Todos participamos de ese acuerdo social, por obligación, ninguno de nosotros lo hemos firmado pero ahí estamos incrustados. Más no significa que estamos influenciados por el, las personas se encuentran atrapadas entre el cinismo y la culpa; cinismo porque práctican esa moral cristiana de mala gana, obligados y culpa porque no la pueden rechazar.
Un asunto es practicarla y otra respetarla. No veo ningún problema en que exista una "moral cristiana" en nuestra sociedad, y lo pongo entre comillas con toda la intención del mundo. Pero mientras la misma no sea impuesta como norma, que sea usada para lo único que realmente sirve: juzgar y realizar valoraciones de X situaciones. Insisto en el término de Valorar Situaciones, no Personas. Entre comillas pues ni dentro del mismo Cristianismo (en todas las denominaciones que lo predican) existen concensos de que es moral y que no? Entonces a partir de ahí pensar en una moral universal cristiana hasta es inviable...
La moral hay que definirla no criticarla, el ser humano no es como un animal que nace provisto de instintos, mismos que le hacen vivir repitiendo ciclos una y otra vez que le permiten sobrevivir. Nosotros no tenemos ningún instinto, simplemente el deseo de sobrevivir y para sobrevivir necesitamos del conocimiento. Para ello es necesario una moral objetiva, la moral no es un adorno que tenemos por ahi puesto del cual podemos prescindir. Los momentos más obscuros de la historia humana, fueron aquellos donde no hubo moral del todo o en donde preceptos morales involucionados como el altruismo se pusieron en práctica, como el caso de la Alemania nazi o la URSS.
Moral objetiva es viable cuando todos los miembros de un acuerdo social estén de acuerdo (valga la redundancia) en la valoración de una situación X, y existirán situaciones en donde este ideal es altamente probable, en otras no, de ahí la subjetividad de la que hablo.
Determinar una moral objetiva no es difícil, es simplemente utilizar la razón. No existen efectos sin causas, si en un colectivo o sociedad, hay inseguridad, violencia y corrupción, no significa que la moral sea subjetiva porque en la sociedad que yo vivo, actuamos diferente, si no, significa que en esa sociedad violenta y corrupta suceden dos cosas: Una no hay conocimiento y la otra que por omisión decidieron darle la espalda al conocimiento o en otras palabras son inmorales.
El peligro del neutralismo moral radica en que alguien llegué a pensar que no se puede condenar de inmoral a una sociedad en la que no se respeta la vida ni la libertad individual.
Esto significa que usted no es nadie, no tiene control es un simple pusilánime atrapado en un mundo incognoscible.
Al final de cuentas las sociedades modernas se rigen por normas legales (leyes) más que por normas morales. De ahí que existen sociedades en donde ciertas situaciones (aborto, consumo legal de la marihuana, eutonasia, matrimonio de personas del mismo sexo, pena de muerte) sean legales aún cuando existe un acuerdo social que pueda establecer dichas situaciones como inmorales. Y eso no hace que a partir de la aprobación legal de estas situaciones una sociedad deje de ser moral y empiece a ser considerada como inmoral (al menos no para mi). Todo entra una vez más como una percepción personal, y por lo tanto subjetiva.
Las leyes son normas establecidas por la sociedad. Las leyes establecen obligaciones, prohibiciones y permisos concretos para determinadas acciones. Las normas legales están publicadas en forma de códigos y decretos. Si desobedecemos las leyes nos arriesgamos a ser sancionados con una multa o, en casos graves, con penas de prisión, por otro lado, la moral está formada por normas de conducta individual dictadas por la conciencia. Si incumplimos nuestras normas morales nos sentimos mal porque sufrimos remordimientos.
Kant establecía una distinción entre la ley de la moral. Según Kant, la principal diferencia entre ambas consiste en que la ley es heterónoma, mientras que la moral es autónoma. Esto quiere decir que las normas legales son establecidas por otras personas, mientras que las normas morales nos las imponemos a nosotros mismos."
Por eso las sociedades no requieren de moral para establecer orden, para eso están las leyes, que no siempre van de la mano con el acuerdo social. Como la moral consiste en normas establecidas por nuestra propia conciencia, algunas veces nuestras normas morales pueden entrar en contradicción con las leyes, al punto de desconocerlas, ignorarlas o hasta violarlas.
Como ateo, yo puedo imponerme normas morales de varias fuentes, obviamente influenciado en mayor grado por el acuerdo social al que pertenezco, pero como indicas al existir ahora la facilidad del conocimiento es posible obtener información de otras fuentes en otros acuerdos sociales y adoptar normas de los mismos, si las considero de un estándar más alto (nuevamente un criterio muy subjetivo).