HaditaAzul
Miss Hot_Miss Sex Appeal
Me encontré este blog y me pareció interesante. A ver qué opinan.
Las mujeres deberían ser más putas:
Dice Joaquín Sabina que él quiere ser una chica Almodovar, y de verdad que rico “viajar del invierno al verano, de Madrid a New York, del abrazo al olvido, dejarte entre tinieblas escuchando un ruido de tacones lejanos”, claro todo eso sin pensar en el qué dirán y sin ser juzgadas. Y es que, a pesar de que estamos en una época y una parte del orbe donde se supone estamos “liberadas”, seguimos siendo señaladas con calificativos debido a nuestras acciones y nuestra manera de llevar la vida.
Si bien en occidente las mujeres tienen prácticamente la libertad de hacer lo que se les pegue la gana, a diferencia de las mujeres que viven en países como la India por ejemplo, muchas veces son lapidadas con señalamientos y expuestas a críticas por haber hecho lo permitido no así lo bien visto si se trata de una mujer.
A los 22 años busqué trabajo como bartender, mi mamá casi cae en cruz, y es que su bebé iba a servir tragos en un bar hasta altas horas de la noche. Mi papá trató de calmarla diciéndole “Mirá cuando yo tenía la edad de Melissa trabajé también en un bar y te puedo decir que es un trabajo como cualquiera” la respuesta de mi querida progenitora fue: “Es diferente, usted es hombre”. Trabajé tres meses en el bar, me divertí bastante, conocí mucha gente y siempre hubo un ambiente de camaradería y respeto entre mis compañeros y yo, que me hizo sentir muy bien, claro era muy cansado y entre la U y las desveladas me estaba quedando sin batería, por eso renuncié. Después entendí un poco la preocupación de mi mamá, y es que por más que uno trate de poner distancia, nunca falta el vivillo que cree que tiene el derecho de insinuarse y hasta ofrecer dinero a cambio de algo más que una cerveza, si trabaja en un bar es puta.
Cuando cumpli 27 años decidí hacerme aeromoza, una señora me dijo: “tenga cuidado esa es una vida de perdición y usted es una chiquita de familia” ¿será que las “perdidas” no tienen familia? En fin, conocí lugares y culturas increíbles, me compré un carro del año, compraba libros, ropa, accesorios, fui a conciertos en Argentina y México, me di esa que llaman “la buena vida”; claro me desvelé, atendí a más de un pasajero de esos incómodos y llevé un entrenamiento bastante estricto. Muchas veces vi en los ojillos de la gente, sobre todo de hombres, una manera bastante “pecaminosa” de mirarme cuando les contaba sobre mi trabajo, y eran bastante comunes los comentarios de las preocupadas novias de mis amigos cuando decían por detrás: ya vas a salir otra vez con tu “amiguita la aeromoza”. Mi trabajo era velar por la seguridad de los pasajeros y dar un servicio abordo que consistía en repartir sándwiches y refrescos, pero para muchos si es aeromoza es puta.
Tres años más tarde, con miles de millas recorridas, en los ir y venir por América, me bajé de las alturas para dedicarme a mi nuevo amor: Jimena, mi hija, ella llegó a llenar todas los espacios vacíos que faltaban por cubrir. Claro lo hice sola, porque soy “mamá soltera” ¿por qué le agregarán mi estado civil a mi maternidad? yo no oigo que digan ella es fulanita es “mamá casada”, eso me parece de lo más inquisidor, me señalan porque no me casé, porque decidí que mi vida iba a ser más tranquila si sólo éramos ella y yo en la casa. Para la sociedad es mejor que usted viva atormentada con un hombre que no la hace feliz mientras sea mamá a secas.
Pero la cosa con lo de “mamá soltera” no termina ahí, si bien con el papá de mi hija las cosas no funcionaron, nunca he descartado la posibilidad de rehacer mi vida sentimental con otra persona, pero qué difícil. Es complicado porque mi “condición” ha generado ciertas ideas que me hacen pensar “mejor sola que mal acompañada”. Están los que piensan “uy no ésta seguro anda buscándole tata a la güila”, también están los que piensan: si es mamá es porque le “gusta coger” y ni siquiera se toman la “molestia” de invitarla a una al cine o a cenar y de una vez hacen planes para llegarme una noche a la casa.
Es de putas estar en la calle hasta la madrugada, es de putas tener tantos amigos hombres, es de putas meterse a un bar sola, es de putas disfrutar la sexualidad, es de putas no casarse, es de putas invitar a un hombre a salir, es de putas vivir la vida como a una le parezca. Por eso a mis 33 años creo fervientemente que he disfrutado la vida como una puta y he sido muy feliz.
La pregunta sería si ¿creen que actualmente se mantiene la brecha entre hombres y mujeres? ¿O qué tanto se ha avanzado?
Me llamó la atención la parte de "madre soltera"-"madre casada". Yo no sé si algún día tendré hijos o no, creo que me quisiera pero es un asunto complicado y entre todas las cosas que pienso es que eso implica ciertas complicaciones para tener una relación futura (no es imposible pero hay mucho estigma) cosa que a los hombres no les pasa tanto.
