Ragnarok6k
ANÓNIMO
Lo desee y se hizo...
Me gusta contar relatos sex. Sobre todo de cosas que me pasaron a mí. Y me gusta escuchar relatos de amigos. De entre los que me has contado hay muchos que sobrepasan en intensidad por mucho a los que yo he vivido. Talvez un día de estos cuente uno de estos relatos que me contó un amigo. Salvando identidades por supuesto.
Este relato es personal y verídico. Me pasó a mí en el año 2012, cuando tenía 18 años. En aquel año estaba yo en decimo de colegio (dos años de atraso). Era yo un pobre solitario virginal. Así que este es el relato de mi primera vez. La primera vez a los 18 es tarde para unos y temprano para otros. Muchos de mis compañeros ya habían pisado en octavo o hasta antes, pero yo nada. Empecé a pensar que ya quería, que ya me tocaba a mí. No muy atractivo, ni tampoco muy mujeriego, ya que hasta esa edad no había tratado realmente de salir de mi "virginidad". Pero tomé la decisión de cambiar eso.
Dos compañeras eran nicas, tenían una amiga en noveno, nica también. Se llamaba Gabriela, que importa que lo diga, deben haber cientos de nicas que se llaman Gabriela. Ella era poco popular, tímida y la verdad no era muy bonita. Nos presentaron y yo como siempre fui muy amigable. Un día yo saqué la casta y la defendí de un profesor que le dijo algo feo. Yo le hablé muy serio y con mucha razón a ese profe, el de Biología, que le llamaba "especial" queriendo decir tonta, por ser de adecuación curricular. Yo la defendí frente a la clase y frente al director, y expliqué como el profe de biología alentaba el booling contra los estudiantes de adecuación curricular por llamarlos “especiales”, entre otras cosas. Fui aplaudido y que mal deje al profe frente al director. Con solo eso me la gané. Otro día le dediqué unos cumplidos a su inteligencia, que no eran paja, que se estaba leyendo unos poemas y sabía mucho de poetas latinoamericanos!, citaba a uno y a otro, recitando versos de memoria. Y yo escuchaba con atención y admiración. Creo que yo empecé a agradarle mucho desde entonces.
Llámenme machista o lo que sea, pero a mí creo que me gustan las feas. Las guapas están acostumbradas a la atención y se venden caro por eso. Esta chica no era atractiva ni popular y creo que nadie se fijaba en ella, pero que agradecida y cariñosa era con migo, que si me fijé en ella. Yo supongo que estaba parecido a ella, pienso que en varios aspectos yo era guapo, pero bueno, un hombre debe moverse si quiere agarrar algo, pero yo no lo hacía. Así que ser alto, no fornido pero tampoco gordo, y de mirada un poco seductora no me servían de nada.
Pero bueno, pasaba el tiempo, yo quería coger, y pensé, "hey! quieres estrenarte ya? Allí esta Gabriela, perece ser que le gustas, ataque perro!!!" ja ja ja j ja, así me hablaba mi conciencia masculina. ja ja ja ja. Bueno, mirad que dulce he inocente fue su declaración (que fue ella la que me pidió que jaláramos) Me llegó un papel y mis compañeras nicas amigas de ella, que desde el inicio me pasaban choteando de que me gustaba Gabriela, desde que de príncipe azul la defendí frente a profe de biolo. El papel tenía un poema, algo de manzanas de algo y terminaba con "a las mujeres bonitas se les besa la boquita", y luego "seamos novios".
Que sorpresa la mía, titubee al inicio, pero luego acepté. Yo pronto fui brutalmente claro, le dijo la verdad así como era, que ya no quería ser "virgen" y que ya quería estrenarme. ja ja ja ja j, que bruto que dije eso a una mujer. Pero ella se rió y me dijo que eso era normal, que más bien me he conservado mucho. Pero no me dijo "si, yo quiero ser la primera" ja ja ja ja ja.
Para seguir con el cuento, es necesario que les cuente del cafetal que había junto a mi colegio. Muchos íbamos allí desde sétimo. Había escuchado historias de maes de cole que iban allí a tomar y hasta a coger. Pero yo de eso no había hecho nada de eso, yo solo hiba a perder el tiempo y a jugar yu-gi-oh. Yo ya había estado allí con Gabriela y otros compas más varias veces. Pero bueno, casi apenas empecé a jalar con ella, estábamos en el cafetal, pero esta vez solo ella y yo!!! En una de tantas esquinas, entre matas de café había un árbol de guayabas, fuimos a ver si habían.
Al vernos solitos, comenzamos a besarnos muy rico. Y ya sin reservas mis manos acariciaban sus caderas y espalda. Sus pechos no eran grandes, pero bien que los deseaba. Muy pícaro solté los primeros dos botones de su blusa y metí mi mano para tocar sus pechos. Le solté todos los botones y sus tetitas fueron solo mías!!! La cosa ya estaba muy caliente y no pararía. Era mi primera vez, en un palo de guayabas de un cafetal (par de tierrazos éramos).
