¡Ay, Dios mío! Parece que noviembre decidió jugarnos una mala pasada. El Instituto Meteorológico Nacional nos avisa que el empuje frío número tres llegó para quedarse unos días, trayéndonos consigo vientos alisios acelerados y una humedad que te pega como si fuera pegamento. Así que prepárense, porque no pinta para un clima relajado estos días.
Según los expertos, la Cuenca del Mar Caribe será la zona más afectada, pero no serán los únicos en sentir los embates de este fenómeno. El constante ingreso de humedad, sumado a los vientos, creará una combinación perfecta para ráfagas de viento que pueden ser bastante fuertes, especialmente en algunas regiones del país. Más allá de lo meteorológico, esto afecta directamente nuestras actividades diarias, así que hay que tener cuidado.
Hacia el norte y este de Guanacaste, el Valle Central y las zonas montañosas, esperen ver esos árboles moviéndose con ganas, con ráfagas que pueden llegar a los 30 kilómetros por hora y hasta superar los 60 km/h. ¡Y ojo!, porque en el norte de Guanacaste, sobre todo en la primera parte del día, podríamos ver velocidades máximas que rozan los 80 km/h. ¡Imagínate intentar cruzar la calle con eso!
En cuanto a las lluvias, el panorama tampoco es muy soleado. Para el Caribe y la Zona Norte, pronostican nubosidad con lluvias, e incluso aguaceros que podrían ir disminuyendo de intensidad durante la tarde y noche. Esto significa que tendremos que sacar el impermeable con frecuencia y quizás cancelar algunos planes al aire libre. Un chunche extra: asegúrate de revisar el estado de los techos y canaletas, nunca viene mal.
Pero no todo está perdido. Durante la noche, tanto el Valle Central como la vertiente del Caribe disfrutarán de unas temperaturas frescas, gracias a la nubosidad que entró desde el Caribe. Aunque suena agradable, también implica que habrá que abrigarse bien al salir de casa, diay. Ese friecito nocturno puede sorprender a más de uno.
Y hablando de sorpresas, el Valle Central podría experimentar lluvias intermitentes durante la madrugada y la mañana, concentradas en sectores cercanos a la Zona Norte y el Caribe. Los que viven por esas áreas, estén atentos y tengan a mano sus paraguasos. En el Pacífico Sur, la cosa va un poco diferente; mantienen la posibilidad de chubascos costeros durante la madrugada, especialmente cerca de la Península de Osa y el Golfo Dulce, mientras que por la tarde podrían darse chubascos dispersos en el Pacífico Central y Sur. Una vara un poquito más tranquila para esos lados, aunque siempre con precaución.
Esta situación nos recuerda la importancia de estar informados y preparados ante cualquier cambio climático. Con estas condiciones ventosas y húmedas, es fundamental tomar precauciones, evitar desplazamientos innecesarios en zonas de riesgo, y estar pendientes de las alertas del IMN. Recordaremos seguramente las consecuencias de olas pasadas… mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí. Y claro, si ves un árbol a punto de caer, ¡aléjate corriendo! No vale la pena arriesgarse, mae.
Con este panorama, nos queda preguntarnos: ¿Cómo creen que impactará este empuje frío en nuestra economía, especialmente en los agricultores y pescadores? ¿Qué medidas podemos tomar como ciudadanos para minimizar los riesgos asociados a estos fenómenos climáticos?
Según los expertos, la Cuenca del Mar Caribe será la zona más afectada, pero no serán los únicos en sentir los embates de este fenómeno. El constante ingreso de humedad, sumado a los vientos, creará una combinación perfecta para ráfagas de viento que pueden ser bastante fuertes, especialmente en algunas regiones del país. Más allá de lo meteorológico, esto afecta directamente nuestras actividades diarias, así que hay que tener cuidado.
Hacia el norte y este de Guanacaste, el Valle Central y las zonas montañosas, esperen ver esos árboles moviéndose con ganas, con ráfagas que pueden llegar a los 30 kilómetros por hora y hasta superar los 60 km/h. ¡Y ojo!, porque en el norte de Guanacaste, sobre todo en la primera parte del día, podríamos ver velocidades máximas que rozan los 80 km/h. ¡Imagínate intentar cruzar la calle con eso!
En cuanto a las lluvias, el panorama tampoco es muy soleado. Para el Caribe y la Zona Norte, pronostican nubosidad con lluvias, e incluso aguaceros que podrían ir disminuyendo de intensidad durante la tarde y noche. Esto significa que tendremos que sacar el impermeable con frecuencia y quizás cancelar algunos planes al aire libre. Un chunche extra: asegúrate de revisar el estado de los techos y canaletas, nunca viene mal.
Pero no todo está perdido. Durante la noche, tanto el Valle Central como la vertiente del Caribe disfrutarán de unas temperaturas frescas, gracias a la nubosidad que entró desde el Caribe. Aunque suena agradable, también implica que habrá que abrigarse bien al salir de casa, diay. Ese friecito nocturno puede sorprender a más de uno.
Y hablando de sorpresas, el Valle Central podría experimentar lluvias intermitentes durante la madrugada y la mañana, concentradas en sectores cercanos a la Zona Norte y el Caribe. Los que viven por esas áreas, estén atentos y tengan a mano sus paraguasos. En el Pacífico Sur, la cosa va un poco diferente; mantienen la posibilidad de chubascos costeros durante la madrugada, especialmente cerca de la Península de Osa y el Golfo Dulce, mientras que por la tarde podrían darse chubascos dispersos en el Pacífico Central y Sur. Una vara un poquito más tranquila para esos lados, aunque siempre con precaución.
Esta situación nos recuerda la importancia de estar informados y preparados ante cualquier cambio climático. Con estas condiciones ventosas y húmedas, es fundamental tomar precauciones, evitar desplazamientos innecesarios en zonas de riesgo, y estar pendientes de las alertas del IMN. Recordaremos seguramente las consecuencias de olas pasadas… mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí. Y claro, si ves un árbol a punto de caer, ¡aléjate corriendo! No vale la pena arriesgarse, mae.
Con este panorama, nos queda preguntarnos: ¿Cómo creen que impactará este empuje frío en nuestra economía, especialmente en los agricultores y pescadores? ¿Qué medidas podemos tomar como ciudadanos para minimizar los riesgos asociados a estos fenómenos climáticos?