¡Imagínate, compa! Después de años de andar racionando el agua y rogándole al cielo que llueva, parece que la cosa va a cambiar por fin en La Guácima y alrededores. El AyA, echándose unos kilos, anunció que en 2026 vamos a tener una nueva estación de bombeo que promete sacarnos del apuro y acabar con la sequía que nos ha atormentado tanto.
La movida, que se hizo realidad gracias a un convenio entre el AyA y el CETAC, busca darle una solución definitiva al problema de agua potable en comunidades como Santiago Oeste, Bajo Tejar y obviamente, Guácima. Ya saben, esos sectores que durante la temporada seca andaban más secos que turrón, dependiendo de los camiones cisterna pa’ sobrevivir. ¡Qué torta!
Según contaron desde el AyA, el terreno del CETAC resultó ser el lugar perfecto pa’ ubicar la estación. Parece que no había muchas opciones disponibles, y este brete les dio la oportunidad de instalar toda la maquinaria necesaria para bombear y transportar el agua de manera más eficiente. Definitivamente, una jugada maestra si me preguntan. Porque, díganlo ustedes, encontrar un buen lugar pa’ poner esas cosas no es pan comido.
Los trabajos ya dieron comienzo en febrero pasado, así que imagínense, todavía queda un buen trecho por recorrer. Se estima que la primera etapa estará lista en enero del 2026, y la segunda, que incluye la estación de rebombeo propiamente dicha, en algún momento del primer semestre del mismo año. Mientras tanto, el AyA sigue trabajando en otras cositas para reforzar la red y evitar cualquier contratiempo. ¡Más vale prevenir que lamentar, dicen!
Y ni hablar de las comunidades beneficiadas. Santiago Oeste, con sus barrios El Coco, Calle La Candela, y esos condominios lujosos Villanea y Villas del Río, se van a sentir como reyes. En Bajo Tejar, la urbanización Monte Sion también celebra. Pero los verdaderos protagonistas son los vecinos de Guácima, incluyendo el sector Campo Bautista y la Calle Monge, que hasta ahora dependían exclusivamente de esos camiones cisterna que llegan y se van como fantasmas. ¡Un alivio de verdad!
Darío Guzmán, el jefe del AyA, no pudo ocultar su entusiasmo y destacó la importancia de trabajar en conjunto. Dijo que estos convenios son fundamentales pa’ agilizar las soluciones y que cuando varias instituciones unen fuerzas, se pueden lograr proyectos que mejoran la vida de muchísimas personas. Un mensaje positivo en medio de tanta preocupación, ¿no creen?
Ahora bien, este no es el único brete que enfrenta el país en cuanto a recursos hídricos. Recordemos que aún hay zonas donde el agua es un lujo, y donde la gestión sostenible es más urgente que nunca. Esta iniciativa en Guácima es un paso importante, sí, pero no podemos dormirnos en los laureles. Hay que seguir invirtiendo en tecnología, educación y conciencia ciudadana para cuidar este recurso tan vital. ¡Pa' que sigamos teniendo agua pa' to', claro está!
En fin, la noticia pinta prometedora, pero la verdadera prueba llegará cuando veamos salir el agua de las nuevas tuberías y olvidemos por completo los problemas de escasez. Ahora me pregunto, ¿creen que este proyecto marcará un precedente y motivará al gobierno a invertir aún más en infraestructura hidráulica en otras regiones del país o seguirá siendo una excepción a la regla?
La movida, que se hizo realidad gracias a un convenio entre el AyA y el CETAC, busca darle una solución definitiva al problema de agua potable en comunidades como Santiago Oeste, Bajo Tejar y obviamente, Guácima. Ya saben, esos sectores que durante la temporada seca andaban más secos que turrón, dependiendo de los camiones cisterna pa’ sobrevivir. ¡Qué torta!
Según contaron desde el AyA, el terreno del CETAC resultó ser el lugar perfecto pa’ ubicar la estación. Parece que no había muchas opciones disponibles, y este brete les dio la oportunidad de instalar toda la maquinaria necesaria para bombear y transportar el agua de manera más eficiente. Definitivamente, una jugada maestra si me preguntan. Porque, díganlo ustedes, encontrar un buen lugar pa’ poner esas cosas no es pan comido.
Los trabajos ya dieron comienzo en febrero pasado, así que imagínense, todavía queda un buen trecho por recorrer. Se estima que la primera etapa estará lista en enero del 2026, y la segunda, que incluye la estación de rebombeo propiamente dicha, en algún momento del primer semestre del mismo año. Mientras tanto, el AyA sigue trabajando en otras cositas para reforzar la red y evitar cualquier contratiempo. ¡Más vale prevenir que lamentar, dicen!
Y ni hablar de las comunidades beneficiadas. Santiago Oeste, con sus barrios El Coco, Calle La Candela, y esos condominios lujosos Villanea y Villas del Río, se van a sentir como reyes. En Bajo Tejar, la urbanización Monte Sion también celebra. Pero los verdaderos protagonistas son los vecinos de Guácima, incluyendo el sector Campo Bautista y la Calle Monge, que hasta ahora dependían exclusivamente de esos camiones cisterna que llegan y se van como fantasmas. ¡Un alivio de verdad!
Darío Guzmán, el jefe del AyA, no pudo ocultar su entusiasmo y destacó la importancia de trabajar en conjunto. Dijo que estos convenios son fundamentales pa’ agilizar las soluciones y que cuando varias instituciones unen fuerzas, se pueden lograr proyectos que mejoran la vida de muchísimas personas. Un mensaje positivo en medio de tanta preocupación, ¿no creen?
Ahora bien, este no es el único brete que enfrenta el país en cuanto a recursos hídricos. Recordemos que aún hay zonas donde el agua es un lujo, y donde la gestión sostenible es más urgente que nunca. Esta iniciativa en Guácima es un paso importante, sí, pero no podemos dormirnos en los laureles. Hay que seguir invirtiendo en tecnología, educación y conciencia ciudadana para cuidar este recurso tan vital. ¡Pa' que sigamos teniendo agua pa' to', claro está!
En fin, la noticia pinta prometedora, pero la verdadera prueba llegará cuando veamos salir el agua de las nuevas tuberías y olvidemos por completo los problemas de escasez. Ahora me pregunto, ¿creen que este proyecto marcará un precedente y motivará al gobierno a invertir aún más en infraestructura hidráulica en otras regiones del país o seguirá siendo una excepción a la regla?
