[h=3]EL PASATIEMPO FAVORITO DE AMÉRICA: ODIAR EL FÚTBOL[/h] 25 de junio de 2014
He evitado escribir sobre fútbol durante una década, aproximadamente el mismo tiempo que dura el juego de fútbol promedio, para no ofender a nadie. Pero ya es suficiente. Cualquier interés creciente en el fútbol solo puede ser un signo de la decadencia moral de la nación.
(1) El logro individual no es un factor importante en el fútbol. En un deporte real, los jugadores pasan a tientas pases, lanzan ladrillos y lanzan bolas voladoras, todo frente a una multitud. Cuando los jugadores de béisbol golpean, están parados solos en el plato. Pero también hay gloria individual en jonrones, touchdowns y slam-dunks.
En el fútbol, la culpa se dispersa y además casi nadie anota. No hay héroes, no hay perdedores, no hay responsabilidad, y la frágil autoestima de ningún niño resulta lastimada. Hay una razón por la cual las mujeres que se alarman constantemente se llaman "mamás del fútbol", no "madres del fútbol (americano)".
¿Tienen incluso MVP en el fútbol? Todos corren de un lado a otro en el campo y, de vez en cuando, una pelota entra accidentalmente. Entonces es cuando se supone que debemos fritar de alegría. Para ese momento ya estoy dormida.
(2) A las madres liberales les gusta el fútbol porque es un deporte en el que el talento atlético encuentra tan poca expresión que las niñas pueden jugar con los niños. Ningún deporte serio se practica con ambos sexos participando, incluso al nivel de kindergarten.
(3) Ningún otro "deporte" termina en tantos empates a cero como el fútbol. Esta fue una señal de marquesina que vi en la autopista en Long Beach, California, sobre un partido de la Copa Mundial la semana pasada: "2 ° período, 11 minutos por jugar, puntuación: 0: 0". Dos horas más tarde, otro juego de la Copa del Mundo estaba en la misma pantalla: "1er período, 8 minutos restantes, puntuación: 0: 0". Si Michael Jackson hubiera tratado su insomnio crónico con un video del partido Argentina vs. Brasil en lugar de Propofol, todavía estaría vivo, aunque aburrido.
Incluso en el fútbol, con lo que me refiero al fútbol americano, hay muy pocos empates sin anotación, y eso que es mucho más difícil anotar cuando media docena de brutos que pesan 300 libras están tratando de aplastarte para que no marques.
(4) Se requiere la posibilidad de una humillación personal o una lesión importante para que una actividad se considere deporte. La mayoría de los deportes son guerra sublimada. Como supuestamente Lady Thatcher dijo después de que Alemania había derrotado a Inglaterra en un importante partido de fútbol: No te preocupes. Después de todo, dos veces en este siglo los vencimos en su juego nacional.
El béisbol y el baloncesto representan una amenaza constante de deshonra personal. En hockey, hay tres o cuatro peleas por juego, y no es un paseo por la playa estar sobre hielo con un disco volando a 100 millas por hora. Después de un partido de fútbol americano, las ambulancias se llevan a los heridos. Después de un partido de fútbol, cada jugador recibe una cinta y una caja de jugo.
(5) No puedes usar tus manos en el fútbol. (Eliminando así el peligro de tener que atrapar una pelota voladora). Lo que diferencia al hombre de las bestias menores, además de un alma, es que tenemos pulgares oponibles. Nuestras manos pueden contener cosas. Aquí hay una gran idea: ¡creemos un juego en el que no tenga permitido usar las manos!
(6) Me molesta el aspecto del intento por forzar el fútbol en el público. Las mismas personas que intentan promover el fútbol a los estadounidenses son los mismos que nos piden que apreciemos la serie "Girls", transporte por rieles, Beyonce y Hillary Clinton. El número de artículos del New York Times que afirman que el fútbol "se está imponiendo" en el país es superado solo por los que simulan que el baloncesto femenino es fascinante.
Sólo debo resaltar que no tenemos que decirnos contínuamente lo emocionante que es el fútbol (americano).
(7) Es un deporte extraño. De hecho, esa es la razón precisa por la que el New York Times está constantemente presionando a los estadounidenses para que amen el fútbol. Un grupo de fanáticos de los deportes con quienes el fútbol no se está "imponiendo" del todo son los afroamericanos. Siguen sin impresionarse por el hecho de que a los franceses les guste.
(8) El fútbol es como el sistema métrico, que los liberales también adoran porque es europeo. Naturalmente, el sistema métrico surgió de la Revolución Francesa, durante los breves intervalos en que no cometían asesinatos en masa con guillotina.
A pesar de someterse a un lavado de cerebro al estilo chino en las escuelas públicas para usar centímetros y grados Celsius, pregúntele a cualquier estadounidense por la temperatura y dirá algo así como "70 grados". Pregunte qué tan lejos está Boston de la ciudad de Nueva York, él dirá que son aproximadamente 200 millas.
Los liberales se enojan y nos dicen que el sistema métrico es más "racional" que las medidas que todos entienden. Esto es ridículo. Una pulgada es el ancho del pulgar de un hombre, un pie del largo de su pie, una yarda del largo de su cinturón. Eso es fácil de visualizar. ¿Cómo se visualizan 147,2 centímetros?
(9) El fútbol no se está "imponiendo" en el país. NUevamente los titulares esta semana proclamaron "audiencias récord de televidentes de los Estados Unidos para la Copa del Mundo", y tuvimos que escuchar, una vez más, sobre la "creciente popularidad del fútbol en los Estados Unidos".
El juego entre Estados Unidos y Portugal fue el éxito de taquilla, obteniendo 18.2 millones de espectadores por ESPN. Este venció al segundo juego de fútbol más visto de la historia: la final de la Copa Mundial Femenina de 1999 (EE. UU. Contra China) en ABC. (En el fútbol, los juegos de mujeres son tan emocionantes como los de los hombres).
Los juegos Sunday Night Football ordinarios de la temporada regular tienen un promedio de más de 20 millones de espectadores; Los juegos de postemporada de la NFL obtienen de 30 a 40 millones de espectadores; y el Super Bowl de este año tuvo 111.5 millones de espectadores.
¿Recuerdas cuando los medios trataron de engañar a la estrella del fútbol británico David Beckham y su esposa permanentemente preparada para la cámara con nosotros hace algunos años? Su llegada a Estados Unidos fue anunciada con cobertura de noticias las 24 horas, los 7 días de la semana. Eso duró unos dos días. Las audiencias cayeron. A nadie le importaba.
Si más "estadounidenses" están viendo fútbol hoy en día, es solo por el cambio demográfico efectuado por la ley de inmigración de 1965 de Teddy Kennedy. Te lo prometo: ningún estadounidense cuyo bisabuelo nació aquí está mirando fútbol. Uno solo puede esperar que, además de aprender inglés, estos nuevos estadounidenses abandonen su fetiche del fútbol con el tiempo.
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