Sin querer ser defensor a ultranza de Jose María (no voté por él la primera vez que se presentó), la verda es uqe mucho se reclama por situaciones o decisiones en las cuales no había alterntivas mejores. Gobernar es tener que decidir, y al contrario de muchos que critican, con suerte han tenido que tomar decisiones trascendentales.
Por ejemplo el caso del INCOFER: la verdad es que ese elefante blanco no servía para nada. Hay que recordar que el principal objetivo de la red ferroviaria era el transporte de personas y carga de San José a los puertos. La red es muy pequeña (menos de 200 km) de San José a cada lado. Era un anacronismo seguir tratando de mandar carga por rieles, cuando los volumenes no eran muy grandes, y hacerlo por carretera era más cómodo, especialmente por la dificultad logística de enviar la carga a la estación y luego retirarla en la estación de destino.
Se decía que Figueres fue sobornado por los transportistas para cerrar el INCOFER. Eso es una completa idiotez. Y no hay ninguna prueba.
En el caso del Banco Anglo, y esto me toca personamente porque un familiar sufrió por el cierre, no le echo la culpa a Jose María: el Banco pudo salvarse. Sin duda tomó decisiones poco convenientes que afectaron su solvencia. Pero Figueres simplemente administró el tiro de gracia a una institución que fue herida mortalmente por declaraciones del Superintendente de Bancos, que dijo de entrada que el Banco era insalvable. Esto llevó a sus cierre, cuando era claro que cualquier reapertura de operaciones implicaba una salida precipitada de los depositos bancarios y la insolvencia del mismo. En cierto sentido, el cierre del Banco fue una profecía autocumplida.
Por otro lado, es curioso que con toda esta crítica, nadie menciona al menos algo bueno de Figueres: que tuvo la visión y determinación de hacer que INTEL se instalara en Costa Rica, formando así un foco de desarollo tecnológico que ha traído muy buenos beneficios para el país.
Hay que sopeasr siempre lo bueno y lo malo de los políticos. Son imperfectos. Hay unos que se ufanan de sus altos valores éticos pero son generalmente los que nunca han tenido, o por muy poco tiempo, poder de autoridad. Otra cosa es con guitarra.