Puedo confesar que vivo en una constante necesidad de encontrar...me. Encontrarme. Parte de eso y porque creo que el sexo es una piedra angular en mi vida me propongo cada cierto tiempo no coger. Sí yo sé que no suena lógico pero a mi me funciona, es casi una forma de demostrar que tengo control sobre mi cuerpo, es una penitencia, parte de mi papel de mártir, mi forma de purificarme... por otra parte también tiene la ventaja de que aun cuando falle en mi cometido existe la deliciosa catarsis que viene cuando uno topa con alguien con las mismas ganas no tiene comparación y eso es lo que les quiero contar.
Todo comenzó con mi decisión de volver a ser una mártir y abstenerme de sexo. Por ende, tiendo a masturbarme más, de lo contrario me ganarían las ganas. En parte es frustrante, lidiar con las ganas, las hormonas al tope que hacen que cualquier objeto fálico se vea tentador, el roce del asiento del bus, cualquier movimiento en falso que roce el clítoris se vuelve fatal, pero por otra parte mi mente se vuelve más sucia, me llego a conocer más y empiezo a entender pero sobre todo a diferenciar lo que me gusta de lo que no.
En fin, en una noche parecida a esta estaba casi en celo, no aguantaba tener ni la ropa puesta, pero me faltaba un poco de inspiración, quería tentar y sentirme deseada pero no lo estaba logrando así que me aproveché de las maravillas de este siglo y el querido internet. Entré a un chat cualquiera (Diría cual pero ni me están patrocinando) y empecé a buscar a mi víctima, para no extender este relato de más, no encontré con quien platicar, me aburrí al punto de que no quería ya ni tocarme y terminé hablando con un tal Jose29, bachiller en una cuestión que no me acuerdo y estudiante de finanzas, ávido y dedicado emisor de dickpics. Yo en otros tiempos hubiera jurado que una foto de un pene no podía empezar una buena conversación pero resulta que en el fondo de la foto, detrás de la venosa verga que había en primer plano, había un detalle que me llamó demasiado la atención, se lo mencioné comenzamos a vacilar, terminamos en una conversación no sexual pero bastante entretenida. Devolvi la conversación para ver el pene de Jose29, esta vez en detalle me empezó a despertar otro tipo de pensamientos. Volvieron a salirme los cachitos de maldad. Le propuse que habláramos por una app del cel sin tener que revelar muchos detalles de mi vida no cibernetica.
Comenzamos a intercambiar fotos, videos, audios, le mostré detalladamente como me masturbaba, casi didacticamente paso a paso. Le expliqué como me gusta que me toquen el clitoris, como y cuando es un buen momento para meter los dedos en la ecuación. El me mostró su pene, como se masturbaba viéndome. Continuamos con los intercambios por varios días, videos en el baño del trabajo, videos de dildos improvisados, en fin. Las ganas y la perversión estaban al tope. En una de tantas Jose me propuso vernos, me contó que sus roomates se iban el fin de semana, así que quedaba la casa toda para los dos, yo me apunté al plan... Mientras escribo esto y pienso en lo que hice me doy cuenta de que fue una estupidez, pero honestamente lo volvería a hacer.
Resulta que Jose, era atractivo, tenia una mirada de maldad, unos ojos perversos. Nos dimos el primer beso casi que automaticamene después del primer "Hola". Se sentían las ganas, eran casi tangibles, pasamos a un super a comprar algunas cosas, había mucho coqueteo de por medio, yo me sentía ya lista al punto que podía haberlo hecho ahí mismo contra el estante de los atunes, o agarrada de las cámaras de refrigeración. Pero a como pudimos llegamos al apartamento. Me hizo un tour rápido, rápido porque no lo dejé terminar.
Nos comenzamos a besar a tocar un poco por encima de la ropa, antes de que pudiera quitarme la ropa le agarre las manos y lo lleve al cuarto, yo andaba un vestido corto negro, con una jacket the jeans amarrada a la cintura lo senté en la cama y me le acerqué al oido, le dije "quiero que me vea, está vez en vivo" me senté en la cama, frente a él me levanté el vestido y me corrí la ropa interior, le mostré mi vagina, ya húmeda. Le enseñé como me tocaba pensando en él, finalmente le pregunté si quería probar, desde luego dijo que sí, le pregunté si lo podía grabar, dijo que sí. Pude grabarlo dándome sexo oral, deliciosamente, el tiempo invertido en los videos en los que le dije como me gustaba valió demasiado la pena. Para cuando tenia un par de minutos ya ninguno de los dos aguantamos, él me lo dijo explícitamente que no aguantaba la templazon y se sacó esa verga venosa que yo tenía más que estudiada, me la metio, ambos con ropa aun. Pude hacer casi todo lo que estuve deseando hacer por meses. Me senté en su cara y otra vez fue una delicia, aproveché para inclinarme y terminar el 69, que a pesar de que no es mi preferido fue delicioso... Sabía que una de sus fantasías era un buen oral asi que me tomé mi tiempo, la lami, la succioné, se la sobé con mis dos manos. Cuando sintió que se la estaba mamando más rico, me agarró del pelo y empezó a cogerse mi boca, despacito. Verle la cara de enfermo al terminar no se compara con nada. Yo estaba vuelta loca después de meses de no coger me habia tocado la lotería, un mae así de templado, educado pero lo suficientemente mente abierta para no guardarse nada. empezó a cogerme duro, sentía su pene llenandome toda por dentro. Tuvimos que parar para quitarlos la ropa. Y luego seguimos. por un par de veces más.
No sé si fueron las ganas pero fue sin duda una de las mejores cogidas de mi vida. Cogimos en la cama, en la sala, y la ducha.
