¡Ay, Dios mío! Resulta que tenemos un problemón bien grande en pleno corazón de San José. Un hueco descomunal, de esos que te dejan boquiabierto, se tragó parte de la calle cerca del Hospital San Juan de Dios y, díganle a los conductores y peatones, esto no pinta nada pretty. La mara anda preocupada, claro que sí, y con razón.
La vaina es que este agujero, que parece obra de algún gigante dormido, lleva meses ahí. Según cuentan los vecinos, ya van casi cuatro meses desde que empezaron unas obras, pero nunca terminaron, dejando este vacío amenazante en medio de la carretera. Imagínate la bronca, así las cosas. Esto no es un juego, es peligro pa’ todos.
Y ni hablar de los que transitan por la zona. Conductores de microbús que recogen funcionarios del hospital, motociclistas que luchan contra el tráfico diario y, sobre todo, los pobres peatones, incluyendo aquellos que usan silla de ruedas, se enfrentan a este obstáculo cada vez que quieren cruzar. Renato Fallas, un conductor que conoce la zona como la palma de su mano, dice que los choques son cosa de todos los días, sobre todo en la noche, cuando la poca luz complica aún más las cosas. “A veces los que pasan de ese lado golpean el carro porque prácticamente no se ve, más en las noches. Incluso hay gente que por tratar de evitar el hueco le pega a otro carro”, lamenta.
Esteban Monge, un motoconductor que pasa a diario por ahí buscando a su esposa, tuvo la mala suerte de caer directo en el hueco. Resultado: un resbalón aparatoso y la moto llena de rasguños. “Ya es bastante peligroso, más cuando está lloviendo porque no se ve. Yo hace unos días pasé por aquí, andaba trabajando y me caí en el hueco y me estallé”, relata con frustración. Él no es el único; varias personas han reportado incidentes similares, mostrando que este hueco no es solo un inconveniente, sino un verdadero peligro.
José Cascante, un vecino que cruza la calle todos los días para ir a sus diligencias, expresa su preocupación por la seguridad de las personas mayores y quienes tienen dificultades para caminar. “Ese semejante hueco nos preocupa porque aquí se paran muchos carros al frente del hospital para dejar a la gente y es como usted puede ver está puramente un paso peatonal. Las personas tienen que tirarse prácticamente en el hueco para cruzar”. Parece sacado de una película, pero es la cruda realidad de muchos capitalinos.
Lo grave del asunto es que este hueco se encuentra en un punto crucial de la ciudad, donde convergen ambulancias, autobuses, motocicletas y vehículos particulares. La estrechez de la calle y la alta circulación hacen que la situación sea aún más peligrosa. Además, la falta de una rampa peatonal operativa dificulta enormemente el acceso a personas con movilidad reducida. ¡Duro, parce!
Las autoridades de tránsito ya conocen la problemática, dicen, y prometen investigar por qué se dejó este hueco sin reparar durante tanto tiempo. Esperemos que esta vez sí hagan algo al respecto, porque la paciencia de los ciudadanos ya está que da risa, y la seguridad de todos está en juego. Esto demuestra una vez más que a veces, la infraestructura de nuestra querida capital nos deja bastante que desear. Se necesita una solución rápida y efectiva, y ya mismo.
En fin, este hueco es un llamado de atención a las autoridades competentes. ¿Será que realmente les importa la seguridad de los ciudadanos o seguirán ignorando este problema hasta que alguien salga seriamente lastimado? Cuéntanos, ¿qué medidas crees que deberían tomar urgentemente para solucionar este hueco y prevenir futuros accidentes?
La vaina es que este agujero, que parece obra de algún gigante dormido, lleva meses ahí. Según cuentan los vecinos, ya van casi cuatro meses desde que empezaron unas obras, pero nunca terminaron, dejando este vacío amenazante en medio de la carretera. Imagínate la bronca, así las cosas. Esto no es un juego, es peligro pa’ todos.
Y ni hablar de los que transitan por la zona. Conductores de microbús que recogen funcionarios del hospital, motociclistas que luchan contra el tráfico diario y, sobre todo, los pobres peatones, incluyendo aquellos que usan silla de ruedas, se enfrentan a este obstáculo cada vez que quieren cruzar. Renato Fallas, un conductor que conoce la zona como la palma de su mano, dice que los choques son cosa de todos los días, sobre todo en la noche, cuando la poca luz complica aún más las cosas. “A veces los que pasan de ese lado golpean el carro porque prácticamente no se ve, más en las noches. Incluso hay gente que por tratar de evitar el hueco le pega a otro carro”, lamenta.
Esteban Monge, un motoconductor que pasa a diario por ahí buscando a su esposa, tuvo la mala suerte de caer directo en el hueco. Resultado: un resbalón aparatoso y la moto llena de rasguños. “Ya es bastante peligroso, más cuando está lloviendo porque no se ve. Yo hace unos días pasé por aquí, andaba trabajando y me caí en el hueco y me estallé”, relata con frustración. Él no es el único; varias personas han reportado incidentes similares, mostrando que este hueco no es solo un inconveniente, sino un verdadero peligro.
José Cascante, un vecino que cruza la calle todos los días para ir a sus diligencias, expresa su preocupación por la seguridad de las personas mayores y quienes tienen dificultades para caminar. “Ese semejante hueco nos preocupa porque aquí se paran muchos carros al frente del hospital para dejar a la gente y es como usted puede ver está puramente un paso peatonal. Las personas tienen que tirarse prácticamente en el hueco para cruzar”. Parece sacado de una película, pero es la cruda realidad de muchos capitalinos.
Lo grave del asunto es que este hueco se encuentra en un punto crucial de la ciudad, donde convergen ambulancias, autobuses, motocicletas y vehículos particulares. La estrechez de la calle y la alta circulación hacen que la situación sea aún más peligrosa. Además, la falta de una rampa peatonal operativa dificulta enormemente el acceso a personas con movilidad reducida. ¡Duro, parce!
Las autoridades de tránsito ya conocen la problemática, dicen, y prometen investigar por qué se dejó este hueco sin reparar durante tanto tiempo. Esperemos que esta vez sí hagan algo al respecto, porque la paciencia de los ciudadanos ya está que da risa, y la seguridad de todos está en juego. Esto demuestra una vez más que a veces, la infraestructura de nuestra querida capital nos deja bastante que desear. Se necesita una solución rápida y efectiva, y ya mismo.
En fin, este hueco es un llamado de atención a las autoridades competentes. ¿Será que realmente les importa la seguridad de los ciudadanos o seguirán ignorando este problema hasta que alguien salga seriamente lastimado? Cuéntanos, ¿qué medidas crees que deberían tomar urgentemente para solucionar este hueco y prevenir futuros accidentes?