Un beso prohibido
El beso de los siete chakras
“Existía una leyenda, en alguna nación del lejano oriente. Versaba sobre la maldición que sufrió un emperador en manos de un brujo poderoso. Habiendo sido desterrado, éste lo maldijo haciendo que su esposa durmiera para siempre. Sin embargo, un sabio le contó que había un método para hacerla regresar de ese sueño. Tenía que besarla en siete puntos diferentes del cuerpo con las vibraciones de una canción que debía aprender en un país lejano. El sabio le había advertido que solo contaba con una oportunidad para despertar a su mujer y que debía practicar la técnica del beso de los siete chakras con distintas mujeres que se enamoraran de él. Cuando una de ellas dijera las palabras que su mujer le había dicho antes de caer en la maldición, sería la señal de que estaba listo para despertarla. No se sabe el final de esta historia, pero algunos cuentan que vivieron felices por siempre y bla bla bla. ¿Pero qué pasaría si una chica que no necesita ser despertada recibe este beso?... -los efectos se desconocen, por eso no es recomendable efectuar este ritual si no es necesario- advirtía el viejo sabio”
Bueno, mas o menos así decía el mito con el que empezó la idea de este beso tan extraño, lo saqué de por ahí en el internet... Debo aclarar que solo unos pocos pueden darlo ya que tienes que saber cantar muy bien para poder hacerlo. Por dicha, y para este propósito ese es mi caso. Como que mi andar en el ambiente (dígase salas de masajes, jajajaja) ha traído un poco más de inspiración a mi vida . Fruto de esa inspiración fue esto tan raro que se me ocurrió hacer. Técnicamente no es más que transmitirle a tu amante los sonidos de una canción a través de un beso (incluso puedes hacer un oral si así te place). Si es su cumpleaños, puedes besarlo o besarla tarareando “cumpleaños feliz” o la canción que tú quieras pero sin dejar de mover tus labios y lengua mientras lo haces, de modo tal que transmitas las vibraciones de los sonidos a sus labios o la parte del cuerpo que quieras estimular. Dependiendo del lugar del cuerpo y el volumen en que lo hagas, los sonidos pueden llegar hasta los huesos y hacerlos vibrar. De algún modo es una forma simbólica de besar su interior, de hacer vibrar a tu mujer, de penetrar en ella más allá de lo usual. Comencé a experimentar con algunas canciones, tratando de predecir qué tan intenso se podía sentir dependiendo de la altura de las notas y besándome los dedos, lo que habitualmente se hace para practicar un beso. Luego se me ocurrió que podía besar distintos puntos del cuerpo al igual que los siete chakras que indicaba el relato que les conté. Sin embargo, aquel ritual me parecía algo incomodo así que me limité a escoger la palma de las manos, esternón y su pubis (terminando con su clítoris).
Blue
Así bauticé a la musa que inspiró todo esto. En mi primer encuentro con ella pude ver sus tatuajes. Puedo recordar que uno decía “toys before boys” con una muñeca, otro era un gran dragón en su espalda y unos planetas o constelaciones en su pecho, algo así, no recuerdo bien. Su cabello estaba teñido de azul, de ahí el apodo que le inventé. Tenía otro nombre, Mónica de Kitty’s House, pero la bauticé Blue porque además consideré que era mi blue note como en el blues, aquella que le pone ese sonido especial en la escala de blues y le da ese toque tan característico a esa música, habiéndome inspirado a hacer algo tan raro después de estar con ella. En esa primera vez cometí el error de no darle leche cuando me iba a venir. Quería prolongar la sensación, y lo hice por unos 10 minutos más hasta que me cansé, jajaja, no pude más y ya se iba a acabar la hora. Sus besos y sus mamadas me supieron a gloria, tenía mucho tiempo sin coger, además que la mae me dió lo que le compré, un trato tipo novia legítimo. Puedo decir que su forma de acariciar mi pene con su vagina estando ella de perrito fue maravilloso. Hacía que se sintiera como trabadito, bien rico. Decidí ir una segunda vez con ella, con la idea de practicar el beso de los siete chakras, pero tuve miedo de pedírselo, me cantó la gallina como quien dice, era algo fuera de lo habitual, quien sabe cómo se lo iba a tomar pensé. Y es que esa segunda vez hubo menos conversación que en la primera. Tenía la misma disposición, pero esta vez era diferente, como si ese silencio de los dos de a ratos dijera muchas cosas de una manera muy sincera. Lo que más me llamó la atención fue un suspiro que soltó estando ella encima de mi, pensé que se iba a venir, pero no pasó. Noté su piel erizada al ver sus senos y lamí sus pezones de una forma muy sutil. Al final me hizo venirme con un handjob (es que me gusta como suena, jajajaja) y una mamada sin condón.