Quise grabar más pero al mismo tiempo ninguno de los dos se terminaba de convencer. Al menos yo no me siento lista para saltar
al estrellato pornográfico.
Lamento haber omitido tantos detalles, espero pronto tener una anecdota que contar, disponer más tiempo e incluir más detalles.
Pórtense mal!
Todo comenzó con mi decisión de volver a ser una mártir y abstenerme de sexo. Por ende, tiendo a masturbarme más, de lo contrario me ganarían las ganas. En parte es frustrante, lidiar con las ganas, las hormonas al tope que hacen que cualquier objeto fálico se vea tentador, el roce del asiento del bus, cualquier movimiento en falso que roce el clítoris se vuelve fatal, pero por otra parte mi mente se vuelve más sucia, me llego a conocer más y empiezo a entender pero sobre todo a diferenciar lo que me gusta de lo que no.
En fin, en una noche parecida a esta estaba casi en celo, no aguantaba tener ni la ropa puesta, pero me faltaba un poco de inspiración, quería tentar y sentirme deseada pero no lo estaba logrando así que me aproveché de las maravillas de este siglo y el querido internet. Entré a un chat cualquiera (Diría cual pero ni me están patrocinando) y empecé a buscar a mi víctima, para no extender este relato de más, no encontré con quien platicar, me aburrí al punto de que no quería ya ni tocarme y terminé hablando con un tal Jose29, bachiller en una cuestión que no me acuerdo y estudiante de finanzas, ávido y dedicado emisor de dickpics. Yo en otros tiempos hubiera jurado que una foto de un pene no podía empezar una buena conversación pero resulta que en el fondo de la foto, detrás de la venosa verga que había en primer plano, había un detalle que me llamó demasiado la atención, se lo mencioné comenzamos a vacilar, terminamos en una conversación no sexual pero bastante entretenida. Devolvi la conversación para ver el pene de Jose29, esta vez en detalle me empezó a despertar otro tipo de pensamientos. Volvieron a salirme los cachitos de maldad. Le propuse que habláramos por una app del cel sin tener que revelar muchos detalles de mi vida no cibernetica.
Comenzamos a intercambiar fotos, videos, audios, le mostré detalladamente como me masturbaba, casi didacticamente paso a paso. Le expliqué como me gusta que me toquen el clitoris, como y cuando es un buen momento para meter los dedos en la ecuación. El me mostró su pene, como se masturbaba viéndome. Continuamos con los intercambios por varios días, videos en el baño del trabajo, videos de dildos improvisados, en fin. Las ganas y la perversión estaban al tope. En una de tantas Jose me propuso vernos, me contó que sus roomates se iban el fin de semana, así que quedaba la casa toda para los dos, yo me apunté al plan... Mientras escribo esto y pienso en lo que hice me doy cuenta de que fue una estupidez, pero honestamente lo volvería a hacer.
Resulta que Jose, era atractivo, tenia una mirada de maldad, unos ojos perversos. Nos dimos el primer beso casi que automaticamene después del primer "Hola". Se sentían las ganas, eran casi tangibles, pasamos a un super a comprar algunas cosas, había mucho coqueteo de por medio, yo me sentía ya lista al punto que podía haberlo hecho ahí mismo contra el estante de los atunes, o agarrada de las cámaras de refrigeración. Pero a como pudimos llegamos al apartamento. Me hizo un tour rápido, rápido porque no lo dejé terminar.
Nos comenzamos a besar a tocar un poco por encima de la ropa, antes de que pudiera quitarme la ropa le agarre las manos y lo lleve al cuarto, yo andaba un vestido corto negro, con una jacket the jeans amarrada a la cintura lo senté en la cama y me le acerqué al oido, le dije "quiero que me vea, está vez en vivo" me senté en la cama, frente a él me levanté el vestido y me corrí la ropa interior, le mostré mi vagina, ya húmeda. Le enseñé como me tocaba pensando en él, finalmente le pregunté si quería probar, desde luego dijo que sí, le pregunté si lo podía grabar, dijo que sí. Pude grabarlo dándome sexo oral, deliciosamente, el tiempo invertido en los videos en los que le dije como me gustaba valió demasiado la pena. Para cuando tenia un par de minutos ya ninguno de los dos aguantamos, él me lo dijo explícitamente que no aguantaba la templazon y se sacó esa verga venosa que yo tenía más que estudiada, me la metio, ambos con ropa aun. Pude hacer casi todo lo que estuve deseando hacer por meses. Me senté en su cara y otra vez fue una delicia, aproveché para inclinarme y terminar el 69, que a pesar de que no es mi preferido fue delicioso... Sabía que una de sus fantasías era un buen oral asi que me tomé mi tiempo, la lami, la succioné, se la sobé con mis dos manos. Cuando sintió que se la estaba mamando más rico, me agarró del pelo y empezó a cogerse mi boca, despacito. Verle la cara de enfermo al terminar no se compara con nada. Yo estaba vuelta loca después de meses de no coger me habia tocado la lotería, un mae así de templado, educado pero lo suficientemente mente abierta para no guardarse nada. empezó a cogerme duro, sentía su pene llenandome toda por dentro. Tuvimos que parar para quitarlos la ropa. Y luego seguimos. por un par de veces más.
No sé si fueron las ganas pero fue sin duda una de las mejores cogidas de mi vida. Cogimos en la cama, en la sala, y la ducha.
Quise grabar más pero al mismo tiempo ninguno de los dos se terminaba de convencer. Al menos yo no me siento lista para saltar
al estrellato pornográfico.
Lamento haber omitido tantos detalles, espero pronto tener una anecdota que contar, disponer más tiempo e incluir más detalles.
Pórtense mal!