Una ideología peligrosa
La mejor campaña contra el PAC la ha llevado este mismo partido
Médico
El diputado Francisco Molina, jefe de la fracción del PAC, en su artículo del día sábado 1.º de noviembre en La Nación , hace gala, como lo ha hecho el PAC en estos dos años, de obstruccionismo, de defender lo indefendible.
Para ilustración del diputado Molina, la campaña contra el PAC no la han financiado narcotraficantes ni entidades subterráneas, ni maleantes, la han hecho ellos mismos desde el día de las elecciones cuando sin ningún pudor gritaron por las calles: ¡fraude, fraude electoral, corrupción, democracia callejera!
Descalificaron al TSE. La hicieron ellos cuando descalificaron al TSE acusándolo de estar vendido a intereses neoliberales y exigieron un conteo de votos, porque la diferencia de 15.000 votos no la aceptaron como legítima, agrediendo el prestigio de una de las instituciones emblemáticas de los costarricenses, tratando de inculcar duda y desconfianza.
Don José J. Trejos ganó su presidencia con solo 3. 500 votos de diferencia a Daniel Oduber, y no hubo gritos ni estridencias, ni incitaciones a la revuelta callejera. Coherente con su campaña de gobierno, don Óscar Arias llevó al seno de la Asamblea Legislativa el TLC para discusión y aprobación. “Una burla sería aprobar este Tratado sin consultar al pueblo”, vociferaron los del PAC, y los sindicatos más radicales de izquierda junto a otros cadáveres políticos de la misma tendencia. “¡Hay que ir al referéndum, el pueblo debe decidir!”
Así, en un hecho histórico, se efectuó el primer referéndum en la historia del país y este pueblo maravilloso en masiva votación decidió por 50.000 votos a favor, que SÍ quería un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, República Dominicana y Centroamérica.
Sin embargo, ese resultado aplastante, contundente, definitorio no le bastó al PAC. Siguieron en campaña abierta contra su propio partido cuando 50.000 votos no fueron suficientes para el fundamentalismo ( Chisporroteos considera que 50.000 votos no son mayoría) y exigieron conteo voto a voto. Cuando el TSE no encontró ninguna anomalía, vociferaron: “¡fraude, publicidad inequitativa, contubernio del TSE con el Gobierno y dictadura neoliberal!”.
La campaña contra el PAC la hicieron ellos cuando Ottón Solís, el Comité del Partido y su fracción legislativa, continuaron aplaudiendo el desacato a la voluntad popular de la mayoría que dijo SI a la aprobación del TLC, sabiendo que requería la aprobación de leyes específicas para entrar en vigencia y presentaron un carretillo de mociones de todas clases para entorpecer su aprobación, consultaron varias veces a la Sala IV, rompieron el quórum y se negaron a conformarlo en las sesiones extraordinarias con el único objetivo de evitar su aprobación en el tiempo establecido.
Los mal llamados Comités Patrióticos apedrearon las casas de algunos diputados y amenazaron con penas corporales a sus ocupantes, y el filibusterismo obstruccionista fue tal, que se tuvieron que pedir dos prórrogas a los países firmantes, porque las Leyes Complementarias no lograron aprobarse en el plazo establecido.
Peligroso juego es incitar a una población a burlar lo que para los costarricenses es parte de nuestra razón de ser y de vivir, el derecho a decidir de acuerdo con nuestra libre convicción y la fe inclaudicable en nuestro sistema electoral
La campaña contra el PAC la hicieron ellos cuando quisieron justificar el obstruccionismo diciendo que lo que querían era presentar mociones para hacerle menos “oneroso” al pueblo de Costa Rica la aprobación de estas leyes, mientras la exjefe de fracción declaraba a la prensa que, aun si se aprobaran sus propuestas, ellos no votarían las leyes de implementación. En otras palabras, muera la democracia, viva la revuelta callejera, la ANEP y el PAC.
Etiquetas ad portas. Etiquetaron (ad portas) de narcotraficante a un grupo de ciudadanos por financiar unos artículos con su propio dinero; acusan de ladrones y corruptos al Gobierno por la negociación de los bonos chinos, piden la destitución de los ministros antes de investigar las razones para su despido, interpelan a personas de connotada honestidad como si fueran vulgares delincuentes. ¿Que los hace creer que son los ayatolás de la ética, la honradez y la pureza y que fuera de sus filas todo el mundo es corrupto, ladrón, vendido y narcotraficante?
Sin embargo, el tupé se lo ponen con la nueva ocurrencia… recolectar firmas para renegociar un tratado que aún no existe, con un gobierno demócrata que se opone a arriesgar puestos de trabajo en su país, en beneficio de otros países.
Concebir la oposición como la encargada de no dejar gobernar es la carta de presentación que han mostrado al pueblo de Costa Rica; acusar de corrupción a altos funcionarios del Gobierno , malversación y secretismo, e insinuar negocios fantasma bajo la mesa, sin la investigación previa y sin una prueba de culpabilidad, parece más la acción de los tribunales del pueblo de los países comunistas que las de un partido que llegó a ubicarse como la primera fuerza de oposición.
Esa ha sido la mejor campaña contra el Partido Acción Ciudadana porque les ha abierto los ojos a los costarricenses de que pretenden entronizar una ideología peligrosa.
