¡Ay, Dios mío! Acá estamos viendo cómo el clima le está poniendo pa’l brinco a nuestras costas. Un empujón frío que llegó desde Nicaragua, anda haciendo de las suyas y generando un oleaje que ni ná, especialmente en el Pacífico Norte. Los pescadores ya andan preocupados, los surfistas agarrándole la curva y nosotros, pues, echándole ojo pa’ ver cómo nos salvamos del chapuzón inesperado.
Según los expertos del Mio-Cimar, este fenómeno está intensificando los vientos alisios, creando así un ambiente picado y olas bastante altas. Resulta que esos fuertes vientos, que llegaron a superar los 62 kilómetros por hora, se ven acelerados por los pasos montañosos del norte, ¡y pum!, ahí tenemos el maremoto. No es que sea un tsunami, tranquilos, pero sí suficiente pa’ echar pa’ trás a los barquitos pequeños.
Y hablando de barcos, la recomendación es clara: si tienes una embarcación menor a 14 metros, mejor quédate en puerto por unos días. En el Caribe la cosa tampoco está tranquila, el oleaje está alto también, así que los que anden pensando en aventurarse a navegar, piénsenlo bien. Los bañistas, igual, extremen las precauciones y fíjense bien antes de meterse al agua, porque esas corrientes pueden jugarle una mala pasada.
Ahora, vamos a los números. Se pronostican alturas de oleaje que pueden llegar hasta los 3 metros mar adentro, especialmente entre el Golfo de Papagayo y el Domo Térmico. Eso significa que aunque parezca que la cosa está calmada en la costa, a lo lejos las olas vienen con fuerza. Los expertos dicen que el martes y hasta el jueves vamos a sentir este embate con vientos más rápidos, lo cual agrava aún más la situación. ¡Qué cargada!
Pero bueno, hay luz al final del túnel, mael. Parece ser que hacia el viernes, la cosa se tranquiliza y podremos disfrutar de la playa como siempre. En el Pacífico Norte-Centro, también hay que estar pendientes, con vientos que podrían superar los 60 kilómetros por hora hasta el miércoles. Así que, si vas por allá, ¡aguanta y ten cuidado! Por fortuna, el resto del Pacífico –Golfo de Nicoya, Central y Sur– tienen pronóstico favorable, aunque siempre con la advertencia de las corrientes de resaca, ¡esas nunca descazan!
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tampoco se quedó callada. Ya decretaron alerta amarilla para el Caribe y la Zona Norte, y verde para el Valle Central, el Pacífico Norte y Sur. Lo de la alerta verde para el Pacífico Sur, lo hicieron considerando que este fenómeno reactiva la Zona de Convergencia Intertropical, lo cual puede traer algunas lluvias adicionales a la zona. Imagínate, sumado al empujón frío y a la onda tropical que anda merodeando... ¡Un brete!
Además de esto, se han reportado algunos problemas en Pococí y Osa por las lluvias, con aguaceros y vientos fuertes en varios cantones. Guápiles, Batán, Sarapiquí y Siquirres han sentido el chapuzón, así que si vives por ahí, mantente informado y prepárate para cualquier eventualidad. Al final, lo importante es cuidarnos y estar al tanto de las indicaciones de las autoridades. ¡Pura vida, pero con precaución!
Ahora dime, compa, ¿crees que deberíamos invertir más en sistemas de alerta temprana costeros, o prefieres seguir jugando a las olas a riesgo de un buen susto? Deja tu opinión abajo y cuéntame cómo te estás preparando para enfrentar este oleaje bravo.
Según los expertos del Mio-Cimar, este fenómeno está intensificando los vientos alisios, creando así un ambiente picado y olas bastante altas. Resulta que esos fuertes vientos, que llegaron a superar los 62 kilómetros por hora, se ven acelerados por los pasos montañosos del norte, ¡y pum!, ahí tenemos el maremoto. No es que sea un tsunami, tranquilos, pero sí suficiente pa’ echar pa’ trás a los barquitos pequeños.
Y hablando de barcos, la recomendación es clara: si tienes una embarcación menor a 14 metros, mejor quédate en puerto por unos días. En el Caribe la cosa tampoco está tranquila, el oleaje está alto también, así que los que anden pensando en aventurarse a navegar, piénsenlo bien. Los bañistas, igual, extremen las precauciones y fíjense bien antes de meterse al agua, porque esas corrientes pueden jugarle una mala pasada.
Ahora, vamos a los números. Se pronostican alturas de oleaje que pueden llegar hasta los 3 metros mar adentro, especialmente entre el Golfo de Papagayo y el Domo Térmico. Eso significa que aunque parezca que la cosa está calmada en la costa, a lo lejos las olas vienen con fuerza. Los expertos dicen que el martes y hasta el jueves vamos a sentir este embate con vientos más rápidos, lo cual agrava aún más la situación. ¡Qué cargada!
Pero bueno, hay luz al final del túnel, mael. Parece ser que hacia el viernes, la cosa se tranquiliza y podremos disfrutar de la playa como siempre. En el Pacífico Norte-Centro, también hay que estar pendientes, con vientos que podrían superar los 60 kilómetros por hora hasta el miércoles. Así que, si vas por allá, ¡aguanta y ten cuidado! Por fortuna, el resto del Pacífico –Golfo de Nicoya, Central y Sur– tienen pronóstico favorable, aunque siempre con la advertencia de las corrientes de resaca, ¡esas nunca descazan!
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tampoco se quedó callada. Ya decretaron alerta amarilla para el Caribe y la Zona Norte, y verde para el Valle Central, el Pacífico Norte y Sur. Lo de la alerta verde para el Pacífico Sur, lo hicieron considerando que este fenómeno reactiva la Zona de Convergencia Intertropical, lo cual puede traer algunas lluvias adicionales a la zona. Imagínate, sumado al empujón frío y a la onda tropical que anda merodeando... ¡Un brete!
Además de esto, se han reportado algunos problemas en Pococí y Osa por las lluvias, con aguaceros y vientos fuertes en varios cantones. Guápiles, Batán, Sarapiquí y Siquirres han sentido el chapuzón, así que si vives por ahí, mantente informado y prepárate para cualquier eventualidad. Al final, lo importante es cuidarnos y estar al tanto de las indicaciones de las autoridades. ¡Pura vida, pero con precaución!
Ahora dime, compa, ¿crees que deberíamos invertir más en sistemas de alerta temprana costeros, o prefieres seguir jugando a las olas a riesgo de un buen susto? Deja tu opinión abajo y cuéntame cómo te estás preparando para enfrentar este oleaje bravo.