“Es una bruja”, pensé. Y es que además de todo era mi fantasía sexual hecha mujer, hasta tenía el pelo de mi color favorito. Sus encantos de alguna manera, hicieron que pensara diferente días después, mi forma de ver el mundo estaba cambiando a partir de ahí. Fue la llave que me habría de conducir a un camino incierto, claro-oscuro, pero lleno de cosas que antes no había experimentado. Haciéndole caso a un amigo que me dijo -cuidado con enamorarte, tenés que rotar, es mejor quedarte con la ilusión de volver que enamorarte de una mujer así-. “Ojalá me volviera a enamorar una vez más” pensé, sin embargo decidí trazarme un plan, algo igual de inspirado que este mismo beso. Decidí que lo mejor era atenderme con doce chicas, una por cada una de los medios tonos de una escala musical cromática ( los que son músicos entenderán) , lo pueden ver en las teclas de una organeta. Sin embargo ese plan era tan poco inspirado que renuncié. Pensé también que podía encontrar una melodía romántica, al igual que el emperador y bautizar a cada chica con una nota diferente, eso tendría más sentido. Al final tenía que llegar a una conclusión de esta manera. Como el inicio del viaje de un cogedor serial. Quién sabe lo que pasaría después... ya nada importaba. Lo cierto es que cada chica tendría una letra, una nota musical y porqué no, un planeta. Lo que sea. Pronto surgió mi deseo por
D
Si, en mi catálogo le había echo cálculos a Dayanna, también de Kittys. Había logrado ver sus labios grandes a pesar de las censuras con que le envían las fotos a uno por whatsapp. Sus labios eran perfectos para mis planes. Solo puedo decir que cuando piensas que algo es especial, lo es para ti y punto, sobre todo en el ambiente. El día anterior había mandado a volar a mi ex, talvez por la vez número 12 o algo así, es difícil llevar el conteo. Mi mente había perdido esa comunión con la parte más sensible de mi mismo pues le había dicho las palabras más horribles que le pude haber dicho a alguien en mi vida.
Dayanna..., bueno, una chica muy conversadora, sus caderas redondas, piel morena acanelada, labios color rosa, cabello ondulado, delgada, un poco atlética, pezones suaves y no muy alta. Apenas tuve la oportunidad de decirle lo que quería hacer con ella
-quiero hacer algo diferente- le dije.
- ¿quieres hacer algo diferente? ¿Qué es?- respondió
Sujeté su mano y le expliqué -imagínate que es un día especial y alguien te besa de esta manera...-
besando sus nudillos canté la canción de cumpleaños feliz (fácil de distinguir verdad) y ella me dijo -ahh tú quieres cantar, aunque podemos nada más...-. Sus ojos y su gesto me dijo que ella quería ir directo a lo que íbamos. Pues fuimos directo a la acción, sin tanto reparo ni pensando en técnicas raras de mi parte, que al final resultan como nada. Se quedó observando mi pene por un momento y luego empezó a chuparlo desde las base al tiempo que yo acariciaba su piel y su clítoris
-sabés que podemos hacer que es bien rico, que vos me chupés...-
Sin tanto reparo empecé a lamer su clítoris y descubrí la delicia de sus labios vaginales. Sentía su labio más grueso resbalando en mis labios, como una seda que no deja de resbalarse sobre la piel. La lamí de todas las formas posibles que podía. Luego ella empezó a moverse en forma circular restregándose sobre mi lengua. Terminé lamiendo su clítoris de nuevo y sentí como si mi lengua acariciara unas perlas... Mientras la penetraba me miraba a los ojos, como buscando esa intimidad, ese mensaje que dos amantes se dan. En ese momento comprendí lo que era el deseo por el placer nada más. Una mujer usando sus encantos para atraparte, ¡que delicia!
Al llegar a mi casa ese día recordé lo que había sentido con aquel beso que le había dado en su mano. ¡Cómo no me di cuenta?, ¡¡¡¡sentí su mano como si fuera la mia!!! Lo sé, es difícil de explicar, pero !lo mismo que sintió ella en su dedos lo sentí yo! ¿Qué significará? ¿Será acaso algo tan profundo? Sea cual sea la respuesta algo había aprendido, y es que tengo un largo camino por recorrer. Repito, no sé qué tan especial sea esto, pero quiero seguir haciéndolo.
