Quita esa sonrisa cínica, que la vida no es mala ni cruel, es vida, viene y va, lo malo y lo bueno, tristezas y alegrías. Deja de pensar en la crueldad y echarle la culpa al destino, que el hombre tiene el poder de hacer de su vida, y de las de otros peor o mejor. Deja de pensar en cielos e infiernos y crea tu propio cielo, para ti y para tus hermanos y hermanas. Si cuando naciste fue para la felicidad de otros, no arruines tu vida creyendo que fue un error, no hay errores, y tu no lo eres.