:cool1:
Sucedió una vez, que una hermosa princesita, salió de su castillo a pasear por el bosque.
Corría, saltaba, cantaba y perseguía mariposas, se sentía feliz.
De pronto escuchó en la lejanía, una hermosa voz varonil que entonaba una bella melodía.
Caminó extasiada hacia el lugar de donde provenía el dulce canto y enseguida divisó un claro del bosque con un pequeño lago. Se acercó, miró a un lado y otro, no había nadie pero de allí partía la sonora voz.
- Chiss, schiss, .. princesa, aquí, aquí!!
Se acercó a la orilla del lago y allí casi a sus pies, una pequeña ranita le dijo:
- Yo canté esa canción, princesa, yo, que en realidad soy un principe, que una Hada maligna del bosque me hechizó y me convirtió en rana. Solamente podré salir del hechizo si una bella princesa como tu, me lleva a su palacio, me introduce en sus aposentos y antes de dormir me da un dulce beso en la boca. De esta forma podré recuperar mi estado natural.
La princesa, no pudo reprimir una lágrima al escuchar la triste historia de la ranita.
La tomó cuidadosamente en sus manos y se la llevó con ella al Castillo, una vez allí la metió amorosamente en su lecho dándole un dulce besito en la boca.
Y al dia siguiente, por la mañana, cuando los pajaritos cantaban en el exterior del castillo y un rayo de sol iluminaba los aposentos de la princesita, allí en la cama junto a ella, un bello y escultural principe la rodeaba tiernamente con con sus brazos.
Y aquí termina el cuento.
....
El cuento, que la princesita le contó a su señor padre, cuando un dia este, la pilló con un guardabosques en la cama!!!
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Caminó extasiada hacia el lugar de donde provenía el dulce canto y enseguida divisó un claro del bosque con un pequeño lago. Se acercó, miró a un lado y otro, no había nadie pero de allí partía la sonora voz.
- Chiss, schiss, .. princesa, aquí, aquí!!
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- Yo canté esa canción, princesa, yo, que en realidad soy un principe, que una Hada maligna del bosque me hechizó y me convirtió en rana. Solamente podré salir del hechizo si una bella princesa como tu, me lleva a su palacio, me introduce en sus aposentos y antes de dormir me da un dulce beso en la boca. De esta forma podré recuperar mi estado natural.
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La tomó cuidadosamente en sus manos y se la llevó con ella al Castillo, una vez allí la metió amorosamente en su lecho dándole un dulce besito en la boca.
Y al dia siguiente, por la mañana, cuando los pajaritos cantaban en el exterior del castillo y un rayo de sol iluminaba los aposentos de la princesita, allí en la cama junto a ella, un bello y escultural principe la rodeaba tiernamente con con sus brazos.
Y aquí termina el cuento.
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