Ella estaba con toda la blusa abierta y el sostén a la cintura. Yo me quité la camisa (la colgué bien en el palo de guayaba), y ahora desabrochaba su pantalón, iba por su coñito. Metí mano hasta las nalgas y le baje en pantalón con todo y calzón. Mi pedacito(pene) estaba duro como palo por dicha. Me forré (hay que forrarse compas, por salud y por mucho más) y comenzó a restregar me pedacito duro por su coñito!. Y me la estaba comiendo a besos salvajes!!!.
Esta fue la parte más tuanis. Ella era muy pequeña y yo alto. La abrasé con una mano, y la levanté. Con un brazo la tenía a ella, y este brazo se agarraba a mi otro brazo, y este lo apoyé un árbol de guayaba, no sé si me explico. Bueno, la cosa es que la tenía puesta a penas!. Bien agarradita, su pies flotando a 20 cm del suelo, no había nada que se interpusiera entre su coñito y mi pedacillo bien duro. Me costó clavarla al principio, mis dos brazos estaban ocupados y no le acertaba al ollito. Pero ella, muy hábilmente, con movimiento de cadera ayudándose de sus manos, guío a mi pedacillo hacía el mayor placer!.
No me costó clavarlo, aquella güila ya estaba jugada y ya había usado el coño antes, me dijo después. Entonces empecé a cogerla. Ella estaba muy excitada, hacía unos gemiditos que trataba de callar, como me excitaban aquellos gemiditos. Aquella era una posición tan excelente para coger. Jamás imaginé que me estrenaría con ella. Soy alto y a las enanitas lindas y tetoncitas siempre fantaseaba con levantarlas abrazándolas y talvez contra la pared, explotarles el coñito. Pero aquello era real, no fantasía. Yo tenía puesta solo la camisa de botones abierta y ella igual. Y su bra continuaba alrededor de su cintura.
Después me acomode para liberar un brazo y sujetar su cadera. Así pude tenerla mejor y darle más directo a su coñito. Una vez hice esto, sumado a esos gemiditos que tanto me excitaban, me vine. Y esa fue mi primera vez.
Hoy en día no sé cómo no me nos dio más cosilla que alguien nos viera, o peor aún, que nos grabaran. Pero bueno, de eso ya hace rato. Ella se quedó ese año y dejó el cole, la vara murió allí. Me reprobaría otro año más antes de por fin sacar el bachi. Aquel cafetal ya no fue más accesible. En el cole ya uno no se podía escapar tan fácil y supuestamente unos maes emborracharon a una güila y la violaron en ese cafeto, después de eso ya era muy mal visto que entráramos al cafetal por eso allí murió la flor. Pero bueno, “mataderos” no faltaron para años venideros.
Me gusta contar relatos sex. Sobre todo de cosas que me pasaron a mí. Y me gusta escuchar relatos de amigos. De entre los que me has contado hay muchos que sobrepasan en intensidad por mucho a los que yo he vivido. Talvez un día de estos cuente uno de estos relatos que me contó un amigo. Salvando identidades por supuesto.
Este relato es personal y verídico. Me pasó a mí en el año 2012, cuando tenía 18 años. En aquel año estaba yo en decimo de colegio (dos años de atraso). Era yo un pobre solitario virginal. Así que este es el relato de mi primera vez. La primera vez a los 18 es tarde para unos y temprano para otros. Muchos de mis compañeros ya habían pisado en octavo o hasta antes, pero yo nada. Empecé a pensar que ya quería, que ya me tocaba a mí. No muy atractivo, ni tampoco muy mujeriego, ya que hasta esa edad no había tratado realmente de salir de mi "virginidad". Pero tomé la decisión de cambiar eso.
Dos compañeras eran nicas, tenían una amiga en noveno, nica también. Se llamaba Gabriela, que importa que lo diga, deben haber cientos de nicas que se llaman Gabriela. Ella era poco popular, tímida y la verdad no era muy bonita. Nos presentaron y yo como siempre fui muy amigable. Un día yo saqué la casta y la defendí de un profesor que le dijo algo feo. Yo le hablé muy serio y con mucha razón a ese profe, el de Biología, que le llamaba "especial" queriendo decir tonta, por ser de adecuación curricular. Yo la defendí frente a la clase y frente al director, y expliqué como el profe de biología alentaba el booling contra los estudiantes de adecuación curricular por llamarlos “especiales”, entre otras cosas. Fui aplaudido y que mal deje al profe frente al director. Con solo eso me la gané. Otro día le dediqué unos cumplidos a su inteligencia, que no eran paja, que se estaba leyendo unos poemas y sabía mucho de poetas latinoamericanos!, citaba a uno y a otro, recitando versos de memoria. Y yo escuchaba con atención y admiración. Creo que yo empecé a agradarle mucho desde entonces.
Llámenme machista o lo que sea, pero a mí creo que me gustan las feas. Las guapas están acostumbradas a la atención y se venden caro por eso. Esta chica no era atractiva ni popular y creo que nadie se fijaba en ella, pero que agradecida y cariñosa era con migo, que si me fijé en ella. Yo supongo que estaba parecido a ella, pienso que en varios aspectos yo era guapo, pero bueno, un hombre debe moverse si quiere agarrar algo, pero yo no lo hacía. Así que ser alto, no fornido pero tampoco gordo, y de mirada un poco seductora no me servían de nada.
