Hace rato vengo tratando la pintura como una forma de evocar espiritualidad.
Sin embargo cuando el cuadro se hace muy grande,
hay veces, que como si nos acompañara el mismo Diablo la buena vibra se entumece y las ganas de seguir trabajándolo desaparecen.
La Sombra Demoniaca es tan apestosa que es a veces mejor cubrir y cerrar pinturas y talvés ni terminarlo.
Qué sugerencia es común para retomar un proyecto opacado por el tiempo?
Algún ritual? Fetiche Común?
Se debería forzar la pintura como un deber?
Sin embargo cuando el cuadro se hace muy grande,
hay veces, que como si nos acompañara el mismo Diablo la buena vibra se entumece y las ganas de seguir trabajándolo desaparecen.
La Sombra Demoniaca es tan apestosa que es a veces mejor cubrir y cerrar pinturas y talvés ni terminarlo.
Qué sugerencia es común para retomar un proyecto opacado por el tiempo?
Algún ritual? Fetiche Común?
Se debería forzar la pintura como un deber?