¡Ay, Dios mío! Resulta que la onda de comprar licencias de conducir “por dentro” o pagarle a algún supuesto asesor en WhatsApp pa’ que te haga el favor del trámite rápido se ha ido de madre. Pero ojo, porque el OIJ nos puso los cachos arriba con unas verdades bien amargas: eso no es un atajo, es pura torta y puede terminar en bronca con la justicia.
Según los investigadores del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ya no es cuestión de tener una pequeña “ayudita”. Ahora estamos hablando de estafas organizadas que te dejan seco y con un montón de problemas legales encima. Milena Jiménez Aguilar y Roy Núñez Acuña, unos tigres del OIJ, explicaron cómo andan trabajando estos charlatanes y a dónde podemos meter la pata si caemos en sus trampas.
La junta es que, aunque el OIJ le dio duro a la banda que manipulaba los exámenes de manejo, todavía hay pura gente ofreciendo licencias, homologaciones y hasta “espacios” para los exámenes a cambio de unos billetes. Se aprovechan de la desesperación de la gente que quiere agilizar el papeleo y listo, ¡chamba fácil!
Lo peor de todo es que te empiezan a pedir unos montos que van desde los cinco mil colones hasta trescientos mil… ¡y para qué! Al final, te bloquean en WhatsApp, pierdes el aguinaldo y sigues sin tener tu licencia. ¡Un diay! ¿Y quién va a pagar los daños y perjuicios?
Jiménez nos recordó que los trámites, ya sean pa’ obtener la licencia, renovarla o hacer la homologación, se hacen solo por las vías oficiales. Además, muchos de esos servicios son gratuitos o tienen precios claros y establecidos. Así que, si alguien te ofrece algo demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea. ¡Desconfía, mae!
Y no crean que el problema está solo en perder el dinero. Pagarle a perfiles anónimos en redes sociales pone en peligro tus datos personales, que pueden terminar usándolos para otros delitos aún peores. ¡Eso sí da miedo! Uno piensa en ahorrar tiempo y termina abriendo la puerta a un mundo de problemas.
Los expertos del OIJ enfatizan que seguir el camino legal siempre es la opción más segura y económica. Los costos oficiales son transparentes y están regulados, mientras que los pagos a desconocidos terminan en estafas o, peor aún, en procesos penales que te pueden dejar con historial sucio. ¡Que nadie diga que no lo avisamos!
Así que, ante esta coyuntura, quiero preguntarles: ¿Han sido víctimas de alguna estafa similar al intentar tramitar documentos por redes sociales? ¿Qué medidas creen que se deberían tomar para combatir este tipo de delitos y proteger a la población tica, especialmente en estas fechas tan concurridas?, ¡Compartan sus experiencias y opiniones en el foro!
Según los investigadores del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ya no es cuestión de tener una pequeña “ayudita”. Ahora estamos hablando de estafas organizadas que te dejan seco y con un montón de problemas legales encima. Milena Jiménez Aguilar y Roy Núñez Acuña, unos tigres del OIJ, explicaron cómo andan trabajando estos charlatanes y a dónde podemos meter la pata si caemos en sus trampas.
La junta es que, aunque el OIJ le dio duro a la banda que manipulaba los exámenes de manejo, todavía hay pura gente ofreciendo licencias, homologaciones y hasta “espacios” para los exámenes a cambio de unos billetes. Se aprovechan de la desesperación de la gente que quiere agilizar el papeleo y listo, ¡chamba fácil!
Lo peor de todo es que te empiezan a pedir unos montos que van desde los cinco mil colones hasta trescientos mil… ¡y para qué! Al final, te bloquean en WhatsApp, pierdes el aguinaldo y sigues sin tener tu licencia. ¡Un diay! ¿Y quién va a pagar los daños y perjuicios?
Jiménez nos recordó que los trámites, ya sean pa’ obtener la licencia, renovarla o hacer la homologación, se hacen solo por las vías oficiales. Además, muchos de esos servicios son gratuitos o tienen precios claros y establecidos. Así que, si alguien te ofrece algo demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea. ¡Desconfía, mae!
Y no crean que el problema está solo en perder el dinero. Pagarle a perfiles anónimos en redes sociales pone en peligro tus datos personales, que pueden terminar usándolos para otros delitos aún peores. ¡Eso sí da miedo! Uno piensa en ahorrar tiempo y termina abriendo la puerta a un mundo de problemas.
Los expertos del OIJ enfatizan que seguir el camino legal siempre es la opción más segura y económica. Los costos oficiales son transparentes y están regulados, mientras que los pagos a desconocidos terminan en estafas o, peor aún, en procesos penales que te pueden dejar con historial sucio. ¡Que nadie diga que no lo avisamos!
Así que, ante esta coyuntura, quiero preguntarles: ¿Han sido víctimas de alguna estafa similar al intentar tramitar documentos por redes sociales? ¿Qué medidas creen que se deberían tomar para combatir este tipo de delitos y proteger a la población tica, especialmente en estas fechas tan concurridas?, ¡Compartan sus experiencias y opiniones en el foro!