Ante el cierre inesperado de Kittys House VIP en Curridabat, surgió mi deseo por
A
(Continuará)
El beso de los siete chakras
“Existía una leyenda, en alguna nación del lejano oriente. Versaba sobre la maldición que sufrió un emperador en manos de un brujo poderoso. Habiendo sido desterrado, éste lo maldijo haciendo que su esposa durmiera para siempre. Sin embargo, un sabio le contó que había un método para hacerla regresar de ese sueño. Tenía que besarla en siete puntos diferentes del cuerpo con las vibraciones de una canción que debía aprender en un país lejano. El sabio le había advertido que solo contaba con una oportunidad para despertar a su mujer y que debía practicar la técnica del beso de los siete chakras con distintas mujeres que se enamoraran de él. Cuando una de ellas dijera las palabras que su mujer le había dicho antes de caer en la maldición, sería la señal de que estaba listo para despertarla. No se sabe el final de esta historia, pero algunos cuentan que vivieron felices por siempre y bla bla bla. ¿Pero qué pasaría si una chica que no necesita ser despertada recibe este beso?... -los efectos se desconocen, por eso no es recomendable efectuar este ritual si no es necesario- advirtía el viejo sabio”
Bueno, mas o menos así decía el mito con el que empezó la idea de este beso tan extraño, lo saqué de por ahí en el internet... Debo aclarar que solo unos pocos pueden darlo ya que tienes que saber cantar muy bien para poder hacerlo. Por dicha, y para este propósito ese es mi caso. Como que mi andar en el ambiente (dígase salas de masajes, jajajaja) ha traído un poco más de inspiración a mi vida . Fruto de esa inspiración fue esto tan raro que se me ocurrió hacer. Técnicamente no es más que transmitirle a tu amante los sonidos de una canción a través de un beso (incluso puedes hacer un oral si así te place). Si es su cumpleaños, puedes besarlo o besarla tarareando “cumpleaños feliz” o la canción que tú quieras pero sin dejar de mover tus labios y lengua mientras lo haces, de modo tal que transmitas las vibraciones de los sonidos a sus labios o la parte del cuerpo que quieras estimular. Dependiendo del lugar del cuerpo y el volumen en que lo hagas, los sonidos pueden llegar hasta los huesos y hacerlos vibrar. De algún modo es una forma simbólica de besar su interior, de hacer vibrar a tu mujer, de penetrar en ella más allá de lo usual. Comencé a experimentar con algunas canciones, tratando de predecir qué tan intenso se podía sentir dependiendo de la altura de las notas y besándome los dedos, lo que habitualmente se hace para practicar un beso. Luego se me ocurrió que podía besar distintos puntos del cuerpo al igual que los siete chakras que indicaba el relato que les conté. Sin embargo, aquel ritual me parecía algo incomodo así que me limité a escoger la palma de las manos, esternón y su pubis (terminando con su clítoris).
Blue
Así bauticé a la musa que inspiró todo esto. En mi primer encuentro con ella pude ver sus tatuajes. Puedo recordar que uno decía “toys before boys” con una muñeca, otro era un gran dragón en su espalda y unos planetas o constelaciones en su pecho, algo así, no recuerdo bien. Su cabello estaba teñido de azul, de ahí el apodo que le inventé. Tenía otro nombre, Mónica de Kitty’s House, pero la bauticé Blue porque además consideré que era mi blue note como en el blues, aquella que le pone ese sonido especial en la escala de blues y le da ese toque tan característico a esa música, habiéndome inspirado a hacer algo tan raro después de estar con ella. En esa primera vez cometí el error de no darle leche cuando me iba a venir. Quería prolongar la sensación, y lo hice por unos 10 minutos más hasta que me cansé, jajaja, no pude más y ya se iba a acabar la hora. Sus besos y sus mamadas me supieron a gloria, tenía mucho tiempo sin coger, además que la mae me dió lo que le compré, un trato tipo novia legítimo. Puedo decir que su forma de acariciar mi pene con su vagina estando ella de perrito fue maravilloso. Hacía que se sintiera como trabadito, bien rico. Decidí ir una segunda vez con ella, con la idea de practicar el beso de los siete chakras, pero tuve miedo de pedírselo, me cantó la gallina como quien dice, era algo fuera de lo habitual, quien sabe cómo se lo iba a tomar pensé. Y es que esa segunda vez hubo menos conversación que en la primera. Tenía la misma disposición, pero esta vez era diferente, como si ese silencio de los dos de a ratos dijera muchas cosas de una manera muy sincera. Lo que más me llamó la atención fue un suspiro que soltó estando ella encima de mi, pensé que se iba a venir, pero no pasó. Noté su piel erizada al ver sus senos y lamí sus pezones de una forma muy sutil. Al final me hizo venirme con un handjob (es que me gusta como suena, jajajaja) y una mamada sin condón.