Pero bueno, pasaba el tiempo, yo quería coger, y pensé, "hey! quieres estrenarte ya? Allí esta Gabriela, perece ser que le gustas, ataque perro!!!" ja ja ja j ja, así me hablaba mi conciencia masculina. ja ja ja ja. Bueno, mirad que dulce he inocente fue su declaración (que fue ella la que me pidió que jaláramos) Me llegó un papel y mis compañeras nicas amigas de ella, que desde el inicio me pasaban choteando de que me gustaba Gabriela, desde que de príncipe azul la defendí frente a profe de biolo. El papel tenía un poema, algo de manzanas de algo y terminaba con "a las mujeres bonitas se les besa la boquita", y luego "seamos novios".
Que sorpresa la mía, titubee al inicio, pero luego acepté. Yo pronto fui brutalmente claro, le dijo la verdad así como era, que ya no quería ser "virgen" y que ya quería estrenarme. ja ja ja ja j, que bruto que dije eso a una mujer. Pero ella se rió y me dijo que eso era normal, que más bien me he conservado mucho. Pero no me dijo "si, yo quiero ser la primera" ja ja ja ja ja.
Para seguir con el cuento, es necesario que les cuente del cafetal que había junto a mi colegio. Muchos íbamos allí desde sétimo. Había escuchado historias de maes de cole que iban allí a tomar y hasta a coger. Pero yo de eso no había hecho nada de eso, yo solo hiba a perder el tiempo y a jugar yu-gi-oh. Yo ya había estado allí con Gabriela y otros compas más varias veces. Pero bueno, casi apenas empecé a jalar con ella, estábamos en el cafetal, pero esta vez solo ella y yo!!! En una de tantas esquinas, entre matas de café había un árbol de guayabas, fuimos a ver si habían.
Al vernos solitos, comenzamos a besarnos muy rico. Y ya sin reservas mis manos acariciaban sus caderas y espalda. Sus pechos no eran grandes, pero bien que los deseaba. Muy pícaro solté los primeros dos botones de su blusa y metí mi mano para tocar sus pechos. Le solté todos los botones y sus tetitas fueron solo mías!!! La cosa ya estaba muy caliente y no pararía. Era mi primera vez, en un palo de guayabas de un cafetal (par de tierrazos éramos).
Ella estaba con toda la blusa abierta y el sostén a la cintura. Yo me quité la camisa (la colgué bien en el palo de guayaba), y ahora desabrochaba su pantalón, iba por su coñito. Metí mano hasta las nalgas y le baje en pantalón con todo y calzón. Mi pedacito(pene) estaba duro como palo por dicha. Me forré (hay que forrarse compas, por salud y por mucho más) y comenzó a restregar me pedacito duro por su coñito!. Y me la estaba comiendo a besos salvajes!!!.
Esta fue la parte más tuanis. Ella era muy pequeña y yo alto. La abrasé con una mano, y la levanté. Con un brazo la tenía a ella, y este brazo se agarraba a mi otro brazo, y este lo apoyé un árbol de guayaba, no sé si me explico. Bueno, la cosa es que la tenía puesta a penas!. Bien agarradita, su pies flotando a 20 cm del suelo, no había nada que se interpusiera entre su coñito y mi pedacillo bien duro. Me costó clavarla al principio, mis dos brazos estaban ocupados y no le acertaba al ollito. Pero ella, muy hábilmente, con movimiento de cadera ayudándose de sus manos, guío a mi pedacillo hacía el mayor placer!.
No me costó clavarlo, aquella güila ya estaba jugada y ya había usado el coño antes, me dijo después. Entonces empecé a cogerla. Ella estaba muy excitada, hacía unos gemiditos que trataba de callar, como me excitaban aquellos gemiditos. Aquella era una posición tan excelente para coger. Jamás imaginé que me estrenaría con ella. Soy alto y a las enanitas lindas y tetoncitas siempre fantaseaba con levantarlas abrazándolas y talvez contra la pared, explotarles el coñito. Pero aquello era real, no fantasía. Yo tenía puesta solo la camisa de botones abierta y ella igual. Y su bra continuaba alrededor de su cintura.
Después me acomode para liberar un brazo y sujetar su cadera. Así pude tenerla mejor y darle más directo a su coñito. Una vez hice esto, sumado a esos gemiditos que tanto me excitaban, me vine. Y esa fue mi primera vez.
Hoy en día no sé cómo no me nos dio más cosilla que alguien nos viera, o peor aún, que nos grabaran. Pero bueno, de eso ya hace rato. Ella se quedó ese año y dejó el cole, la vara murió allí. Me reprobaría otro año más antes de por fin sacar el bachi. Aquel cafetal ya no fue más accesible. En el cole ya uno no se podía escapar tan fácil y supuestamente unos maes emborracharon a una güila y la violaron en ese cafeto, después de eso ya era muy mal visto que entráramos al cafetal por eso allí murió la flor. Pero bueno, “mataderos” no faltaron para años venideros.
