándome gemir cuando la sentí llegar al fondo. El mae empezó a besarme, en parte creo que para ahogar mis gemidos y empezó a moverse cada vez con más velocidad. Yo a veces apretaba mi ano con fuerza y sentía como la verga de abría paso y él mae gemía al sentir la presión. En ese punto sentía mi verga más dura y mis ojos querían voltearse del placer, en ese momento empecé a sentir la picha del mae palpitar, pegar brincos dentro de mi culo hasta que sentí el chorro caliente de semen inundando mi ano. Ya no pude aguantar más y empecé a eyacular con ayudar del roce del cuerpo del mae que estaba sobre mi y mi verga. Mi leche pringo mi panza y pecho y al mismo tiempo embarre todo al mae. Al final nos acostamos uno a la par del otro, exhaustos de la culeada.
Lamentablemente solo paso esa vez, luego de eso el mae se perdió por desgracia.