Cesar
ANÓNIMO
http://www.nacion.com/ln_ee/2008/junio/ ... 85700.html
Pekín (AFP). El subsidio de la gasolina y el gasóleo en China provoca un aumento espectacular del consumo que contribuye a la disparada de los precios del petróleo a niveles récord en los mercados mundiales, pero el gobierno anunció que a partir del viernes aumentarán los precios.
"El precio de la gasolina no influye en mi uso del automóvil. Por lo que a mí respecta, podría aumentar más", asegura Christina Lu, una empleada de unos 40 años de una compañía extranjera y propietaria de una gran vehículo japonés. Al igual que el resto de sus compatriotas, Lu se beneficia de un precio de la gasolina mantenido bajo de manera artificial, por lo que los chinos se comportan como si las reservas de petróleo del planeta fueran inagotables.
Y esto en un país donde las necesidades energéticas crecen al mismo ritmo que la economía, es decir, dos dígitos por año.
El resultado es que China, y otros países emergentes, son los responsables del aumento de la demanda mundial de petróleo y, con ello, del consecuente aumento del precio del crudo.
Pero China decidió aumentar a partir del viernes los precios de la gasolina, el gasóleo y la electricidad, informó el jueves la agencia China Nueva, que cita a un organismo económico chino.
Las tarifas de la gasolina y el gasóleo subirán 1.000 yuanes (145 dólares) la tonelada, mientras que el queroseno para los aviones aumentará 1.500 yuanes la tonelada, anunció la Comisión para el Desarrollo Nacional y la Reforma, según China Nueva.
Los precios minoristas de la gasolina y el diésel subirán a 6.980 yuanes y a 6.520 yuanes la tonelada, un alza de más de 16% y 18% respectivamente.
Los precios fueron elevados para garantizar el abastecimiento a través de la reducción de la brecha entre los crecientes precios internacionales del petróleo y los precios del crudo doméstico fijados por el Estado, dijo la Comisión.
El anuncio, que tiene el potencial de disminuir la demanda de petróleo de China, afectó a la baja el precio del crudo en los mercados mundiales.
El gobierno chino, que hizo de la lucha contra la inflación su principal prioridad económica, estableció un estricto control de los precios de la energía por temor de que éstos impliquen una tasa récord de inflación, ya en su máximo nivel en 12 años.
El control de los precios del petróleo en China protege a los consumidores chinos del vertiginoso aumento del precio del barril. Afecta a las empresas petroleras, sí, pero el Estado chino acude siempre en su ayuda.
Así, los gigantes del sector, como Sinopec y Petrochina, que no pueden repercutir en los consumidores el alza del precio del crudo importado, reciben cada año subvenciones para paliar las pérdidas.
Pero esta situación provoca una distorsión en el mercado, con una población poco consciente del valor real de los productos que consume.
"El dinero viene de los ingresos fiscales. Al final, es la gente la que paga", subraya el analista de Hong Yuan Securities, Li Yucheng.
Las repercusiones de esta política traspasan las fronteras chinas.
"Las tarifas internacionales de crudo dependen en gran parte de la política de precios de China porque representa un 40% del aumento del consumo global", según el banco de inversiones China International Capital Corporation.
"Una reforma del sistema de precios sería beneficioso no sólo para China sino para el mundo entero", añade la entidad.
Según una simulación de este banco, si Pekín permitiera un aumento de los precios de los productos petrolíferos en 50% con el fin de igualar los beneficios brutos de las petroleras con los niveles internacionales, el barril de crudo caería a los 110 dólares de aquí a finales de año y se situaría en 90 dólares a finales de 2009.
Sin embargo, el mantenimiento del control de los precios en China elevará el precio del barril a los 200 dólares, según el mismo estudio.
Pekín (AFP). El subsidio de la gasolina y el gasóleo en China provoca un aumento espectacular del consumo que contribuye a la disparada de los precios del petróleo a niveles récord en los mercados mundiales, pero el gobierno anunció que a partir del viernes aumentarán los precios.
"El precio de la gasolina no influye en mi uso del automóvil. Por lo que a mí respecta, podría aumentar más", asegura Christina Lu, una empleada de unos 40 años de una compañía extranjera y propietaria de una gran vehículo japonés. Al igual que el resto de sus compatriotas, Lu se beneficia de un precio de la gasolina mantenido bajo de manera artificial, por lo que los chinos se comportan como si las reservas de petróleo del planeta fueran inagotables.
Y esto en un país donde las necesidades energéticas crecen al mismo ritmo que la economía, es decir, dos dígitos por año.
El resultado es que China, y otros países emergentes, son los responsables del aumento de la demanda mundial de petróleo y, con ello, del consecuente aumento del precio del crudo.
Pero China decidió aumentar a partir del viernes los precios de la gasolina, el gasóleo y la electricidad, informó el jueves la agencia China Nueva, que cita a un organismo económico chino.
Las tarifas de la gasolina y el gasóleo subirán 1.000 yuanes (145 dólares) la tonelada, mientras que el queroseno para los aviones aumentará 1.500 yuanes la tonelada, anunció la Comisión para el Desarrollo Nacional y la Reforma, según China Nueva.
Los precios minoristas de la gasolina y el diésel subirán a 6.980 yuanes y a 6.520 yuanes la tonelada, un alza de más de 16% y 18% respectivamente.
Los precios fueron elevados para garantizar el abastecimiento a través de la reducción de la brecha entre los crecientes precios internacionales del petróleo y los precios del crudo doméstico fijados por el Estado, dijo la Comisión.
El anuncio, que tiene el potencial de disminuir la demanda de petróleo de China, afectó a la baja el precio del crudo en los mercados mundiales.
El gobierno chino, que hizo de la lucha contra la inflación su principal prioridad económica, estableció un estricto control de los precios de la energía por temor de que éstos impliquen una tasa récord de inflación, ya en su máximo nivel en 12 años.
El control de los precios del petróleo en China protege a los consumidores chinos del vertiginoso aumento del precio del barril. Afecta a las empresas petroleras, sí, pero el Estado chino acude siempre en su ayuda.
Así, los gigantes del sector, como Sinopec y Petrochina, que no pueden repercutir en los consumidores el alza del precio del crudo importado, reciben cada año subvenciones para paliar las pérdidas.
Pero esta situación provoca una distorsión en el mercado, con una población poco consciente del valor real de los productos que consume.
"El dinero viene de los ingresos fiscales. Al final, es la gente la que paga", subraya el analista de Hong Yuan Securities, Li Yucheng.
Las repercusiones de esta política traspasan las fronteras chinas.
"Las tarifas internacionales de crudo dependen en gran parte de la política de precios de China porque representa un 40% del aumento del consumo global", según el banco de inversiones China International Capital Corporation.
"Una reforma del sistema de precios sería beneficioso no sólo para China sino para el mundo entero", añade la entidad.
Según una simulación de este banco, si Pekín permitiera un aumento de los precios de los productos petrolíferos en 50% con el fin de igualar los beneficios brutos de las petroleras con los niveles internacionales, el barril de crudo caería a los 110 dólares de aquí a finales de año y se situaría en 90 dólares a finales de 2009.
Sin embargo, el mantenimiento del control de los precios en China elevará el precio del barril a los 200 dólares, según el mismo estudio.