Las mujeres deberían ser más putas:
Dice Joaquín Sabina que él quiere ser una chica Almodovar, y de verdad que rico “viajar del invierno al verano, de Madrid a New York, del abrazo al olvido, dejarte entre tinieblas escuchando un ruido de tacones lejanos”, claro todo eso sin pensar en el qué dirán y sin ser juzgadas. Y es que, a pesar de que estamos en una época y una parte del orbe donde se supone estamos “liberadas”, seguimos siendo señaladas con calificativos debido a nuestras acciones y nuestra manera de llevar la vida.
Si bien en occidente las mujeres tienen prácticamente la libertad de hacer lo que se les pegue la gana, a diferencia de las mujeres que viven en países como la India por ejemplo, muchas veces son lapidadas con señalamientos y expuestas a críticas por haber hecho lo permitido no así lo bien visto si se trata de una mujer.
A los 22 años busqué trabajo como bartender, mi mamá casi cae en cruz, y es que su bebé iba a servir tragos en un bar hasta altas horas de la noche. Mi papá trató de calmarla diciéndole “Mirá cuando yo tenía la edad de Melissa trabajé también en un bar y te puedo decir que es un trabajo como cualquiera” la respuesta de mi querida progenitora fue: “Es diferente, usted es hombre”. Trabajé tres meses en el bar, me divertí bastante, conocí mucha gente y siempre hubo un ambiente de camaradería y respeto entre mis compañeros y yo, que me hizo sentir muy bien, claro era muy cansado y entre la U y las desveladas me estaba quedando sin batería, por eso renuncié. Después entendí un poco la preocupación de mi mamá, y es que por más que uno trate de poner distancia, nunca falta el vivillo que cree que tiene el derecho de insinuarse y hasta ofrecer dinero a cambio de algo más que una cerveza, si trabaja en un bar es puta.
Cuando cumpli 27 años decidí hacerme aeromoza, una señora me dijo: “tenga cuidado esa es una vida de perdición y usted es una chiquita de familia” ¿será que las “perdidas” no tienen familia? En fin, conocí lugares y culturas increíbles, me compré un carro del año, compraba libros, ropa, accesorios, fui a conciertos en Argentina y México, me di esa que llaman “la buena vida”; claro me desvelé, atendí a más de un pasajero de esos incómodos y llevé un entrenamiento bastante estricto. Muchas veces vi en los ojillos de la gente, sobre todo de hombres, una manera bastante “pecaminosa” de mirarme cuando les contaba sobre mi trabajo, y eran bastante comunes los comentarios de las preocupadas novias de mis amigos cuando decían por detrás: ya vas a salir otra vez con tu “amiguita la aeromoza”. Mi trabajo era velar por la seguridad de los pasajeros y dar un servicio abordo que consistía en repartir sándwiches y refrescos, pero para muchos si es aeromoza es puta.
Tres años más tarde, con miles de millas recorridas, en los ir y venir por América, me bajé de las alturas para dedicarme a mi nuevo amor: Jimena, mi hija, ella llegó a llenar todas los espacios vacíos que faltaban por cubrir. Claro lo hice sola, porque soy “mamá soltera” ¿por qué le agregarán mi estado civil a mi maternidad? yo no oigo que digan ella es fulanita es “mamá casada”, eso me parece de lo más inquisidor, me señalan porque no me casé, porque decidí que mi vida iba a ser más tranquila si sólo éramos ella y yo en la casa. Para la sociedad es mejor que usted viva atormentada con un hombre que no la hace feliz mientras sea mamá a secas.
Pero la cosa con lo de “mamá soltera” no termina ahí, si bien con el papá de mi hija las cosas no funcionaron, nunca he descartado la posibilidad de rehacer mi vida sentimental con otra persona, pero qué difícil. Es complicado porque mi “condición” ha generado ciertas ideas que me hacen pensar “mejor sola que mal acompañada”. Están los que piensan “uy no ésta seguro anda buscándole tata a la güila”, también están los que piensan: si es mamá es porque le “gusta coger” y ni siquiera se toman la “molestia” de invitarla a una al cine o a cenar y de una vez hacen planes para llegarme una noche a la casa.
Es de putas estar en la calle hasta la madrugada, es de putas tener tantos amigos hombres, es de putas meterse a un bar sola, es de putas disfrutar la sexualidad, es de putas no casarse, es de putas invitar a un hombre a salir, es de putas vivir la vida como a una le parezca. Por eso a mis 33 años creo fervientemente que he disfrutado la vida como una puta y he sido muy feliz.
La pregunta sería si ¿creen que actualmente se mantiene la brecha entre hombres y mujeres? ¿O qué tanto se ha avanzado?
Me llamó la atención la parte de "madre soltera"-"madre casada". Yo no sé si algún día tendré hijos o no, creo que me quisiera pero es un asunto complicado y entre todas las cosas que pienso es que eso implica ciertas complicaciones para tener una relación futura (no es imposible pero hay mucho estigma) cosa que a los hombres no les pasa tanto.
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