Curioso como funciona la memoria, hoy pasaste a saludar, de una manera inusual. Carne pálida, fría y humeda al contacto de mis labios, el sonido de respiración en la oscuridad de un pequeño colchón en el piso, en una pequeña habitación, hace tantos años que ya no cuenta como anécdota. Ojalá estés bien, siempre lo mereciste, siempre fuiste de mis preferidas.