La mejor campaña contra el PAC la ha llevado este mismo partido
Médico
El diputado Francisco Molina, jefe de la fracción del PAC, en su artículo del día sábado 1.º de noviembre en La Nación , hace gala, como lo ha hecho el PAC en estos dos años, de obstruccionismo, de defender lo indefendible.
Para ilustración del diputado Molina, la campaña contra el PAC no la han financiado narcotraficantes ni entidades subterráneas, ni maleantes, la han hecho ellos mismos desde el día de las elecciones cuando sin ningún pudor gritaron por las calles: ¡fraude, fraude electoral, corrupción, democracia callejera!
Descalificaron al TSE. La hicieron ellos cuando descalificaron al TSE acusándolo de estar vendido a intereses neoliberales y exigieron un conteo de votos, porque la diferencia de 15.000 votos no la aceptaron como legítima, agrediendo el prestigio de una de las instituciones emblemáticas de los costarricenses, tratando de inculcar duda y desconfianza.
Don José J. Trejos ganó su presidencia con solo 3. 500 votos de diferencia a Daniel Oduber, y no hubo gritos ni estridencias, ni incitaciones a la revuelta callejera. Coherente con su campaña de gobierno, don Óscar Arias llevó al seno de la Asamblea Legislativa el TLC para discusión y aprobación. “Una burla sería aprobar este Tratado sin consultar al pueblo”, vociferaron los del PAC, y los sindicatos más radicales de izquierda junto a otros cadáveres políticos de la misma tendencia. “¡Hay que ir al referéndum, el pueblo debe decidir!”
Así, en un hecho histórico, se efectuó el primer referéndum en la historia del país y este pueblo maravilloso en masiva votación decidió por 50.000 votos a favor, que SÍ quería un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, República Dominicana y Centroamérica.
Sin embargo, ese resultado aplastante, contundente, definitorio no le bastó al PAC. Siguieron en campaña abierta contra su propio partido cuando 50.000 votos no fueron suficientes para el fundamentalismo ( Chisporroteos considera que 50.000 votos no son mayoría) y exigieron conteo voto a voto. Cuando el TSE no encontró ninguna anomalía, vociferaron: “¡fraude, publicidad inequitativa, contubernio del TSE con el Gobierno y dictadura neoliberal!”.
La campaña contra el PAC la hicieron ellos cuando Ottón Solís, el Comité del Partido y su fracción legislativa, continuaron aplaudiendo el desacato a la voluntad popular de la mayoría que dijo SI a la aprobación del TLC, sabiendo que requería la aprobación de leyes específicas para entrar en vigencia y presentaron un carretillo de mociones de todas clases para entorpecer su aprobación, consultaron varias veces a la Sala IV, rompieron el quórum y se negaron a conformarlo en las sesiones extraordinarias con el único objetivo de evitar su aprobación en el tiempo establecido.
Los mal llamados Comités Patrióticos apedrearon las casas de algunos diputados y amenazaron con penas corporales a sus ocupantes, y el filibusterismo obstruccionista fue tal, que se tuvieron que pedir dos prórrogas a los países firmantes, porque las Leyes Complementarias no lograron aprobarse en el plazo establecido.
Peligroso juego es incitar a una población a burlar lo que para los costarricenses es parte de nuestra razón de ser y de vivir, el derecho a decidir de acuerdo con nuestra libre convicción y la fe inclaudicable en nuestro sistema electoral
La campaña contra el PAC la hicieron ellos cuando quisieron justificar el obstruccionismo diciendo que lo que querían era presentar mociones para hacerle menos “oneroso” al pueblo de Costa Rica la aprobación de estas leyes, mientras la exjefe de fracción declaraba a la prensa que, aun si se aprobaran sus propuestas, ellos no votarían las leyes de implementación. En otras palabras, muera la democracia, viva la revuelta callejera, la ANEP y el PAC.
Etiquetas ad portas. Etiquetaron (ad portas) de narcotraficante a un grupo de ciudadanos por financiar unos artículos con su propio dinero; acusan de ladrones y corruptos al Gobierno por la negociación de los bonos chinos, piden la destitución de los ministros antes de investigar las razones para su despido, interpelan a personas de connotada honestidad como si fueran vulgares delincuentes. ¿Que los hace creer que son los ayatolás de la ética, la honradez y la pureza y que fuera de sus filas todo el mundo es corrupto, ladrón, vendido y narcotraficante?
Sin embargo, el tupé se lo ponen con la nueva ocurrencia… recolectar firmas para renegociar un tratado que aún no existe, con un gobierno demócrata que se opone a arriesgar puestos de trabajo en su país, en beneficio de otros países.
Concebir la oposición como la encargada de no dejar gobernar es la carta de presentación que han mostrado al pueblo de Costa Rica; acusar de corrupción a altos funcionarios del Gobierno , malversación y secretismo, e insinuar negocios fantasma bajo la mesa, sin la investigación previa y sin una prueba de culpabilidad, parece más la acción de los tribunales del pueblo de los países comunistas que las de un partido que llegó a ubicarse como la primera fuerza de oposición.
Esa ha sido la mejor campaña contra el Partido Acción Ciudadana porque les ha abierto los ojos a los costarricenses de que pretenden entronizar una ideología peligrosa.