“Es una bruja”, pensé. Y es que además de todo era mi fantasía sexual hecha mujer, hasta tenía el pelo de mi color favorito. Sus encantos de alguna manera, hicieron que pensara diferente días después, mi forma de ver el mundo estaba cambiando a partir de ahí. Fue la llave que me habría de conducir a un camino incierto, claro-oscuro, pero lleno de cosas que antes no había experimentado. Haciéndole caso a un amigo que me dijo -cuidado con enamorarte, tenés que rotar, es mejor quedarte con la ilusión de volver que enamorarte de una mujer así-. “Ojalá me volviera a enamorar una vez más” pensé, sin embargo decidí trazarme un plan, algo igual de inspirado que este mismo beso. Decidí que lo mejor era atenderme con doce chicas, una por cada una de los medios tonos de una escala musical cromática ( los que son músicos entenderán) , lo pueden ver en las teclas de una organeta. Sin embargo ese plan era tan poco inspirado que renuncié. Pensé también que podía encontrar una melodía romántica, al igual que el emperador y bautizar a cada chica con una nota diferente, eso tendría más sentido. Al final tenía que llegar a una conclusión de esta manera. Como el inicio del viaje de un cogedor serial. Quién sabe lo que pasaría después... ya nada importaba. Lo cierto es que cada chica tendría una letra, una nota musical y porqué no, un planeta. Lo que sea. Pronto surgió mi deseo por
D
Si, en mi catálogo le había echo cálculos a Dayanna, también de Kittys. Había logrado ver sus labios grandes a pesar de las censuras con que le envían las fotos a uno por whatsapp. Sus labios eran perfectos para mis planes. Solo puedo decir que cuando piensas que algo es especial, lo es para ti y punto, sobre todo en el ambiente. El día anterior había mandado a volar a mi ex, talvez por la vez número 12 o algo así, es difícil llevar el conteo. Mi mente había perdido esa comunión con la parte más sensible de mi mismo pues le había dicho las palabras más horribles que le pude haber dicho a alguien en mi vida.
Dayanna..., bueno, una chica muy conversadora, sus caderas redondas, piel morena acanelada, labios color rosa, cabello ondulado, delgada, un poco atlética, pezones suaves y no muy alta. Apenas tuve la oportunidad de decirle lo que quería hacer con ella
-quiero hacer algo diferente- le dije.
- ¿quieres hacer algo diferente? ¿Qué es?- respondió
Sujeté su mano y le expliqué -imagínate que es un día especial y alguien te besa de esta manera...-
besando sus nudillos canté la canción de cumpleaños feliz (fácil de distinguir verdad) y ella me dijo -ahh tú quieres cantar, aunque podemos nada más...-. Sus ojos y su gesto me dijo que ella quería ir directo a lo que íbamos. Pues fuimos directo a la acción, sin tanto reparo ni pensando en técnicas raras de mi parte, que al final resultan como nada. Se quedó observando mi pene por un momento y luego empezó a chuparlo desde las base al tiempo que yo acariciaba su piel y su clítoris
-sabés que podemos hacer que es bien rico, que vos me chupés...-
Sin tanto reparo empecé a lamer su clítoris y descubrí la delicia de sus labios vaginales. Sentía su labio más grueso resbalando en mis labios, como una seda que no deja de resbalarse sobre la piel. La lamí de todas las formas posibles que podía. Luego ella empezó a moverse en forma circular restregándose sobre mi lengua. Terminé lamiendo su clítoris de nuevo y sentí como si mi lengua acariciara unas perlas... Mientras la penetraba me miraba a los ojos, como buscando esa intimidad, ese mensaje que dos amantes se dan. En ese momento comprendí lo que era el deseo por el placer nada más. Una mujer usando sus encantos para atraparte, ¡que delicia!
Al llegar a mi casa ese día recordé lo que había sentido con aquel beso que le había dado en su mano. ¡Cómo no me di cuenta?, ¡¡¡¡sentí su mano como si fuera la mia!!! Lo sé, es difícil de explicar, pero !lo mismo que sintió ella en su dedos lo sentí yo! ¿Qué significará? ¿Será acaso algo tan profundo? Sea cual sea la respuesta algo había aprendido, y es que tengo un largo camino por recorrer. Repito, no sé qué tan especial sea esto, pero quiero seguir haciéndolo.
Ante el cierre inesperado de Kittys House VIP en Curridabat, surgió mi deseo por
A
(Continuará)
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