Schmerz von Ovar
ANÓNIMO
Querida, estimada e inexistente Nawalt (Not all women are like that):
Debo decirte en primer lugar que me di por vencido. Decidí rendirme ante la imposibilidad de encontrarte. Disculpa todos lo errores que cometí al intentar conquistarte y además por no calzar en tu modelo de hombre ideal. También te pido perdón por haber malinterpretado tus falsas señales de interés hacia mi y no darme cuenta que tenías a otros tantos más por delante, mucho más interesantes que yo. Te doy las gracias por haberme enseñado a vivir como un espectro, tan invisible e irrelevante que me has dado la habilidad de ocultarme ante las amenazas que antes consideraba oportunidades. Gracias por haberme enseñado a ser un poco menos sensible y a mostrar mi rudeza de macho. En el fondo los dos sabemos que eso te excita ¿verdad? También te agradezco porque contigo aprendí a ser un buen actor encantador de mujeres. Sabes bien que he estudiado cada situación, cada palabra o gesto que pasa contigo.
Lamento mucho haber guardado sentimientos que consideraba puros hacia ti, así como lamento haberte pensado como lo más preciado que tenía en mi corazón. Puedes llamarlo castillos en el aire o como quieras, da igual. Quisiera decirte que te sigo queriendo incondicionalmente como antes lo hacía, que sigo respetando lo que dices, lo que piensas y haces a pesar de tus defectos. Quisiera decirte que sigo pensando en la forma de hacerte sentir bien todos los días, que me aferro a la idea de buscar las palabras para que siempre te sientas querida, valorada y que nunca te falte una palabra de amor cuando estás deprimida. Y ahora que lo pienso… hay tantas cosas que quise decirte, tantas canciones y detalles que quise dedicarte que no recuerdo un solo día que no haya pensado en ti desde que te conozco. Pero me faltó un poco de ese no sé qué. Talvez me falto carácter, quizás haber fingido un poco de valor o tal cual pavo real, extender mis plumas, al final nunca me gané tu amor por lo que era sino por lo que era capaz de ofrecerte.
A ti, querida e inexistente Nawalt te dedico estas palabras desde lo más roto de mi ser. Y por si un día decides buscarme, ten en cuenta que soy invisible, que no soy más que el espectro destrás del espejo de tu imaginación y que me enseñaste a vivir sin ti. Tampoco quiero que sufras cuando veas tu cuerpo maltratado por el troglodita que escogiste y me recuerdes. Solo quiero que sepas que fui real cuando creiste que solo vivía en tus sueños.
Debo decirte en primer lugar que me di por vencido. Decidí rendirme ante la imposibilidad de encontrarte. Disculpa todos lo errores que cometí al intentar conquistarte y además por no calzar en tu modelo de hombre ideal. También te pido perdón por haber malinterpretado tus falsas señales de interés hacia mi y no darme cuenta que tenías a otros tantos más por delante, mucho más interesantes que yo. Te doy las gracias por haberme enseñado a vivir como un espectro, tan invisible e irrelevante que me has dado la habilidad de ocultarme ante las amenazas que antes consideraba oportunidades. Gracias por haberme enseñado a ser un poco menos sensible y a mostrar mi rudeza de macho. En el fondo los dos sabemos que eso te excita ¿verdad? También te agradezco porque contigo aprendí a ser un buen actor encantador de mujeres. Sabes bien que he estudiado cada situación, cada palabra o gesto que pasa contigo.
Lamento mucho haber guardado sentimientos que consideraba puros hacia ti, así como lamento haberte pensado como lo más preciado que tenía en mi corazón. Puedes llamarlo castillos en el aire o como quieras, da igual. Quisiera decirte que te sigo queriendo incondicionalmente como antes lo hacía, que sigo respetando lo que dices, lo que piensas y haces a pesar de tus defectos. Quisiera decirte que sigo pensando en la forma de hacerte sentir bien todos los días, que me aferro a la idea de buscar las palabras para que siempre te sientas querida, valorada y que nunca te falte una palabra de amor cuando estás deprimida. Y ahora que lo pienso… hay tantas cosas que quise decirte, tantas canciones y detalles que quise dedicarte que no recuerdo un solo día que no haya pensado en ti desde que te conozco. Pero me faltó un poco de ese no sé qué. Talvez me falto carácter, quizás haber fingido un poco de valor o tal cual pavo real, extender mis plumas, al final nunca me gané tu amor por lo que era sino por lo que era capaz de ofrecerte.
A ti, querida e inexistente Nawalt te dedico estas palabras desde lo más roto de mi ser. Y por si un día decides buscarme, ten en cuenta que soy invisible, que no soy más que el espectro destrás del espejo de tu imaginación y que me enseñaste a vivir sin ti. Tampoco quiero que sufras cuando veas tu cuerpo maltratado por el troglodita que escogiste y me recuerdes. Solo quiero que sepas que fui real cuando creiste que solo vivía en tus sueños.