¡Ay, Dios mío, qué pesar! Otra semana, otro accidente en nuestras carreteras. Parece que conducir aquí es un deporte extremo y nadie juega limpio. Pero calma, que parece que el gobierno –con toda la razón– decidió que ya basta de este circo. Ahora, los ninos y ninas van a aprender a cruzarse la calle como debe ser y a respetar las señales, ¡antes de que les pique el demonio de tener licencia!
La Asamblea Legislativa le dio luz verde al proyecto de ley que hace obligatorio enseñar educación vial en las escuelas públicas y colegios privados. Ya pasó el primer debate, así que esto va en serio. Se acabó la excusa de “ah, yo hago el curso rápido antes de sacarme la licencia”. Ahora, desde pequeños, vamos a estar aprendiendo las reglas de juego para sobrevivir en el tráfico tico.
Y ojo, que esto no es cualquier cursillo exprés como los que nos vendían en COSEVI antes. Ahí, muchos aprendíamos de memoria unas normas para aprobar el examen y luego, ¡a olvidarnos de todo en cuanto salíamos del centro de pruebas! Esta vez, buscan cambiar esa mentalidad a lo bestia e irle metiendo a los niños la importancia de la seguridad vial desde la primaria. Imagínate, en lugar de dibujar florecitas, aprendiendo a identificar las señales de tránsito. ¡Tremendo avance!
La idea es clara: si empezamos a formar peatones responsables desde chiquitos, tendremos futuros conductores mucho más conscientes. En la escuela primaria, van a entender cómo cruzar la calle correctamente, reconocer las zonas peligrosas y comportarse bien en bicicleta. Y en el colegio, ahí sí, le van a meter hasta por encima de la cabeza las responsabilidades legales, físicas y éticas de manejar. Será como prepararlos para la vida, pa’ que no anden cometiendo 'torta' a la hora de agarrarle el volante.
Muchos se preguntarán, ¿por qué tanta insistencia en empezar tan pronto? Pues porque la realidad es dura: nuestra cultura de conducción es un verdadero desastre. Agresividad, impaciencia, desatención… ¡una combinación explosiva que termina en tragedias recurrentes! Las estadísticas hablan por sí solas: estamos entre los países con mayor número de accidentes fatales en la región. ¡Qué pena ajena y qué sal!
La propuesta, que ahora necesita solo una segunda votación en el Plenario, busca quitarle la educación vial de manos del MOPT y ponerla directamente en el MEP. Esto significa que tendrá el mismo peso que matemáticas o lengua, con clases regulares y evaluaciones. Van a tener que estudiar, hacer tareas, ¡y hasta exámenes! Todo para que aprendan a circular por la vía pública sin ponerse en peligro a ellos mismos ni a los demás. Un cambio radical, ¡pero muy necesario!
Algunos dirán que esto es exagerado, que ya hay demasiada carga académica para los estudiantes. Pero piénsalo bien: ¿qué más importante hay que aprender que cómo proteger tu propia vida y la de los demás en la calle? Este proyecto no solo busca salvar vidas, también pretende cambiar la cultura de conducción que nos ha pegado tanto dolor de cabeza durante años. Quizás, solo quizás, nuestros hijos lleguen a ser conductores más tranquilos, respetuosos y prudentes, ¡y eso sería un regalo invaluable!
Ahora, cuéntame, ¿crees que enseñar educación vial desde la escuela primaria es realmente la solución para mejorar la seguridad en nuestras carreteras o deberíamos enfocarnos en otras medidas, como aumentar la fiscalización y endurecer las sanciones a los infractores? Déjame saber tu opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho leer qué piensas tú sobre este brete!
La Asamblea Legislativa le dio luz verde al proyecto de ley que hace obligatorio enseñar educación vial en las escuelas públicas y colegios privados. Ya pasó el primer debate, así que esto va en serio. Se acabó la excusa de “ah, yo hago el curso rápido antes de sacarme la licencia”. Ahora, desde pequeños, vamos a estar aprendiendo las reglas de juego para sobrevivir en el tráfico tico.
Y ojo, que esto no es cualquier cursillo exprés como los que nos vendían en COSEVI antes. Ahí, muchos aprendíamos de memoria unas normas para aprobar el examen y luego, ¡a olvidarnos de todo en cuanto salíamos del centro de pruebas! Esta vez, buscan cambiar esa mentalidad a lo bestia e irle metiendo a los niños la importancia de la seguridad vial desde la primaria. Imagínate, en lugar de dibujar florecitas, aprendiendo a identificar las señales de tránsito. ¡Tremendo avance!
La idea es clara: si empezamos a formar peatones responsables desde chiquitos, tendremos futuros conductores mucho más conscientes. En la escuela primaria, van a entender cómo cruzar la calle correctamente, reconocer las zonas peligrosas y comportarse bien en bicicleta. Y en el colegio, ahí sí, le van a meter hasta por encima de la cabeza las responsabilidades legales, físicas y éticas de manejar. Será como prepararlos para la vida, pa’ que no anden cometiendo 'torta' a la hora de agarrarle el volante.
Muchos se preguntarán, ¿por qué tanta insistencia en empezar tan pronto? Pues porque la realidad es dura: nuestra cultura de conducción es un verdadero desastre. Agresividad, impaciencia, desatención… ¡una combinación explosiva que termina en tragedias recurrentes! Las estadísticas hablan por sí solas: estamos entre los países con mayor número de accidentes fatales en la región. ¡Qué pena ajena y qué sal!
La propuesta, que ahora necesita solo una segunda votación en el Plenario, busca quitarle la educación vial de manos del MOPT y ponerla directamente en el MEP. Esto significa que tendrá el mismo peso que matemáticas o lengua, con clases regulares y evaluaciones. Van a tener que estudiar, hacer tareas, ¡y hasta exámenes! Todo para que aprendan a circular por la vía pública sin ponerse en peligro a ellos mismos ni a los demás. Un cambio radical, ¡pero muy necesario!
Algunos dirán que esto es exagerado, que ya hay demasiada carga académica para los estudiantes. Pero piénsalo bien: ¿qué más importante hay que aprender que cómo proteger tu propia vida y la de los demás en la calle? Este proyecto no solo busca salvar vidas, también pretende cambiar la cultura de conducción que nos ha pegado tanto dolor de cabeza durante años. Quizás, solo quizás, nuestros hijos lleguen a ser conductores más tranquilos, respetuosos y prudentes, ¡y eso sería un regalo invaluable!
Ahora, cuéntame, ¿crees que enseñar educación vial desde la escuela primaria es realmente la solución para mejorar la seguridad en nuestras carreteras o deberíamos enfocarnos en otras medidas, como aumentar la fiscalización y endurecer las sanciones a los infractores? Déjame saber tu opinión en los comentarios, ¡me interesa mucho leer qué piensas tú sobre este brete!