¡Aguante! Ya saben, la movida del espacio siempre nos parece sacada de película, pero resulta que hasta nosotros acá en Costa Rica estamos pegaditos a lo que pasa allá arriba. Blue Origin, la empresa de Don Jeff Bezos, lanzó hace unos días la misión ESCAPADE hacia Marte, ¡y vaya que hubo emoción!
Resulta que estas sondas, que tienen la tarea de investigar cómo el viento solar afecta la atmósfera marciana – una vara crucial para entender por qué Marte perdió toda su protección –, estuvieron a punto de quedarse en tierra firme por culpa de unas tormentas solares bien fuertes. Qué despiche, ¡imagínense!, justo cuando estaban listas para ir a hacer su brete.
Y ahí es donde entra Costa Rica. No somos precisamente la potencia espacial número uno, pero sí tenemos estaciones de monitoreo que andan viendo de cerca la actividad solar porque afecta nuestras telecomunicaciones, los satélites que usamos para navegar y hasta nuestra electricidad. Un problema allá arriba puede causarnos dolores de cabeza acá abajo, ¡ya lo hemos vivido!
La misión ESCAPADE, que consta de dos naves gemelas dando vueltas alrededor de Marte, busca mapear esa circulación del plasma – esas partículas cargadas que salen del Sol – para poder predecir mejor los riesgos futuros. Esto es super importante si queremos pensar en mandar gente a Marte algún día, porque no queremos que nuestros astronautas se vayan al traste por culpa de una llamarada solar inesperada.
Blue Origin, por su parte, estaba con la lupa encima. El cohete New Glenn, el bicho que llevó las sondas, ya había hecho un vuelo de prueba antes, pero tuvo algunos problemas con el aterrizaje. Así que este lanzamiento fue importantísimo para demostrar que pueden competir con empresas como SpaceX, que ya llevan rato mandando cosas al espacio. Tenían la presión a tope, ¡qué carga!
El lanzamiento salió perfecto, afortunadamente, y ahora las sondas están camino a Marte. Pero el incidente de las tormentas solares deja una reflexión: el espacio es impredecible. Como dicen por ahí, la misma energía que están estudiando casi les arruina la misión. Eso sí que es un chunche... una ironía cósmica.
Para nosotros, los ticos, esto significa estar aún más atentos a lo que pasa en el cielo. Nuestros científicos y técnicos están trabajando duro para mejorar nuestros sistemas de alerta temprana y protegernos de cualquier sorpresa que nos pueda lanzar el Sol. A fin de cuentas, todos dependemos del mismo astro rey, aunque estemos a miles de millones de kilómetros de distancia.
En fin, un gran paso para la ciencia y para la exploración espacial. Y hablando de eso, me pregunto… ¿creen que dentro de nuestras vidas veremos a los primeros humanos pisando suelo marciano, o esto seguirá siendo materia de ciencia ficción por mucho tiempo?
Resulta que estas sondas, que tienen la tarea de investigar cómo el viento solar afecta la atmósfera marciana – una vara crucial para entender por qué Marte perdió toda su protección –, estuvieron a punto de quedarse en tierra firme por culpa de unas tormentas solares bien fuertes. Qué despiche, ¡imagínense!, justo cuando estaban listas para ir a hacer su brete.
Y ahí es donde entra Costa Rica. No somos precisamente la potencia espacial número uno, pero sí tenemos estaciones de monitoreo que andan viendo de cerca la actividad solar porque afecta nuestras telecomunicaciones, los satélites que usamos para navegar y hasta nuestra electricidad. Un problema allá arriba puede causarnos dolores de cabeza acá abajo, ¡ya lo hemos vivido!
La misión ESCAPADE, que consta de dos naves gemelas dando vueltas alrededor de Marte, busca mapear esa circulación del plasma – esas partículas cargadas que salen del Sol – para poder predecir mejor los riesgos futuros. Esto es super importante si queremos pensar en mandar gente a Marte algún día, porque no queremos que nuestros astronautas se vayan al traste por culpa de una llamarada solar inesperada.
Blue Origin, por su parte, estaba con la lupa encima. El cohete New Glenn, el bicho que llevó las sondas, ya había hecho un vuelo de prueba antes, pero tuvo algunos problemas con el aterrizaje. Así que este lanzamiento fue importantísimo para demostrar que pueden competir con empresas como SpaceX, que ya llevan rato mandando cosas al espacio. Tenían la presión a tope, ¡qué carga!
El lanzamiento salió perfecto, afortunadamente, y ahora las sondas están camino a Marte. Pero el incidente de las tormentas solares deja una reflexión: el espacio es impredecible. Como dicen por ahí, la misma energía que están estudiando casi les arruina la misión. Eso sí que es un chunche... una ironía cósmica.
Para nosotros, los ticos, esto significa estar aún más atentos a lo que pasa en el cielo. Nuestros científicos y técnicos están trabajando duro para mejorar nuestros sistemas de alerta temprana y protegernos de cualquier sorpresa que nos pueda lanzar el Sol. A fin de cuentas, todos dependemos del mismo astro rey, aunque estemos a miles de millones de kilómetros de distancia.
En fin, un gran paso para la ciencia y para la exploración espacial. Y hablando de eso, me pregunto… ¿creen que dentro de nuestras vidas veremos a los primeros humanos pisando suelo marciano, o esto seguirá siendo materia de ciencia ficción por mucho tiempo?
