Es cierto que los Nazis utilizaron soldados de otras nacionalidades para luchar en sus ejércitos. Stephen Ambrose, en su historia del Desembarco en Normandía (D-Day The battle for Normandy) cuenta la curiosa anécdota de la captura, por parte del ejercito norteamericano, de un grupo de soldados con uniformes alemanes pero que hablaban un idioma que nadie podía entender.
Al final, se logró establecer que dichos soldados eran.. Coreanos!!! Resulta que dichos soldados fueron reclutados por Japón antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. En un momento, fueron capturados por el Ejército Rojo en combates que tuvo la URSS con Japón en la forntera con Manchuria (en ese momento colonia de Japón). De ahí, fueron enviados a defender Moscú y fueron capturados por los Alemanes en la ofensiva contra la URSS. Y de ahí pasaron a negrosar las filas de defensa alemana contra la invasíon aliada en Francia. Vaya viaje.
Por otro lado, la ideología Nazi, al contrario del comunismo, no tenía ningún interés en proyectarse al resto del mundo. Claramente, por afirmar la superioridad de una raza por todas las demás, sin ninguna excepción, era difícil que "cautivara" la imaginación del resto del mundo, como era la idea utópica del comunismo.
Eso no significa que los Nazis no tuvieran aliados de conveniencia. Y así fue. Países de Europa Central y del Este como Hungría y Polonia participaron del desmembramiento de las torpes creaciones de la Paz de Versalles, como fue el caso de Checoslovaquia, una amalgama de distintas nacionalidades (incluyendo una gran poblacón alemana) todas insatisfechas de estar bajo un mismo país. O el corredor polaco a Danzig, ciudad netamente alemana bajo contro lde Polonia y cuyo reclamo alemán detonó la Segunda Guerra Mundial.
Cuando Alemania decidió atacar a la URSS, miles de soldados del Ejército Rojo capturados se ofrecieron de voluntarios para pelear junto a los alemanes. Algunos de ellos lo hacían por el odio ue tenían a la tiranía de la URSS (países bálticos, Ucrania). Otros, porque la opción era perecer de hambre en un campo de concentración. Alemania veía a los eslavos como seres inferiores y esperaba matar millones de hambre en los territorios ocupados en el Este, par luego convertirlo en un espacio de colonización alemana.
Lo cual apunta que las ambiciones de Hitler no eran dominar el mundo. Hitler ambicionaba para Alemania el convertirse en la potencia dominante de Europa, con una esfera de influencia en Europa del Este de donde obtendría sus materias primas. Hitler nunca quiso enfrentarse con Gran Bretaña, ya que consideraba que, como potencia marítima, podía ser compatible on su posición de potencia terrestre. Hitler nunca tuvo ambiciones coloniales: nuna buscó el retorno de colonias alemanas de que fue despojada en Versalles.
La ambición de Hitler era además destruir el régimen bolchevique de la URSS. Pero en Occidente, no tenía ambiciones territoriales.
Viendolo así, resulta paradójico cómo Gran Bretaña destruyó su Imperio y quedó en la bancarrota por destruir a Hitler, sólo para ver el ascenso de la URSS como poder dominante en Europa y en un escenario más peligroso y escalofirante de la post'guerra, con dos superpotencias capaces de destruirse y aniquilar al mundo con armas atómicas.