Sin vocación o confusión

Juan tiene 23 años y ha rotado por 2 diferentes carreras en la universidad más prestigiosa del país y no ha aprobado ni el primer año de ninguna. Lo que Juan comenta es que tiene la mente el muy confundida, es decir, no hay una opción académica que llene sus expectativas o que simplemente le guste, como al resto de personas. Él dice que podría estudiar cualquier cosa y acabarla, pero eso sería una tortura ya que aprobaría los cursos por obligación y no por gusto. Se siente bueno para todo, pero no lo suficiente para dedicarse a algo, incluso ni siquiera le importaría estudiar algo sin mercado laboral con tal de que la carrera le apasione, y siente frustración de ver al resto de la gente que si encontraron lo de ellos, incluso desde que entraron a la universidad. A veces piensa que no tiene vocación para nada y que simplemente la universidad no es lo suyo.
Después de leer ese retado basado en hechos reales: ¿Se han sentido así?, ¿Rotaron por carreras no por gusto, sino porque nunca encontraron algo que los hiciera sentirse bien?, ¿Conocen historias?
Abro este post de para discutir este tema que afecta a tanta población universitaria, de nunca estar seguros de que es lo que quieren.

A mi me pasó algo muy similar.

A pesar de tener facilidad para cierta carrera ,y de que me iba relativamente bien sentía que no me llenaba las expectativas. Sí avancé hasta cierto punto pero a partir de cierto momento entré en una desorientación que me hizo literalmente deambular por varias carreras y universidades. En gran parte tal vez por no informarme bien de lo que se trataban, y por formarme ideales personales de una carrera "perfecta", que reuniera todas las condiciones para mi realización personal, algo bastante utópico, pero uno a cierta edad tiene ideales de una vida perfecta , lo cual muchas veces no es realizable.
Al final tuve que conformarme con una carrera no tan ambiciosa para al menos tener un título universitario, ya que había perdido demasiado tiempo en indecisiones y realmente nunca encontré lo que buscaba. Aún hoy haciendo un análisis retrospectivo siento que seguiría teniendo muchas de las mismas dudas e inquietudes que tenía en ese entonces sobre qué elegir . El consejo que podría darle a una persona con ese tipo de dudas es que sea un poco realista . Yo era de esos que ponía oídos sordos a los que le decían que estudiara esto o aquello porque es en lo que mejor se gana, y siempre me incliné por lo que más me apasionaba en el momento, siempre fui un idealista empedernido, y por esa falta de realismo pagué caro. La juventud se va más rápido de lo que uno cree. Si bien no hay que dejar del todo de lado lo que a uno le motiva y apasiona, hay que aterrizar un poco las aspiraciones de acuerdo a la realidad laboral.